Salvador dali psicoanalisis Salvador dali

Salvador dali

Es uno de los pintores más reconocido a nivel mundial, impulso la corriente surrealista y mantuvo una vida extravagante, llena de excentricidades y rarezas. Una peculiaridad que se le suma es que de todos los pintores aquí expuestos es el único que mantuvo una relación cercana con el psicoanálisis y que tuvo al menos un encuentro como Sigmund Freud y Jaques Lacan, figuras fundamentales del psicoanálisis.

Su historia comienza un poco parecida a la de Van Gogh, recibe también el nombre de su hermano muerto, entra a la vida cargando con un fantasma, y como él decía creyendo que era una parte de su hermano muerto.

Escribe en su autobiografía: "para deshacerme de mi hermano muerto, tenía que jugar al genio convenciéndome en cada momento de que yo no era el otro, que yo no estaba muerto. Así pues, debía realizar todo tipo de excentricidades".

Se muestra aquí la compleja relación que mantenía Dalí consigo mismo, el tormento que debió ser una vida corriendo de la muerte, tratando de que no se le confundiera con ese que ya no estaba. La relación con sus padres también se vio tensada, sus padres son recordados como sumamente estrictos, con ideales muy grandes sobre Dalí.

“– La desesperación de mis padres se calmó con mi nacimiento, pero su tristeza impregnaba todas las células de su cuerpo. En el vientre de mi madre yo sentía ya su angustia. Mi feto se bañaba en una placenta infernal, y esta angustia no me ha abandonado jamás. Esa continua presencia de mi hermano muerto la he sentido a la vez como un traumatismo – como si me robaran el afecto – y un estímulo para superarme. Desde entonces mis esfuerzos tenderían a reconquistar mis derechos en la vida, en primer lugar provocando la atención, el interés constante de mis familiares hacia mí, mediante una especie de agresión constante (…) Al nacer puse los pies sobre las huellas de un muerto a quien adoraban y al que, a través de mí, se seguía amando más aun tal vez. Aprendí a vivir llenando con mi amor por mí mismo el vacío de un afecto que no me daban. Así vencí por primera vez a la muerte: mediante el orgullo y el narcisismo.

[pic 1]

Cuando algo lo interesaba el realmente se obsesionaba, le sucedía con pinturas, con personas, con objetos, las personas que llegaron a conocerlo así se expresan de él, incluso Freud ante la insistencia de Dalí por conocerlo exclamó: ¡Qué fanático!. Su obsesión fue parte de lo que lo hizo tan reconocido, un ejemplo de esto es su pintura “Reminiscencia Arqueológica del Ángelus de Millet”.  Esta producción de Dalí es el resultado de su fascinación por la obra “Angelus” del pintor Millet, en la pintura original se observa en el crepúsculo a unos campesinos, un hombre y una mujer que interrumpen sus labores rezar a la hora del ángelus. Se refería al momento cuando vio la obra por primera vez como “fenómeno delirante inicial”.

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Salvador dali sobre su pintura:

Durante una breve fantasía a la que me había abandonado en una excursión al Cabo de Creus, cuyo paisaje mineral (al N. O. de Cataluña) constituye un auténtico delirio geológico, imaginé, talladas en las rocas más altas, las esculturas de los personajes del Angelus de Millet. Su situación espacial era la misma que en el cuadro, pero estaban totalmente cubiertos de fisuras. Muchos detalles de las dos figuras habían sido borrados por la erosión, lo cual contribuía a remontar su origen a una época muy remota, contemporánea al mismo origen de las rocas. Era la figura del hombre la más deformada por la acción mecánica del tiempo; sólo quedaba de él el bloque vago e informe de la silueta que se convertía por ello en terrible y particularmente angustiosa”.

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