El Catecismo presenta fiel y orgánicamente la enseñanza de la sagrada escritura como tradición

El Catecismo  presenta fiel y orgánicamente la enseñanza de la sagrada escritura como tradición, así como la herencia espiritual de los padres santos y santas de la iglesia, para profundizar los misterios cristianos y revivir la fe del pueblo de Dios, y con eso recoger aquellas explicitaciones de la doctrina que el espíritu santo a que han surgido a la iglesia a lo largo de los siglos.

El Catecismo por lo tanto contiene lo nuevo y lo viejo, pues la fe siempre es la misma. Para responder esta doble exigencia el catecismo de la Iglesia Católica recoge lo antiguo y tradicional dividiendo el contenido en cuatro partes: El Credo que es el misterio cristiano del objeto de la fe, La Sagrada Liturgia  con su celebración y comunicado mediante acciones litúrgicas con los sacramentos en un primer plano, El Obrar Cristiano para iluminar y sostener a los hijos de Dios en su obrar expuestos los con mandamientos y finalmente La oración cristiana, cuya expresión principal es el Padre Nuestro que expresa el objeto de nuestra suplica, alabanza e intercesión.

La Liturgia es por sí misma La Oración, la confesión de la fe tiene su justo lugar en la celebración del culto, la gracia es la condición insustituible del Obrar Cristiano, igual que la participación en la liturgia de la iglesia requiere fe, y si La Fe no se concreta en obras permanece muerta.

En la lectura del Catecismo de la Iglesia Católica se puede percibir la admirable unidad del Misterio de Dios, y su designo de salvación, como el lugar principal de Jesucristo, hijo único de Dios, formado en el seno de la Virgen Maria por el Espíritu Santo, que está siempre presente  en Los Sacramentos, es la fuente de la fe y el modelo del Obrar Cristiano y el maestro de La Oración.

2parte

El Catecismo de la Iglesia Católica que se aprobó el 25 de junio del año pasado. Cuya publicación ordena en virtud de la autoridad apostólica, atestiguada e iluminada por la sagrada escritura, la tradición apostólica y el magistrado de iglesia. Se declaró como regla  segura para la enseñanza de la fe, para que sirva para la renovación a la que el espíritu santo llame a la iglesia en peregrinación  a la luz sin sombra del reino.

Aprobar el catecismo de la Iglesia Católica y publicarlo con carácter de instrumento de derecho público, para  prestar a las iglesias particulares en paz y comunión para confirmar la fe de todos los discípulos del señor Jesús, y para fortalecer lazos de unidad en la misma fe apostólica.

Por lo tanto se pide a los pastores y a los fieles que reciben este catecismo que lo utilicen constantemente al realizar su misión de anunciar la fe. Este catecismo se les da para que lo utilicen de referencia con seguridad y autenticad en la enseñanza de la doctrina católica, y muy particularmente, para la composición de los catecismos locales.  El catecismo de la iglesia es ofrecido a todo hombre que pida razón de la esperanza que hay en nosotros y quiera conocer lo que cree la iglesia católica.

...