Situacion De Un Texto Roudinesco
3 de Marzo de 2014
4.346 Palabras (18 Páginas)299 Visitas
Situación de un texto: ¿Qué es la Psicología?
Elisabeth Roudinesco
A la memoria de Michel Pêcheux.
Georges Canguilhem siempre negó con vigor haber querido dar muerte a la psicología. Y sin embargo en su famosa conferencia del 18 de diciembre de 1956, pronunciada en el College Philosophique y que se publicó dos años más tarde en la Revue de Métaphysique et de Morale,(1) se trata realmente de un asesinato desde el primer al último renglón. Aunque más no sea por el modo de hacer la pregunta: "¿qué es la psicología?". El hecho mismo de interrogarla sobre su legitimidad lleva a sospechar que es una impostura. Literalmente torturada se la conmina a responder a la pregunta de su inencontrable identidad.
Canguilhem da una definición negativa de la psicología, antes de negarle cualquier lugar en el campo del pensamiento. Ya que ella no es, sólo es una mezcla. Y la mezcla no es digna de ser una combinatoria donde llegarían a encontrarse varios campos de la ciencia. La mezcla en la que se complace la psicología es una mezcla de calidad inferior. No existe más que bajo el signo de la humillación: una filosofía sin rigor porque es ecléctica con el pretexto de ser objetiva, una ética sin exigencia porque asocia experiencias sin juicio crítico, y por último, una medicina sin control ya que funda sus hipótesis en la observación de enfermedades que nunca llegan a ser inteligibles, las enfermedades nerviosas.
Después de esta asombrosa carga de caballería, Canguilhem demuestra que a la ausencia de identidad corresponde una ausencia de objeto. Y la prueba de esta segunda debilidad reside en el hecho de que la psicología siempre está en búsqueda de su imposible unidad, es decir, de una síntesis inhallable entre sus pretendidos campos de exploración: la psicología experimental, el psicoanálisis, la psicología clínica, la psicología social y la etnología. En el lugar de esa unidad siempre huidiza, se encuentra un pacto de coexistencia pacífica entre profesionales. "Cosa" sin esencia y sin objeto, la psicología se reduce entonces a ser sólo una tecnología al servicio de una corporación, ella misma sujeta al poder de jueces, censores y educadores que ejercen funciones de instrumentalización del hombre por el hombre.
Pero Canguilhem no se conforma con ese conjunto de definiciones negativas. Para dar un fundamento a su razonamiento recurre a la historia. Con lo que vuelve a dar muerte a la psicología. En efecto, cualquiera sea el sistema de pensamiento sobre el que se apoya para asegurarse la supervivencia, ella siempre es o carente de independencia, o imitativa, o suplantada por otro modelo de inteligibilidad, o bien se ahoga en su propio pantano utilitarista.
Cuando ella pretende ser ciencia natural sigue dependiendo, desde la Antigüedad, por un lado, de la fisiología, y por otro, de la medicina. Como fisiología, está incluida en el sistema aristotélico, donde se trata al alma como forma del cuerpo viviente y no como sustancia separada de la materia. Del lado de la medicina, es aniquilada por la doctrina de Galeno que hace del cerebro la residencia del alma. Aquí no hay lugar, entonces, para una psicología que quisiera ser la ciencia de dos objetos en fuga permanente.
Pero cuando pretende ser ciencia de la subjetividad, después del ocaso de la física aristotélica. corre a un nuevo callejón sin salida, estructurado en tres etapas. O bien se vuelve una física del sentido externo en busca de una descripción experimental de las sensaciones, y no hace sino imitar la física mecanicista. O bien se erige en ciencia del sentido interno, y entonces no es más que un aprendizaje de la sabiduría espiritualista, empírica o antropológica - una suerte de pedagogía. O bien se elabora como ciencia del sentido íntimo y se ve suplantada por la psiquiatría vinculada a la medicina, por un lado, y, por otro, por el psicoanálisis que, al afirmar el carácter inconsciente del psiquismo, subvierte la noción misma de sentido íntimo al dejar de lado la correlación entre el psiquismo y la conciencia. .
Le queda entonces a la psicología la posibilidad de convertirse en una ciencia del comportamiento y las reacciones. El callejón sin salida no por eso deja de ser temible ya que, apoyándose en la biología, se hace en ese caso "instrumento de una ambición de tratar al hombre como instrumento", lo que la lleva a ahogarse en el test, el peritaje y los procedimientos de orientación y selección. Después de este feroz asesinato, Canguilhem asesta a la psicología un último golpe, al pronunciar una frase que se hará célebre por su ambigüedad misma: "Cuando uno sale de la Sorbona por la rue Saint Jacques puede subir o bajar. Si uno va subiendo se acerca al Panteón, que es el conservatorio de algunos grandes hombres, si uno va bajando, con seguridad se dirige al Departamento de Policía." En ésta ocurrencia, el autor parece dejarle un callejón sin salida a la psicología: debe elegir entre subir al Panteón de los Grandes Hombres - pero allí no hay ningún psicólogo enterrado - o deslizarse hacia una tecnología del peritaje - y allí está su verdadero lugar. (2) Esto equivale a hacerle a la psicología una propuesta de "venirse abajo" que no puede rechazar.
