EDUCACION Y PROYECTO DE VIDA

EDUCACION Y PROYECTO DE VIDA

Equipo episcopal de catequesis

INTRODUCCIÓN

La Iglesia tiene vocación de servicio para con las necesidades y problemas del hombre. En el documento “Educación y Proyecto de Vida” del Equipo episcopal de educación católica se intenta dar una orientación hacia la mejor forma de hacer posible la renovación de nuestra vida social y política de forma seria y profunda; la educación.

Renovación vida y esperanza:

Nuestro país se caracteriza por tener un sociedad esperanzada en el que aun hoy prevalecen valores como la familia, el respeto por lo religioso, la solidaridad. De esta manera se hace cada vez más consiente la necesidad de un cambio en la búsqueda de un mejor destino para nuestro país. Se ven los problemas, riesgos y defectos no como una pena, sino como un desafío a mejorar. Se trata de salvar al hombre de la deshumanización: alejarlo del materialismo, el egocentrismo, el individualismo, ayudarlo a preservar sus valores y a encontrarse con sí mismo.

El hombre tiene innumerables virtudes regaladas por el Señor. El tiene a su servicio la naturaleza y todos los seres que habitan en ella. Y ante todo, tiene el enorme regalo de la libertad, entonces; ¿qué sucedería si todos estos dones no fueran correctamente utilizados? Bien dicen que “…el hombre se destruye físicamente porque no se construye moralmente…” (Educación y Proyecto de vida, Equipo episcopal de catequesis. Pág. 6) e incluso El Evangelio cita: “¿De que le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida?” (Mt. 16, 16). Por esta razón, creemos que sin la educación todas las virtudes del hombre podrían volverse en su contra. Es a través de la educación donde se capacita para encausar su vida hacía un horizonte que le dé sentido a su existencia y vivir así, en plenitud.

Ocasión del documento:

En las últimas décadas, y mucho más en la actualidad, nos encontramos en momentos de grandes y continuos cambios. Estos son característicos del hombre y la sociedad, es lo que nos indica que estamos vivos y nos recuerdan que no somos seres pasivos dejando que la vida nos lleve, sino que estamos llamados a construir y gobernar nuestras propias vidas para encontrarle así el sentido a nuestra existencia.

Aunque los momentos de cambios son críticos y difíciles no significa que sean malos. Son ambivalentes y dependerá de nosotros (como individuo y sociedad) darles un significado positivo o negativo. Es por eso que se ponen en juego todas nuestras virtudes, pero sobre todo nuestras debilidades y debemos valernos de nuestra autocritica, nuestro compromiso y nuestra madurez para llegar a los mejores resultados.

Destinatarios del documento:

La Iglesia asume la tarea de educar como un servicio prioritario que no se reserva sólo a los fieles. Lo ve como una misión de la cual todos debemos ocuparnos con dedicación y responsabilidad buscando, dentro de nuestras posibilidades y contexto en el que estamos inversos, educarnos y educar. No quedan dudas que se educa más por lo que “somos” que por aquello que decimos.

Los primeros educadores de una persona son sus padres, su familia. En la actualidad la familia como institución familiar se ve seriamente amenazada y las debilidades que surgen de esta relación traerán consecuencias en los consiguientes niveles de educación. Aunque la escuela cumpla un rol importantísimo en la vida de un niño sus principales educadores seguirán siendo sus padres. Todo esto requiere, por parte de los profesionales de la educación, un dialogo que tenga en cuenta la amplia variedad de nuevos planteos y problemáticas que enfrentan hoy las nuevas generaciones.

También tiene gran importancia e influencia en la mente y los corazones de nuestros niños y jóvenes los MMC (Medios Masivos de Comunicación). Aunque sea de forma indirecta forman parte de la educación y por eso debemos exigir un mínimo de responsabilidad por parte de estos agentes.

Objetivo del documento:

El documento del Equipo Episcopal de Catequesis; “Educación y proyecto de vida” busca entablar un diálogo sobre los nuevos problemas que plantea la educación y la compleja realidad que ahora se nos presenta. Se propone definir con exactitud los fines de la educación sustentándose en:

 Formación integral de la persona en todas sus dimensiones

 Mirada personalista: el hombre es un ser libre, moral, capaz de amar. Un ser trascendente y con un valor en sí mismo que le impide convertirse en un mero objeto.

 Trascendencia hacia los valores y Dios; razón y fin supremos de la existencia.

 Carácter evangelizador del educador cristiano.

PARTE 1

EL QUEHACER EDUCATIVO

Capitulo 1

La verdad sobre el hombre, imagen directriz de la educación

Para pensar en la tarea de educar como una forma de ayudar al otro a lograr su plenitud debemos pararnos desde la concepción de hombre que dice que este es una persona en comunidad de personas. La imagen cristiana de hombre ve a éste como hijo de Dios, Ungido (elegido) sacerdote, profeta y rey.

Es difícil mantener esta concepción de hombre ya que hay muchos modelos atractivos que lo alejan de su “ser” esencial y convierten a la educación en manipulación.

Pero nosotros hablamos de un modelo de hombre que no tiene como meta el egoísmo del placer y del poder, sino que encuentra un sentido a su vida, un porqué y un para que existir. Un hombre que tiene metas que le permiten llegar a la plenitud.

La educación tiene como objetivo fomentar esta concepción de hombre buscando que este busque ser mejor más que hacer mejor.

Toda vida lleva en sí un plan (de Dios) y tiene un valor teológico. El hombre, además de poseer la capacidad de proyectar, es innatamente proyecto, un proyecto dinámico. Cuando decimos dinámico nos referimos a esa actividad interior que consiste en tomar conciencia de la realidad, buscar la verdad, reflexionar, elaborar experiencia, brindar amor, crear orden, belleza, meditar, contemplar.

El hombre se percibe a sí mismo como un ser “llamado a elegir un proyecto de vida en conformidad con su propio ser”. La educación consiste en llevar

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