Una Experiencia De Psicología Política En Una Comunidad Afectada Por La Violencia.

El presente ensayo tiene como objetivo destacar como una organización (DEMUS) trata de ayudar a mujeres de una comunidad rural llamada Q'ilimsanina afectadas por la violencia pero que además por generaciones han sido vistas como un ser vacio, donde no acostumbran a expresarse y dicha organización se enfrenta al reto de querer ayudarlas.

Tras las décadas de violencia política vividas en el país, y ante el llamado hecho a la sociedad civil por la CVR para que aquella reorientase sus acciones en solidaridad con las víctimas de tal violencia, DEMUS, consistente con su misión institucional, optó por definir un programa dirigido a ofrecer asistencia legal y acompañamiento psicológico a las mujeres víctimas de la violencia sexual durante el conflicto armado. Así, tomando en cuenta el Informe de la CVR, concentró sus esfuerzos en Q’illimsanina1, un distrito comunidad rural de la sierra central del país habitado por personas culturalmente andinas y quechuahablantes —especialmente en el caso de las mujeres—, donde la CVR había registrado un gran número de casos de violencia sexual perpetrada contra mujeres tanto por miembros de las Fuerzas Armadas como de Sendero Luminoso.

El objetivo general de dicho proyecto era: “Contribuir a los procesos de reconstrucción del tejido social de la comunidad, actualmente en curso, que buscan restablecer las redes de confianza y vínculo para generar las condiciones subjetivas que permitan el ejercicio de sus derechos así como el desarrollo individual y colectivo de los pobladores de Q’illimsanina”. Asimismo, junto con los objetivos específicos sobre asesoría legal e incidencia política, en términos de su línea psicológica, se propuso: “Ofrecer espacios de escucha y contención emocional a las mujeres víctimas de la violencia, y la población en general, así como espacios de prevención de la violencia sexual, sobre la base del afianzamiento de nuestro conocimiento acerca de sus vivencias, significados y experiencias de la violencia y en particular de la violencia sexual” (Eloy Neira Riquelme, Paula Escribens, 2010)

La constitución del proyecto se da bajo una propuesta de trabajo interdisciplinario donde las mujeres víctimas de violencia establecieran lazos con las abogadas y demás profesionales de las ciencias sociales del equipo de DEMUS, desde donde el inicio el trabajo fuera concebido como un proceso de aprendizaje.

El proyecto no era sencillo de poner en marcha y DEMUS reconoce su falta de experiencia en el tema, ya que se encuentra ante una comunidad que vive en la desesperanza, donde los vínculos afectivos se encuentran frágiles y con ausencia de reconocimiento.

De esta forma se integran al proyecto los ideales de la comunidad reconociendo así la existencia de relaciones de poder dentro de un orden de dominación patriarcal.

En términos prácticos, el trabajo desde la SMC parte de cuatro enfoques fundamentales que definen su compresión y acción: de derechos humanos, psicosocial, intercultural y de género. Además, se contemplan tres niveles de intervención: promoción, prevención e intervención clínica comunitaria, los cuales no se dan de forma aislada sino que dialogan y se retroalimentan, en tanto una

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