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Señales de precaución, como ayudar a alguien con tendencias suicidas


Enviado por   •  19 de Agosto de 2020  •  Ensayos  •  1.311 Palabras (6 Páginas)  •  133 Visitas

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ENSAYO SOBRE SEÑALES DE PRECAUCIÓN:

CÓMO AYUDAR A ALGUIEN CON TENDENCIAS SUICIDAS

  1. INTRODUCCIÓN.

Algunos cambios de ánimo en el ser humano pueden ser, que se sienta incomprendido, desanimado, con sentimiento de inutilidad, entre otros sentimientos. Es cuando probablemente se encuentre delante de un trastorno emocional denominado depresión.

Si dicho trastorno no es abordado a tiempo por un especialista, puede generar pensamientos de suicidio en la persona que lo presenta, e inclusive, puede desencadenar su muerte. Aproximadamente el 80 % de las personas con pensamientos suicidas llegan a la pérdida de la vida. La depresión se presenta con mayor índice en los jóvenes adolescentes y en adultos de la tercera edad.

Es indispensable para poder tratarla, reconocer algunas señales de alerta que nos indican cuando una persona sufre de depresión, y acto seguido, canalizar con un especialista.

  1. DESARROLLO.

La depresión es un trastorno emocional en el que las personas sienten tristeza extrema, rechazo, falta de interés por cosas que antes agradaban, letargo persistente, falta de concentración, sentimientos de culpa, inclusive pueden tener un cambio en el apetito y en el sueño. Sin embargo, el caso más extremo de la depresión puede generar pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.

Dicho estado emocional no debe confundirse con la tristeza, ésta última es un estado eventual, mientras que la depresión puede durar semanas enteras; Para poder combatir la depresión, es preciso responder la pregunta ¿Qué causa la depresión? Existe una idea clara y definitiva sobre el ¿Por qué se produce la depresión?

El origen de la depresión es multifactorial. Es decir, ciertos factores biológicos, psicológicos y/o sociales podrían estar originándola. En general, podríamos decir que existe una mayor o menor predisposición a padecer depresión ante ciertos factores. Existen varios modelos que tratan de explicar el origen de la depresión y que a su vez se pueden integrar entre sí sin ser excluyentes entre ellos.

La teoría biológica establece que la depresión podría estar causada en parte en un desequilibrio de los neurotransmisores. Cuando estamos deprimidos tenemos ese desequilibrio. Cuando tomamos la medicación adecuada, los neurotransmisores se equilibran y nuestro estado de ánimo cambia. Además, la depresión podría tener causas genéticas. Así, el riesgo de padecer depresión es mayor cuando algún familiar próximo ha sufrido o sufre dicho trastorno.

La teoría psicoanalítica, estudiada por Abraham Karl y seguida por Sigmund Freud[1], contiene las ideas fundamentales para discernir los estados depresivos a través del esclarecimiento de los procesos psíquicos que intervienen en su génesis. Establece de un lado, la experiencia de pérdida se acompaña de la internalización en el yo del objeto perdido mediante los mecanismos de identificación, lo cual conduce, potencialmente, a la aceptación de la pérdida y al fin del duelo. De otro, el yo ha sufrido en este proceso una descomposición de su estructura que lo divide y confronta a la parte identificada con el objeto perdido con otro sector de la mente en el que residen las aspiraciones y reproches dirigidos, en su origen, al objeto pero que se vuelve contra sí mismo.

En la teoría cognitiva, el Dr. Aaron Temkin Beck[2] establece que la depresión se origina porque la persona visualiza el mundo de una manera negativa y poco realista. Una persona con depresión presenta un esquema que involucra una visión negativa de sí mismo, del entorno y del futuro. A este esquema se le conoce como la tríada cognitiva. La persona se ve a sí mismo incapaz e inútil, quizás despreciable o defectuoso. Con relación a su entorno, interpreta en términos de daños y pérdidas la mayor parte de sus experiencias vitales al tiempo que cree que el futuro vendrá acompañado de fracasos y frustraciones. Dado que la persona con depresión se siente desesperanzada, cree que las situaciones venideras serán incontrolables; responde entonces con pasividad, resignada a no poder modificarlas.

Por último, la teoría conductual de Lewinsohn [3], establece que lo que ocurre en la vida del individuo que padece depresión es que existe una falta de refuerzos positivos eventual a la conducta. Hay varias causas para explicar que los reforzadores positivos no se asocien como es debido a las conductas adecuadas, por ejemplo, cuando el ambiente no ofrece el reforzamiento suficiente, o existe un déficit en habilidades sociales para adquirir los reforzadores necesarios. También explica como la depresión quedaría reforzada por atención social por un lado y por evitación social por otro.

Afortunadamente, tal como lo han demostrado incontables investigaciones científicas, nuestra manera de pensar puede modificarse en el sentido de la salud, de ahí que la depresión pueda ser curada con el apoyo de un profesional especializado en el área y con ayuda del tratamiento adecuado.

Debido a que la depresión genera que las esperanzas puestas en las posibilidades se debiliten y la realidad se altere, hasta el punto que la persona con depresión rechace la ayuda de familiares y amigos, así como la atención de un profesional especializado, aunado a la tendencia de centrarse más en los aspectos negativos de la vida, surge la idea de no concebir un futuro más allá de su propia muerte, de ahí que se generen ideas suicidas.

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