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Sociedad Y Adolescencia


Enviado por   •  15 de Agosto de 2013  •  2.030 Palabras (9 Páginas)  •  434 Visitas

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Ensayo: Sociedad y adolescencia

Erick H. Erikson

El objetivo del autor en este libro es simplemente presentar algunas dimensiones motivacionales en la situación vital total de un individuo que llega a formular algo “nuevo”.

Según Erikson, los efectos de la crisis de identidad es psico y social significa un enfoque psicoanalítico, que su aspecto “psico”:

1. Es parcialmente consciente y parcialmente inconsciente: Es un sentido de continuidad e igualdad personal. Pero es también una cualidad del vivir no-consciente-de sí mismo.

Entiendo por este punto que aquí se unifica todo aquello en forma irreversible como lo es el temperamento, talento, vulnerabilidad, los modelos infantiles que con elecciones se la han puesto roles disponibles y posibilidades ocupacionales, amistades hechas u encuentros sexuales. Todo esto se encuentra dentro de pautas culturales e históricas tradicionales o de nuevo cuño.

2. Se encuentra acostado por la dinámica del conflicto y puede conducir a estados mentales contradictorios.

Tales estados pueden ser un sentido de vulnerabilidad exacerbado y alternativamente otro con grandes perspectivas individuales.

3. Posee su propio periodo evolutivo del cual no podía llegar a aun crisis, ya que las predicciones somáticas, cognoscitivas y sociales aun no se encuentran dadas.

Entiendo a este periodo de desarrollo como adolescencia y juventud, en la cual la crisis de identidad depende parcialmente de factores psicobiológico, que aseguran la base somática a un sentido coherente de mismisidad vital de un organismo.

4. Se extiende tanto al pasado como al futuro; está enraizado en las etapas de la infancia y dependerá de su preservación y renovación de cada una de las etapas evolutivas subsecuentes.

Dentro de este punto se menciona que el aspecto social de la identidad, debe dentro de la dimensión comunitaria un individuo encontrase a sí mismo. Para esto debe primero haber apoyo de los modelos parentales y después de modelos comunitarios.

El autor explica las complejidades inconscientes como:

1. Dice que la crisis son perceptibles marcadamente en algunos jóvenes y algunas clases. Pero también esta crisis de identidad se puede presentar sin ningún ruido. En otros adolescentes la crisis estará claramente señalada como un periodo crítico intensificado mediante la disputa colectiva o el conflicto individual.

2. La formación de identidad posee un aspecto negativo, que puede permanecer como un aspecto rebelde de la identidad total.

Entiendo que esta identidad negativa hace que lo jóvenes se sientan diferentes, se muestren atípicos a cualquier cosa. Por lo contrario también se puede manifestar en ira específica donde la identidad del joven pierda la perspectiva de una integridad garantizada.

3. La naturaleza del conflicto de identidad depende del pánico latente infiltrado dentro de un periodo histórico.

El autor clasifica tres formas básicas de la aprensión humana:

1. Medios despertados por hechos nuevos: Descubrimientos e inventos que cambian y expanden en forma radical la totalidad de la imagen del mundo.

2. Ansiedades despertadas por peligros simbólicos percibidos vagamente como una consecuencia de la desintegración de las ideologías existentes.

3. Temor de un abismo existencial desprovisto de significado espiritual.

Se dice que en nuestro tiempo un estado de confusión en la identidad, no anormal en sí mismo, parece estar acompañado por todos los síntomas neuróticos o casi psicóticos a los que la persona es propensa con base en su constitución, experiencias tempranas y circunstancias malignas.

El autor del libro retoma a Freud con el tema de resistencia interna en la cual responsabiliza a la represión, una cualidad defensiva y anticonsciente de la mente que cualifica al inconsciente como mucho más que lo no consciente. Ya que las pulsiones y deseos, recuerdos y fantasías, reafirman su derecho al reconocimiento y a la resolución, de forma indirecta como el disfraz simbólico de los sueños y ensueños diurnos, en síntomas de comisión y de omisión.

