ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Sociedad violenta

Araceli1103Ensayo12 de Septiembre de 2014

4.476 Palabras (18 Páginas)181 Visitas

Página 1 de 18

Sociedad violenta:

Modelos e ideologías para mediar las relaciones humanas

Los conflictos son inherentes a la naturaleza humana, se podría definir el conflicto o los problemas como la contraposición de voluntades e ideologías, esfuerzos y contra-esfuerzos por la resolución de “algo”, y viviendo en un mundo tan basto en ideologías y creencias que todas pugnan por ostentar, la verdad, es probable que nos encontremos con demasiados conflictos.

Y si los conflictos son inherentes por entorno y naturaleza del ser humano, habríamos de hacer algo para llevarlos a buen término, no son ni buenos ni malos y su calidad de provechosos o dañinos queda supeditado en como se resuelvan. Lamentablemente la violencia representa la salida más destructiva y menos provechosa de los conflictos. Más lamentable es que aún es la salida más socorrida por el ser humano.

Muestra de esto es que vivimos en una sociedad incuestionablemente violenta. Sólo hace falta observar nuestro entorno para poder vislumbrar muestras de esta violencia, no obstante también hay que puntualizar que los actos violentos no son solamente aquellos que podemos observar en nuestra realidad cotidiana e inmediata, es decir violencia física y psicológica, de la cual México se encuentra colmada, también se puede calificar como violencia la coerción económica entre las naciones y a las agresiones flagrantes a la soberanía de los pueblos.

Hagamos un esbozo de la realidad violenta:

En instancias internacionales encontramos actualmente conflictos por el gobierno que terminan con el derrocamiento violento de dictadores en Egipto y Libia, estados con políticas intervencionistas como Estados Unidos financiando estos ataques y llevándolos por medio de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN). Observamos naciones europeas con Índices de Desarrollo Humano (IDH) enormes pero que desgraciadamente sus economías se encuentran basadas en países en vías de desarrollo donde su explotación y mano de obra mal pagada incita a disturbios violentos.

En cuestiones internas de los estados podemos encontrar puntos focalizados donde la violencia de género son problemas alarmantes, donde la discriminación y antisemitismo son factores bombas de tiempo que se encuentran latentes para fomentar actos violentos.

El caso de China, por ejemplo, apunta para que en los próximos años gane la carrera de las potencias mundiales, no obstante su economía se encuentra basada en cuartear y violentar los derechos de libertad de expresión sus ciudadanos.

Volviendo la mirada hacia México, los dieciséis estados que preparan leyes para censurar comentarios (en los ámbitos informáticos) que critiquen al gobierno, la ley de seguridad nacional donde se pretende facultar al ejercito mexicano para intervenir en protestas, más cerca y más visiblemente encontramos las oleadas de violencia que trae el narcotráfico, las acciones que se han tomado al respecto y la violencia e inequidad de genero en las que vivimos inmersos.

La lista es interminable pero nos servirá como un marco de referencia para comprender a profundidad (o al menos intentar) el problema de cómo los conflictos derivan en violencia, ahora abordemos el problema desde aquellas religiones, modelos económicos e ideologías que intentan conciliar las relaciones del ser humano y veamos en que punto han fracasado.

Abordemos primero el problema desde una perspectiva netamente filosófica, echando un vistazo a la ética y a la moral, dado que estas dos entidades están íntimamente ligadas a prevenir los actos violentos.

La ética como rama y problema de la filosofía tiene un contenido primordial, que atañe hasta nuestros días a los modernos filósofos, vestigios de esto son encontrados desde los discípulos de Pitágoras, donde intentaron aplicar las teorías matemáticas al tema de la conducta humana. Poco después Sócrates mantenía que deberíamos saber lo que es el valor, la justicia, la ley y el gobierno, antes de que podamos ser valientes, buenos ciudadanos y que toda ignorancia podría ser traducida como pecado, no obstante no dio definiciones al respecto, ni medidas para liberar a la humanidad de su ignorancia. Su discípulo Platón continuo con la línea de su maestro, sostenía que para llegar a esas verdades uno debería entrar en el mundo de las ideas por medio del razonamiento y sólo entonces se lograría hacer las definiciones exactas y correctas sobre estos temas, y no fue hasta la llegada de Aristóteles que por primera vez en la historia se contemplo como cualidad humana el poder estar en lo correcto y en lo incorrecto gracias a la lógica aristotélica (aunque ya la tenía innatamente).

A partir de aquí podemos aventurarnos en análisis de los actos humanos, ¿es correcto o incorrecto agredir a mi semejante?

