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Suicidio en adolescencia

albangp92Trabajo20 de Marzo de 2012

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Suicidio en niños y adolescentes

Indice

1. Consideraciones Generales

2. Suicidio en adolescencia

3. Mitos y falacias sobre el suicidio

1. Consideraciones Generales

Creemos conveniente partir del significado de la palabra suicidio. Deriva del latín y se compone de dos términos: sui, de sí mismo y caedere, de matar, lo que sería "matarse a sí mismo".

Para Durkheim, se trata de todo caso de muerte mediante una acción, producida por la víctima misma y ante la cual tiene absoluta consciencia del resultado a producirse.

Propone distintos tipos de suicidio:

a) El altruista, en el que la motivación hacia la muerte está originada por una rígida estructuración en la sociedad en la que se vive. La muerte en sí misma no es tan importante como preservar el "honor".

b) El egoísta, en el cual el individuo se orienta más por sus intereses particulares que por los de su grupo de referencia. No interesa lo que los demás opinen

c) El anómico, que se produce ante una confusión de valores sociales, que lleva a una crisis individual acerca del sentido de la existencia.

" Otros autores clasifican al suicidio según:

a) El origen: puede ser psicótico, neurótico, psicodisplásico o filosófico. En el psicótico la persona se halla desconectada de la realidad y de lo que pasa en su entorno. Sufre alucinaciones y tiene ideas ilógicas no aceptadas por los demás. El neurótico se caracteriza por manifestaciones teatrales con escasa intención real de suicidio. En el psicodisplásico, el psicópata dirige la agresividad hacia sí mismo. El filosófico se produce en personas que sienten un vació en su existencia.

b) La forma: puede ser impulsivo, obsesivo y refléxico. El primero se lleva a cabo súbitamente, sin avisos previos de la intención. El obsesivo se produce por una idea de autodestrucción, que resulta imposible rechazar. El refléxico se caracteriza por un análisis detenido de la idea de suicidio, siendo más frecuente en personas deprimidas.

En general, esta vez sin diferenciar los tipos anteriormente expuestos, existen factores, denominados de riesgo que pueden dar indicios sobre la posibilidad de una conducta suicida en un individuo. Algunos de ellos son:

" Ideacion suicida: es el más importante indicador de suicidio, pues se refiere a la existencia misma de la idea.

" Intentos previos: aumenta el riesgo de suicidios en un futuro.

" Plan y método: entre más estructurado sea el plan y más peligroso el método, mayor es el riesgo.

" Sexo: si bien los intentos de suicidio son más numeroso en mujeres, el 75% de los consumados corresponde a los hombres.

" Edad: las tasas de suicidio van aumentando con la edad, aunque las tentativas en personas jóvenes.

" Estado civil: está más presente en las personas viudas, solteras y separadas que entre las casadas.

" Pérdidas recientes: muerte de familiares, desaparición de un miembro de la familia.

" Trastornos psicopatológicos

A su vez, existen indicadores de la proximidad de un intento de suicidio:

" Hablar de suicidio.

" Interés sobre temas como el suicidio o la muerte.

" Despedidas y repartición de bienes.

" Recuperaciones espontáneas.

2. Suicidio en adolescencia

Particularmente, el suicidio entre los adolescentes ha tenido un aumento dramático en los años recientes, siendo la tercera causa de muerte más frecuente para los jóvenes de entre 15 y 24 años de edad, y la sexta causa de muerte para los de entre 5 y 14 años.

Los adolescentes experimentan fuertes sentimientos de estrés, confusión, dudas sobre sí mismos, presión para lograr éxito, inquietudes financieras y otros miedos mientras van creciendo. Para algunos adolescentes, el divorcio, la formación de una nueva familia con padrastros y hermanastros, o las mudanzas a otras nuevas comunidades pueden perturbarlos e intensificarles las dudas acerca de sí mismos. En algunos casos, el suicidio aparenta ser una "solución."

La depresión y las tendencias suicidas son desórdenes mentales que se pueden tratar. Hay que reconocer y diagnosticar la presencia de esas condiciones tanto en niños como en adolescentes y se debe desarrollar un plan de tratamiento. Cuando los padres sospechan que el niño o el joven puede tener un problema serio, un exámen psiquiátrico puede ser de gran ayuda.

Muchos de los síntomas de las tendencias suicidas son similares a los de la depresión. Los padres deben de estar conscientes de las siguientes señales que pueden indicar que el adolescente está contemplando el suicidio. Los psiquiatras de niños y adolescentes recomiendan que si el joven presenta uno o más de estos síntomas, los padres tienen que hablar con su hijo sobre su preocupación y deben buscar ayuda profesional si los síntomas persisten.