Otro concepto que retoma de Freud es la transferencia que es una tendencia a experimentar a otra persona como comparable a una figura importante de pasado preadulto. La respuesta que se espera en un adolescente es la implicación mutua, bajo condiciones favorables, capacidades de lealtad filial y que se puede apoyar el crecimiento personal y la innovación creadora del adolescente.

Erickson relata cómo es que fue su vida personal y como los problemas de identidad se agudizaron con ese cambio durante la pubertad, cuando se vuelven inevitables las imágenes de roles futuros. Después se dio cuenta que lo que sucedió fue una identificación ambivalente con su padrastro, mezclada con una búsqueda de su propio padre místico. Según Freud, tenía una especie de identidad de hijastro favorecido la que le hacía dar por sentado que debería ser aceptado ahí donde no pertenecía plenamente.

Por tanto la identidad psicoanalítica de Erickson no quedo completamente establecida hasta mucho tiempo después, cuando con la ayuda de su esposa se volvió psicoanalista. Él y su esposa se establecieron en Boston, donde un año anterior había sido fundada una sociedad psicoanalítica.

Erick observó que los problemas de identidad se volvían urgentes dondequiera que llagara la norteamericanización y que algunos jóvenes empezaban a tomar en serio no solo la postura de los self made men, sino también la cuestión de adultez como un preocuparse de aquello que estaba siendo adoptado en el establecimiento de una identidad industrial.

El autor del libro describe el síndrome de la confusión de identidad como un padecimiento central peligroso para la totalidad de la interacción de un organismo mental con su medio ambiente del hombre ya que es el universo social compartido. Los síntomas de la confusión de identidad podían ser encontrados en la esfera psicosomática al igual que en la psicosocial, en el tiempo al igual que el individuo. Es por eso existen 3 ordenes en los que el hombre vive en todo tiempo.

1. El orden somático por el cual un organismo busca mantener su identidad en una renovación constante de la mutua adaptación del medio ambiente.

2. El orden yoico es la integración de la experiencia y conductas personales.

3. El orden social mantenido unido por organismos yoicos que comparten una ubicación histórico-geográfico.

Erickson dice que la identidad durante la adolescencia debe de integrar formas nuevas de experiencias intensivas ya que el orden social debe proporcionar una identidad renovadora para sus nuevos miembros, para así poder renovar su identidad colectiva.

Otro punto que en lo personal se me hizo muy importante es que para obtener los orígenes de la infancia se debe preguntar ¿Por qué? Y ¿De qué modo el medio social inicia, refuerza y agrava los conflictos infantiles específicos? y hace de su resultado una parte de los fragmentos de identidad positiva y negativa que influirán entre sí en la adolescencia.

En este libro se retoma el concepto de Superyó donde se dice que le niño internaliza las prohibiciones, que son percibidas y aceptadas con los limitados medios cognoscitivos de la infancia temprana y preservadas a lo largo de la vida con un sadomasoquismo primitivo inherente a las propensiones moralistas innatas del hombre.

Es por eso que la fuerza del yo parece depender no sólo de la experiencia preadolescente del individuo (incluyendo superyó), sino también del apoyo que recibe de subculturas adolescentes y del proceso histórico en desarrollo.

Como conclusión a lo anterior puedo decir que en ninguna etapa y crisis podrían ser formuladas sin una caracterización del mutuo acoplamiento de la capacidad del individuo para relacionarse con un espacio vital cada vez mayor de personas e instituciones y también la disposición de estas personas e instituciones para hacerle partícipe de preocupación cultural presente. Esto determina la naturaleza de la crisis de identidad.

Otro punto importante que retoma del psicoanálisis es que tan solo obteniendo insight respecto a la naturaleza de su medio de observación pueden renovarse a sí mismos.

En cuanto a términos psicosociales la crisis de identidad representa la ansiedad de la mismisidad, el temor de la existencia individual limitada por muerte. Pero es olvidado cuando el joven adulto asume responsabilidades y es forzado a participar en la jerarquía de la sociedad. A la larga el Yo trasciende su superdefinido yo y encara el dilema de la existencia vs la política.