Aunque ya podemos acceder a un análisis de esto basándonos en la lógica aristotélica, nos encontramos con que la violencia se sigue suscitando y las líneas de razonamiento de los filósofos no encuentran una solución funcional al tema de la ética como lo demuestran los actos violentos de la sociedad.

Para fines prácticos definamos a la ética como la racionalidad hacia el más alto nivel de supervivencia del individuo, es decir, utilizar la razón como principal objeto para poder decidir nuestros actos, ¿en qué momento falla la razón humana al derivar en actos violentos carentes de todo pensamiento racional?

Al parecer aunque definamos la ética y la comprendamos fracasamos como colectividad en su aplicación. En este aspecto: seguimos siendo violentos.

A manera de resumen entendemos entonces que la filosofía al servicio de la humanidad con sus respuestas del uso de la ética, fracasa pues se han visto rebasadas por las oleadas de violencia que vivimos.

Quizás el fracaso de la ética en este sentido se debe a que es una cuestión completamente teórica, pues según Platón, pertenecía al mundo de las ideas. La moral en cambio refleja sentido práctico en las sanciones que implica violarla, entonces demos el siguiente paso en la historia humana, un sistema que integre la moral y praxis de preceptos que guíen la buena convivencia humana: La moral y la religión con sus dogmas.

Encontramos que la moral o los principios morales deberían definirse como códigos de buena conducta establecidos por la experiencia humana, para servir como un criterio uniforme para la conducta de los individuos. Los principios morales son en realidad leyes, y esto lo vemos reflejado en que la actualidad buena parte de nuestras leyes, códigos penales, y códigos de buena conducta se encuentran todos sustentados en los principios morales provenientes del Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.

El violar estos preceptos morales constituye una sanción a quien se atreva a transgredir las normas establecidas y el resultado directo del desacato de la moral se ve en la creación de instituciones que velen por impartir justicia. Un individuo que en lo particular no puede poner la ética dentro de sí y rompe los preceptos morales, las instituciones castigan los actos antiéticos e inmorales, estas instituciones sobreviven hasta nuestros días y no desaparecerán mientras el ser humano no pueda regirse por medio del uso de la razón y los preceptos morales.

Los modelos religiosos intentan acercar la moral a los dogmas para mediar las relaciones humanas, y una doctrina religiosa en específico que sostiene el “amar al prójimo como a ti mismo” es el cristianismo, donde la anterior afirmación es una verdad absoluta, inmutable y necesaria para poder acceder en plenitud a las cuestiones espirituales. Vemos históricamente con las bases del cristianismo a la moral y al dogma religioso velando sobre la convivencia humana.

La no violencia se logra en este sentido a través del seguimiento del dogma cristiano y de la interpretación de la Biblia, pero este modelo se vio rebasado completamente en la belicosidad que refleja la religión cristiana a lo largo de su historia. Negar el uso de la razón y la ética sume a la humanidad en periodos realmente violentos en los que las injusticias auspiciadas por la iglesia eran el pan de cada día de las personas.

Al parecer el negar la razón y guiar todo el actuar del ser humano por medio de los dogmas religiosos presenta un problema muy marcado en la concepción de la violencia, en este sentido la religión al apoyarse completamente en preceptos morales férreos deriva en juicios etnocentristas que engendran guerras a lo largo y ancho de la historia que podemos ver hasta nuestros días y engendra también sentimientos fanáticos y de desigualdad de genero, problemas que heredamos aún ahora. Entonces encontramos que el principal error en este aspecto es el suponer que con los dogmas y los preceptos morales se puede juzgar a los individuos que no participan de la misma cultura. El problema práctico de la moral es que no es transponible en las cuestiones geográficas.

El uso indiscriminado de la moral con dogmas sin uso de la razón acaba fracasando como modelo que intenta mediar las relaciones humanas y engendran a la larga desigualdad social con el llamado Derecho Divino (derivado precisamente de los dogmas y moral religiosa). Estas desigualdades sociales unidas al modelo económico del feudalismo imperante en esos tiempos, comienzan a generar movimientos reaccionarios violentos y descontento en la población en general. Entonces ¿debemos suponer que el asunto de la buena convivencia humana y de la no violencia no se encuentra relegado a cuestiones éticas del mundo de las ideas? (impracticas en el uso inmediato) ¿ni de los preceptos morales y dogmas? (que usados de manera indiscriminada nublan la razón del ser humano).

El siguiente

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (28 Kb)
Leer 17 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com