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Trabajo Y Desgaste Mental


Enviado por   •  30 de Marzo de 2015  •  2.009 Palabras (9 Páginas)  •  192 Visitas

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Introduccion

El siglo XIX y la lucha por la supervivenciaEste período del desarrollo del capitalismo industrial se caracteriza por el aumento de la producción, el éxodo rural y la concentración de la nueva población urbana.

La jornada laboral alcanzaba las 12, 14 o 16 horas; los niños eran utilizados en la producción industrial. Los salarios eran bajos y en casos no alcanzaban a cubrir el consumo mínimo imprescindible. Los períodos de desempleo ponían en peligro la supervivencia de la familia. La vivienda era reducida a un tugurio. Falta de higiene, promiscuidad, agotamiento, accidentes de trabajo y sub-alimentación potenciaban sus efectos y creaban condiciones de una fuerte morbilidad, gran mortalidad, y de una esperanza de vida reducida.

Frente a tal situación no se trata para la clase obrera de hablar de “salud”. Primero era necesario asegurar la subsistencia para luego ocuparse de la enfermedad. La lucha por la salud en esta época se identifica con la lucha por la supervivencia.

La intensidad de las exigencias del trabajo y de la vida amenazaban la mano de obra en sí misma que acusaba riesgos de sufrimiento específico conocido como miseria obrera. El movimiento higienista fue la respuesta social frente al peligro. La miseria asimilada a una enfermedad “permite introducir el lenguaje del aislamiento, de la erradicación, del desarraigamiento, del drenaje, o se de un cierto tipo de eficiencia”.

La higiene designó los medios a poner en práctica para preservar la salud de las clases altas y no de la clase obrera.

El cuestionamiento de la religión y de la familia representaron serias amenazas para el orden social, en una época en q los movimientos sociales y sindicales eran aún limitados.

En el momento en q la burguesía perdió su credibilidad y so buena imagen como humanista a causa de su comportamiento respecto de la clase obrera, se acudió a especialistas y sabios, más respetables y neutros q los patrones.

Paralelamente al movimiento de las Ciencias Morales y Políticas, q intentaron restablecer en el campo de los derechos morales y políticos la autoridad de la ciencia, del derecho y de la razón, aparece el movimiento de los “grandes alienalistas” suscitado por la curiosidad hacia fenómenos insólitos por su amplitud q son las “desviaciones” y los daños individuales al orden social.

En estas tres corrientes representadas por el movimiento higienista, el de las ciencias morales y políticas y el de los grandes alienistas, los médicos comenzaron a ocupar una posición clave, haciendo su aparición en el arsenal del control social, forjando el trabajo social.

Higienistas, moralistas y alientistas sólo pudieron responder a las desviaciones, mientras q otra forma de daño moral y social va tomando cuerpo en la solidaridad obrera, en los movimientos de lucha y en el desarrollo de una ideología obrera revolucionaria.

A este segundo peligro, se le dio una respuesta específica: la represión estatal. Frente a la amplitud del movimiento de organización de la clase obrera, era necesario encontrar nuevas soluciones. Los conflictos entre empleados y empleadores eran hasta entonces solucionados localmente. El patrón era libre de elegir las soluciones q quería. Pero el desarrollo del movimiento obrero conduce a huelgas más grandes en donde el Estado tiene una misión más importante q cumplir.

Por otra parte, la organización de los obreros otorga al movimiento de protesta una fuerza diferente q puede dejar en dificultad a la del empleador aislado. El Estado se convierte en el árbitro necesario.

La aparición de federaciones sindicales, asociaciones y partidos políticos obreros dan al movimiento obrero una dimensión significativa sobre todo a partir de la Comuna de París. Las reivindicaciones obreras acceden a un nivel propiamente político.

Las luchas tuvieron dos objetivos: el derecho a la vida y la construcción del instrumento necesario para su conquista: la libertad de organización.

La lucha por la reducción de la jornada laboral cubrió todo el siglo XIX. También las luchas obreras van a jalonarse a lo largo de todo el siglo.

Es a partir del final del siglo q son arrancadas las leyes sociales q conciernen específicamente a la salud de los trabajadores.

De la Primera Guerra Mundial hasta 1968

El movimiento obrero adquiere sólidas bases, y alcanza la dimensión de fuerza política q irá creciendo en el tablero de las relaciones de fuerza.

La organización de los trabajadores se tradujo por la conquista primordial del derecho a la vida incluso si las condiciones de existencia están lejos de ser homogeneizadas para el conjunto de la clase obrera.

Resguardar al cuerpo de los accidentes, prever las enfermedades profesionales y las intoxicaciones causadas por los productos industriales, asegurar a los trabajadores un adecuado cuidado y tratamientos convenientes a las clases más altas, son los temas centrales alrededor de los cuales se libran las luchas en el frente de la salud.

A partir de la guerra 1914-18 se observa un salto cualitativo en la producción industrial, esfuerzo de producción para las necesidades de la guerra, insólitas experiencias de la reducción de la jornada laboral en las industrias de armamento. El vacío dejado por los muertos y los heridos de guerra en la reserva de mano de obra, los esfuerzos para la reconstrucción, la reinserción de los inválidos en la producción, generan las condiciones de una transformación en la relación Hombre- Trabajo.

El Taylorismo será objeto de un estudio particular acerca de sus consecuencias sobre la salud mental, con sus repercusiones sobre la salud del cuerpo. El agotamiento físico no afecta única// a los trabajadores q hacen tareas pesadas, sino al conjunto de los obreros de la producción de masa. Separando radical// el trabajo intelectual y el trabajo manual, el sistema Taylor neutraliza la actividad mental de los obreros. No es el aparato psíquico el q aparece como primera víctima, sino más bien el cuerpo dócil y disciplinarizado, librado sin defensa a los impulsos de la organización del trabajo, al ingeniero de métodos y a la dirección jerarquizada de quien da las órdenes.

En estas condiciones aparecen luchas enérgicas para promulgar las leyes q reemplazarán la protección natural del “instinto de conservación”.

El movimiento obrero intenta obtener mejoras en la relación salud-trabajo, y medidas de mejoramiento aplicables al conjunto de los trabajadores.

La guerra favorece

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