¿Pero por qué en 1956 Canguilhem se empeña en demoler esa falsa ciencia que no tiene ni objeto, ni identidad?. ¿Por qué tal violencia?. ¿Es tan amenazadora la psicología?. No cabe duda de que aquí Canguilhem ataca un edificio construido desde 1949 por su amigo Daniel Lagache, que fue condiscípulo suyo en la Ecole Normale Supérieure en la promoción de Sartre y de Nizan, y por quien siente una viva simpatía.
En efecto, tal como está construida, la conferencia de 1956 se presenta como una respuesta política y teórica al programa universitario que Lagache estableció a partir de su lección inaugural sobre "la unidad de la Psicología".(3) Después de haber sucedido a Paul Guillaume en la cátedra de psicología general, Lagache habla elegido resucitar la antigua psicología clínica inventada por Pierre Janet, en contra de la tradición de un psicoanálisis médico representado por Sacha Nacht y la Sociedad Psicoanalítica de París, y en contra del retorno a Freud preconizado por Lacan. Utilizado una sola vez por Freud en una carta a Fliess del 30 de enero de 1899, (4) el término había caído en total desuso a medida que se expandía el freudismo en Francia, es decir. a medida que la psicología como ciencia del sentido íntimo se encontraba suplantada por un saber freudiano introducido en el terreno de un janetismo dominante.
Desde el punto de vista teórico, el término psicología clínica estalla en pedazos en cuanto el método psicoanalítico construye su clínica sobre la renuncia a la observación del enfermo, y sobre la interpretación de los síntomas en función de una escucha del discurso del inconsciente. Por esa razón, Freud no conceptualiza el término que pertenece al vocabulario de Janet.
En la perspectiva janetiana, el término es utilizado con el fin de retirar a la medicina el privilegio de la mirada ejercida junto a la cama del enfermo: se trata de dotar a la ciencia psicológica de una competencia clínica. Fundado en la investigación y la descripción de las conductas, ese enfoque recusa el inconsciente en beneficio del subconsciente y rechaza la estructura en beneficio de las funciones.
En el mismo momento en que el janetismo dejó de usarse, Lagache reactualizó las antiguas fórmulas para favorecer, por la vía universitaria, la expansión de la Laïenanalyse (análisis practicado por los médicos). En ese combate, obra del mismo modo que su ilustre ancestro, volviendo a verter la clínica en la psicología con el fin de dotarla de una "medicina" que no deba nada a la enseñanza médica. Pero mientras Janet era un antifreudiano convencido, Lagache es un estricto freudiano. No sólo porque es un profesional del psicoanálisis, sino porque es, desde 1953, uno de los fundadores del segundo grupo psicoanalítico francés. Por eso ocupa una posición imposible de mantener que consiste en querer integrar el freudismo al janetismo bajo la categoría de una cientificidad de la psicología cuyo principio seria el de su unidad. Según Lagache, se deben unificar la rama de la psicología denominada "naturalista", que comprende el behaviorismo y las teorías del aprendizaje (con la estadística y la experimentación) y la rama denominada "humana", que reúne la psicología y el psicoanálisis definido como "ultraclínico", estando las dos emparentadas con una fenomenología proveniente de Karl Jaspers.
Ese programa es el que Canguilhem hace pedazos en la medida en que, a través de él, se perfila el peligro de un despliegue abusivo del modelo psicológico en la enseñanza de las materias nobles. Ese modelo amenaza, por ejemplo, con imponer a la filosofía una falsa teoría del sujeto pensante, y sobre todo, con transformar a los profesores en psicopedagogos o animadores socioculturales. Sin duda, el combate canguilhemiano hoy merecería ser reactualizado ya que el modelo psicológico ha invadido victoriosamente el edificio escolar y universitario, a tal punto que la gestión de los fenómenos relacionales prima sobre la transmisión del saber.
Si en 1956 la conferencia de Canguilhem puede leerse como un asesinato teórico y político del gran proyecto unitario de Lagache, diez años más tarde se volverá el arma de un nuevo combate al que el autor no la destinaba. En 1966 Canguilhem da su autorización para reeditar el texto, cuando se lo pide el equipo de trabajo de los Cahiers pour l'analyse, publicados por el círculo de epistemología de la ENS. Enseguida
...