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CONFLICTO JUDAÍSMO E ISLAMISMO


Enviado por   •  12 de Octubre de 2014  •  1.542 Palabras (7 Páginas)  •  341 Visitas

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ENSAYO “CONFLICTO JUDAISMO E ISLAMISMO”

Desde sus inicios el pueblo de Israel ha estado dividido después de la muerte de Salomón una insurrección abierta condujo a la separación de las diez tribus del norte y a la división del país en un reino norte: Israel, y un reino sur: Judea, en el territorio de las tribus de Judá y Benjamín.

En el reino de Israel, con su capital Samaría duró más de 200 años bajo 19 reyes, mientras que el reino de Judea, fue gobernado desde Jerusalén durante 400 años por un número igual de reyes de la casa de David. La expansión de los imperios asirio y babilónico conquistó primero a Israel y después a Judea. El reino de Israel fue vencido por los asirios y su pueblo fue llevado al exilio y al olvido. Más de cien años después Babilonia conquistó el reino de Judea, exilió a la mayoría de los habitantes destruyó Jerusalén y el Templo. La conquista babilónica puso fin al primer estado judío; pero no cortó la relación del pueblo de Israel; el exilio a Babilonia que siguió a la destrucción del primer Templo marco el comienzo de la diáspora judía. Ahí el judaísmo empezó a desarrollar un marco religioso y una forma de vida fuera de la Tierra, asegurando finalmente la supervivencia nacional y la identidad espiritual del pueblo y le infundió suficiente vitalidad para garantizar un futuro como nación. A pesar de que se dispersaron por toda Europa incluido Estados Unidos nunca dejaron atrás sus ideas tradicionales judías de regresar a su tierra prometida.

Por su parte el pueblo palestino desde el siglo XV hasta finales del siglo XX formado por tribus nómadas de religión musulmana hacían parte del imperio Otomano. Aunque el pueblo judío siempre había soñado con el retorno a la tierra prometida es a finales del siglo XIX cuando la utopía toma cuerpo con el nacimiento del sionismo. Durante la primera guerra mundial en la que el imperio Otomano participa del lado del austro-húngaro, Francia y gran Bretaña firman el acuerdo Sykes Picot por el que se reparte la región y Palestina queda bajo el control británico traicionando las promesas de emancipación hechas a los árabes a cambio de su participación en la lucha contra los turcos.

En 1917 el ministro británico de Asuntos Exteriores Lord Balfour envía una carta a barón Edmond de Rotschild, líder del movimiento sionista, en la que le transmite la aprobación de su gobierno a la pretensión de fundar un hogar nacional judío en Palestina. En 1919 el primer Congreso Nacional Palestino manda dos memorandos a Versalles, donde se estaban discutiendo las condiciones de la paz en los que exige la independencia. Tres años después la Sociedad de Naciones ratifica el mandato de Gran Bretaña sobre Palestina. En esta época se fragua el enfrentamiento entre la comunidad judía y la palestina, ante las sucesivas inmigraciones judías y la desigualdad entre su economía de subsistencia y el poder económico de los recién llegados. La tensión desemboca en revueltas y actos terroristas, acentuada por los procesos de independencia que dejan a Palestina como el único territorio del antiguo imperio sin emancipar. Londres trata de controlar la situación poniendo un filtro a la migración judía que pasa a ser ilegal. Estalla la segunda guerra mundial y los judíos se refugian en tierra santa. El problema lejos de atenuarse se vuelve incontrolable al final de la guerra y Gran Bretaña deja la cuestión Palestina en manos de las Naciones Unidas quien el 29 de noviembre de 1947 la asamblea general acuerda la partición de Palestina en un estado judío y otro árabe y declara internacional a Jerusalén. El 14 de mayo 1948 horas antes de que concluya el mandato de Gran Bretaña y comience el repliegue de tropas el jefe del gobierno provisional David Ben Gurion proclama el estado de Israel y lanza una ofensiva contra los palestinos, que se ven forzados al éxodo, lo que desencadena la primera de las guerras árabe-israelí.

Inicialmente se trataba de una disputa entre dos movimientos nacionalistas por un mismo territorio. Estos dos movimientos eran muy desiguales. El árabe palestino era un movimiento autóctono equiparable a los de los países vecinos, que reivindicaba el derecho a la libre determinación. El otro era un movimiento exógeno, europeo y de inspiración colonialista; que reivindicaba la reunificación de los judíos dispersos en la tierra de sus ancestros, y era totalmente ajeno a la realidad del lugar. Los primeros pasos del conflicto fueron propiciados por el colonialismo europeo que vio con buenos ojos el proyecto de colonización y modernización sionista.

Ni siquiera la guerra de 1948-49 resolvió de facto el desacuerdo sobre una partición del territorio tal como proponía la comunidad internacional. Sólo dio lugar a la creación del Estado judío sobre parte del territorio y la dispersión de los palestinos. El conflicto se complicó al implicar tanto a los países árabes vecinos que vieron a Israel

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