" Cambios en los hábitos de dormir y de comer.

" Retraimiento de sus amigos, de su familia o de sus actividades habituales.

" Actuaciones violentas, comportamiento rebelde o el escaparse de la casa.

" Uso de drogas o del alcohol.

" Abandono poco usual en su apariencia personal.

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" Cambios pronunciados en su personalidad.

" Aburrimiento persistente, dificultad para concentrarse, o deterioro en la calidad de su trabajo escolar.

" Quejas frecuentes de dolores físicos tales como los dolores de cabeza, de estómago y fatiga, que están por lo general asociados con el estado emocional del joven.

" Pérdida de interés en sus pasatiempos y otras distracciones.

" Poca tolerancia de los elogios o los premios.

" El adolescente que está contemplando el suicidio también puede:

" Quejarse de ser "malo" o de sentirse "abominable."

" Lanzar indirectas como: "no les seguiré siendo un problema", "nada me importa", "para qué molestarse" o "no te veré otra vez."

" Poner en orden sus asuntos; por ejemplo, regalar sus posesiones favoritas, limpiar su cuarto, botar papeles o cosas importantes, etc.

" Ponerse muy contento después de un período de depresión.

Si el niño o adolescente dice, "Yo me quiero matar" o "Yo me voy a suicidar", hay que tomarlo muy en serio y hacer una consulta a un psiquiatra de niños y adolescentes o a otro médico para que evalúe la situación. A la gente no le gusta hablar de la muerte. Sin embargo, puede ser muy útil el preguntarle al joven si está deprimido o pensando en el suicidio. Esto no ha de "ponerle ideas en la cabeza"; por el contrario, esto le indicará que hay alguien que se preocupa por él y que le da la oportunidad de hablar acerca de sus problemas.

Con la ayuda de la familia y con tratamiento profesional, los niños y adolescentes con tendencias suicidas se pueden recuperar y regresar a un camino más saludable de desarrollo.

3. Mitos y falacias sobre el suicidio

Siendo el suicidio un tema tabú en nuestra sociedad, parece existir una tendencia a ocultar el hecho y asumir que es un fenómeno poco frecuente. Si bien es cierto que en términos de proporciones no posee las mismas magnitudes que otras problemáticas (Infección por VIH, maltrato infantil, abuso y acoso sexual), no por esto podríamos decir que es una conducta que no se presenta entre algunos miembros de la población.

Por otra parte, las reacciones emocionales de las personas ante el conocimiento de un suicidio suelen pasar desde la estupefacción y sorpresa macabra hasta la consumación de otro suicidio. Así mismo, también se tiende a buscar culpables para poder dar una explicación lógica y aceptable a la muerte de alguien. En ese mismo sentido, también existen falsas creencias que podrían reconfirmar la actitud de negación y censura hacia el suicidio.

Los siguientes son algunos de los mitos existentes alrededor del suicidio y tal y como la evidencia lo señala, son más el desconocimiento y las falsas creencias las que prevalecen alrededor del tema (Wekstein, 1979; Davison & Neale, 1996).

1. Mito: Los que hablan sobre suicidio no lo llevan a cabo.

Hechos: De cada 10 personas que se suicidan, 8 habían advertido de forma clara sus intenciones suicidas.

2. Mito: El suicidio se produce sin previo aviso.

Hechos: Los estudios realizados muestran que las personas suicidas proporcionan muchos indicios y advertencias sobre sus intenciones suicidas.

3. Mito: Las personas suicidas están decididas a morir.

Hechos: La mayoría de las personas suicidas están indecisas entre vivir o morir; lo que hacen es apostar por la muerte dejando que sean los otros los que los salven. Casi nadie se suicida sin que los otros sepan cómo se sienten.

4. Mito: Una vez que una persona está en estado suicida ya lo estará siempre.

Hechos: Las personas que desean quitarse la vida están en estado suicida sólo por un tiempo.

5. Mito: La mejoría después de la crisis suicida viene a significar que el riesgo de suicidio se ha superado.

Hechos: Son muchos los suicidios cometidos al cabo de 3 meses de comenzada la mejoría, cuando la persona tiene la suficiente energía como para poner sus ideas y sentimientos mórbidos en práctica.

6. Mito: El suicidio es mucho más frecuente entre los ricos o, a la inversa, se presenta casi exclusivamente entre los pobres.

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