A que se da el Informe de lectura del libro Me perdieron

Informen Me Perdieron

Introducción

        Me perdieron trata de exponer historias personales de los jóvenes cristianos que se alejaron de la iglesia y a veces de la fe abriendo un panorama (amplia ventana) a nosotros que lo leemos para percibir que es qué pasa con un joven que salió de la iglesia. La pesquisa y los testimonios muestran que el joven pasa por situaciones descritas en el libro que hacen no que sienta que abandonó la iglesia y la fe cristiana y sí que la iglesia lo abandonó la iglesia lo perdió.

        El libro parte de 3 problemas principales de investigación.

• ¿El problema de la deserción realmente existe?
• Si existe, cuales son las razones por las cuales ellos dejan su fe y/o su conexión con la iglesia.
• ¿Por qué los jóvenes formados en buenos hogares cristianos deambulan cuando son adultos jóvenes?

En este trabajo de investigación se quiso escuchar acerca de las dificultades que tienen los jóvenes para permitir que el cristianismo tenga raíces en sus vidas en un período grande de tiempo, porque están repensando su fe y también identificar el crecimiento espiritual en el trabajo de las iglesias con ellos.

Trabajando en cuatro años con miles de millares de entrevistas antiguas y cerca de cinco mil nuevas y con mucha revisión bibliográfica y otros medios pudo tener una sintiese de tres realidades que según el autor necesitamos tener en mente sobre la nueva generación. Hago aquí un resumen de ellas:

1 – Aunque “…el compromiso de los adolescentes con la iglesia permanece firme, …muchos… no están madurando ni se están convirtiendo en discípulos fieles de Cristo mientras llegan a ser adultos.

2 – Cada historia de abandono es una y hay diferentes tipos de ellos, así como muchos jóvenes que nunca han abandonado la iglesia. No debemos generalizar las historias.

3 – “El problema de los que abandonan es, en su esencia, un problema de desarrollo de fe; … La iglesia no está preparando de manera adecuada a la próxima generación para seguir a Cristo fielmente…”

Fue percibido aún, que en la mayoría de las iglesias y parroquias el numero efectivo de jóvenes que asisten es muy pequeño, “una gota en el balde”^[1],  en comparación con el número de jóvenes que viven en las comunidades a cerca de estas.

Cada motivación y manera de alejarse es diferente y necesitamos tener eso en cuenta. Para entender eso nos cuenta la historia de tres personas que se encajan en tres grupos de alejados:

• Los nómadas: se alejan de la iglesia, todavía se consideran cristianos.
• Los pródigos: perdieron su fe y no más se consideran cristianos.
• Los exilados: tienen su fe, pero se sienten perdidos entre la cultura e iglesia.

Nómada - Kelly que tuve en tres momentos problemas en que las respuestas de las personas de la iglesia fueron muy negativas, hasta interfiriendo en su vida personal, así que después de esto ella mantiene su fe en Cristo, pero perdió su fe en la iglesia.

Pródigo -  Mike, por su amor por la ciencia e inteligencia preeminente tuve varios problemas con los líderes de su parroquia, hasta cuando decidió que no creía más en las historias cristianas. (Estos tienen más dificultad de regresar a su fe por su actitud cerrada).

Exilado – Nathan, pasó por la separación de sus padres y entonces en un momento de instabilidad dejó la iglesia y la fe, aunque el mismo que dejó “más la iglesia que la fe”^[2].

Los jóvenes de esta nueva generación no tienen una gran profundidad en la palabra de Dios, al punto de no tendieren preparación suficiente para soportar las nuevas presiones de la vida. Pasa con eso que, ellos no están dispuestos a asumir riesgos por causa del nombre de Cristo. La iglesia no está preparando con éxito los verdaderos discípulos de Cristo, hay fallas y brechas en esta tarea que deben ser concertadas. Muchos se sienten tocados en los sermones arrebatadores y programas, pero cuando van a sus casas como que se enfrían. Son tocados, aunque no se sientan llamados y con eso no se profundizan en las cosas de Dios.

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