El autor explica que la ritualización en el hombre debe consistir en un interjuego acordado por lo menos entre dos personas que lo repitan a intervalos significativos y dentro de contextos recurrentes; y este interjuego debe poseer un valor adaptativo para los respectivos yos de ambos participantes.

Erickson dice que esta mutualidad de reconocimiento que permite la supervivencia, se vuelve la raíz ontogenética de un elemento omnipresente en la ritualización humana y en el ritual maduro. La primera afirmación imprecisa en todo ritual es un elemento numinoso donde la sensación de una presencia es sacralizada. Mientras que el efecto emocional es una sensación de separación trascendida, y a la vez de distinción confirmada.

Con relación a lo anterior la esperanza se ve alimentada posteriormente por todas aquellas ritualizaciones y rituales que combaten un sentimiento de abandono y desesperanza y que en su lugar prometen una mutualidad de reconocimiento, cara a cara, por toda la vida hasta que lleguen a “conocer como sean conocidos”.

Como conclusión al tema de ritualización puedo decir que proporciona un primer paso para el desarrollo gradual de una identidad independiente, que en la adolescencia quedara sellada por rituales diversos de confirmación que significan un segundo nacimiento.

Menciona Erickson la duda de si mismo y la vergüenza oculta unida a la necesidad de eliminar parte de sí mismo, al igual que en la supresión de los impulsos, crea en el hombre una cierta ira justa que puede enfrentar al padre contra la madre, al padre contra el niño y al niño contra sí mismo.

Como el adolescente se encuentra en constantes cambios vienen momentos en su vida donde le surgen dudad de sí mismo, donde puede manifestarse con ira contra los padres.

Las etapas ontogenéticas de la ritualización explicadas por Erickson son la siguientes: la infancia lleva a cabo en por medio de la mutualidad del reconocimiento, en la niñez por medio de la discriminación de lo bueno y lo malo, en la edad del juego por medio de la elaboración dramática u teatral por medio de los avances madurativos de la edad de juego. En la edad escolar se dan las reglas y perfección de ejecución. En la adolescencia por la solidaridad de convicción. Para que en la adultez se llegue a la confirmación generacional de todos los aspectos anteriores.

Es aquí donde el papel de los padres es fundamental para establecer los primeros ritualizadores en las vidas de sus hijos, al mismo tiempo ellos son los consumidores de los rituales disponibles en los que la ritualización de su infancia encuentra eco y reafirmación.

El autor llama adolescencia intensificada, a la fase crítica marcada por la exasperación recíproca del conflicto interno y la desorganización social.

Según lo que entendí la confusión de identidad caracteriza aquellos estados en lo que existe un empobrecimiento y una disipación de las ganancias emocionales, cognoscitivas y morales dentro de un transitorio estado grupal, en un renovado aislamiento, o en ambos.

El proceso de adolescencia incluye la restauración de las posiciones preadolescentes, de la infancia en adelante para poder integrar todos los beneficios de la infancia dentro de un estilo de adolescencia tanto individual como colectiva.

Otro aspecto muy importante en la vida de un adolescente según lo que leí y entendí que un aspecto importante para un adolescente es la fidelidad, la capacidad de ser leal a una visión del futuro.

SI la ira de los padres e hijos no es educada reflejara que no puede manejar su propia violencia. Ya que las acciones de los jóvenes son siempre por necesidad, reacciones a los estereotipos sostenidos frente a ellos por sus mayores.

Considero que es cierto que los adolecentes de hoy y de mañana están luchando por definir nuevos tipos de conducta que sean aplicables a su vida.

Como conclusión puedo decir que todas las persona sufrimos una sobreacomodación para obtener otra consolidación de una nueva imagen del mundo, donde tenemos que ser o no ser para lograr dicha consolidación.

Por eso es que el psicólogo o los padres debe de orientar reconociendo y cultivando una capacidad ética en la juventud de mayor edad, especifica para su edad, porque existen factores específicos según la edad, que hacen necesaria una diferenciación entre la moralidad y la ética.

Bibliografía:

“Sociedad y adolescencia”

Autor: Erik H. Erickson

Editorial: Siglo XXI

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