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Como Conocer La Voluntad De Dios


Enviado por   •  11 de Octubre de 2013  •  5.594 Palabras (23 Páginas)  •  451 Visitas

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¿Cómo conocer la voluntad de Dios?

Nuestra vida consiste en una serie de decisiones. Aunque algunas son de poca importancia, otras tienen gran significado y traen consecuencias de largo alcance.

En cierto momento, cada uno de nosotros define su postura con respecto a tres asuntos fundamentales. Primero, decidimos el papel que Dios y la religión tendrán en nuestra vida. Segundo, escogemos la carrera o profesión con que nos ganaremos el sustento diario. Tercero, resolvemos si nos casaremos o no y quién será la persona con quien formaremos un hogar.

A medida que avanzamos en la vida, seguimos haciendo decisiones.

¿Dónde estudiaremos y qué título obtendremos? Al completar los estudios, ¿buscaremos empleo o trabajaremos de manera independiente? ¿En qué localidad nos radicaremos? ¿De qué manera emplearemos nuestras ganancias? Si nos casamos, ¿tendremos hijos o no? ¿Y cuántos?

A través de los siglos, los seres humanos han utilizado diversos métodos para tomar decisiones. Algunos buscan el consejo de amigos de experiencia o consejeros de confianza. Otros abren la Biblia al azar para encontrar un pasaje orientador o esperan encontrar a Dios en un hecho sobrenatural, otros consultan a adivinos. Aunque Dios algunas veces se vale de algún modo especial o espectacular para manifestarse, ésta no es su manera acostumbrada.

Jesús aclaró este punto cuando hablaba a los escribas y fariseos que pedían una señal especial (Mateos 12:38,39). “Sólo una nación perversa e infiel pediría más señales; Pero no se les dará ninguna más excepto la señal del profeta Jonás”.

El profeta Elías también se enteró de que Dios no necesitaba de medios sobrenaturales para comunicar su voluntad.

En 1 de Reyes 19: 11-12 leemos: “Sal y ponte delante de mi presencia en la montaña, le dijo Jehová. Elías se paró allí y Jehová pasó, y un fuerte viento azoto las montañas. Era tan terrible que las rocas se partían y saltaban, pero Jehová no estaba en el viento y después del viento hubo un terremoto pero Jehová no estaba en el terremoto y después del terremoto hubo fuego, pero Jehová no estaba en el fuego. Después del fuego oyó un susurro suave y apacible”. Elías comprendió que Dios hablaba por medio de un susurro suave y no necesariamente por medios espectaculares.

Ojo: El que quiera conocer la voluntad de Dios debe primero comprometerse a hacerla.

Como cristianos, queremos hacer la voluntad de Dios cada vez que nos encontramos frente a decisiones significativas. Cuando hablamos con el Señor en oración, a menudo repetimos las palabras del Padrenuestro, que incluye esta petición: “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10). ¿Qué nos enseña la Biblia acerca de la voluntad de Dios?

El significado de la palabra voluntad

La palabra “voluntad” tiene tres significados básicos, que se aplican tanto a Dios como a los seres humanos.

Voluntad: la capacidad y el poder de elegir.

Dios posee la capacidad de decidir y la ha ejercido siempre. En cierto momento decidió crear el universo y poblarlo con seres inteligentes. También escogió ordenar este planeta y crear a Adán y a Eva para vivir en él. Más tarde eligió a Abraham y a sus descendientes para que fueran su pueblo especial. Asimismo decidió venir a este mundo como ser humano en la persona de Jesucristo para rescatarnos del pecado mediante su muerte y resurrección.

Dios nos creó con la capacidad de tomar decisiones, lo que constituye una parte importante de haber sido formados “a imagen de Dios”. De ahí que podemos elegir obedecerle o desobedecerle con consecuencias previsibles. (Ver Deuteronomio 30:15, 19, 20; Apocalipsis 3:20.) Dios respeta y protege nuestra libertad individual de escoger. Él anhela que, al tomar decisiones, elijamos bien y de esa manera desarrollemos nuestro carácter.

Voluntad: el deseo de realizar algo o de alcanzar un objetivo.

Dios, cuyo carácter es perfecto amor y perfecta justicia, siempre desea lo bueno para sus criaturas (Jeremías 29:11) y nunca se siente inclinado hacia el mal (Santiago 1:13). Él desea, por ejemplo, que todos los seres humanos alcancemos la vida eterna (1 Timoteo 2:3, 4) y que crezcamos espiritualmente (Colosenses 1:9, 10). Los seres humanos también sentimos el deseo de realizar algo o de alcanzar un objetivo en la vida. Con frecuencia, por causa del pecado que nos afecta, elegimos actuar de manera egoísta y perjudicial. El apóstol Pablo era consciente de su inclinación al mal: “No hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago” (Romanos 7:15, 20).

Voluntad: propósito firme, determinación o plan. Pablo se refiere al plan de Dios, quien “hace todas las cosas según el designio de su voluntad” (Efesios1:11). Su plan de salvación, por ejemplo, fue diseñado antes de la creación del mundo (1 Pedro 1:18-20). Cristo vino a este planeta en el momento preciso en la historia de la redención (Gálatas 4:4, 5). Dios conoce el día y la hora en que Cristo regresará en gloria a este mundo (Mateo 24:26, 27). También ha escogido el día en que juzgará a los seres humanos de todos los tiempos (Hechos 17:31). En algunos casos, Dios ha revelado aspectos importantes de su gran plan mediante profecías cuyo cumplimiento es preciso. Y en el capítulo 2 del libro de Daniel, por ejemplo, encontramos una secuencia de los poderes que han venido dominando al mundo desde el imperio babilónico hasta el fin de la historia. Y en el libro de Apocalipsis capítulos 2 y 3 se bosquejan las principales etapas de la historia del cristianismo.

Uno de los temas más interesantes para los cristianos es reflexionar sobre cómo Dios llevará a cabo su plan de acuerdo con su voluntad soberana, mientras permite que cada ser humano ejerza su libre albedrío. Esto inspiró al apóstol Pablo a exclamar: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” (Romanos 11:33).

La voluntad de Dios es la que se encuentra descrita en las Santas Escrituras.

El rey David en uno de los salmos relaciona estrechamente cumplir la ley de Dios con el cumplir la voluntad de Dios.

En Salmos 40:8 dice: "El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón".

De

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