El karma en el hinduismo

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El karma en el hinduismo

Lee el texto que se presenta a continuación de un gurú de la India y desarrolla las actividades que se encuentran al final, a partir de lo leído.

Puedes cambiar tu destino

¿Por qué tan pocas personas alcanzan los sueños más profundos de su infancia?

¿Por qué tantas personas acaban diciendo: "Si sólo mi  jefe...",  "Si sólo  mi  salud...", "Si sólo mi suerte..."? La respuesta es sencilla. Les falta una cosa: pasión.

En el siglo II a.C., un astrólogo le dijo a un niño indio de siete años que, al mirar sus palmas, no tenía las líneas de educación necesarias para convertirse en un erudito. El niño entró en la casa, sacó un cuchillo, lo dibujó donde debía estar la línea y le preguntó al astrólogo: "¿Ahora puede ver la línea?". El niño era Panini, que llegó a ser uno de los mayores gramáticos de la historia del sánscrito.

En el hinduismo, la teoría del karma no es una teoría de esclavitud, como muchos interpretan, sino de liberación: Lo que se siembra, se cosecha.

Imagina que estás pisando el agua en el centro de un río que fluye. ¿Cuál es tu destino? Donde el río acabe, por supuesto. ¿Pero qué pasa si empiezas a nadar hacia cualquiera de las orillas o, con mayor esfuerzo, en dirección contraria a la

corriente? Entonces, casi cualquier punto de cualquiera de las dos orillas del río puede convertirse en tu destino. Incluso puedes elegir salir de ese río por completo y caminar río arriba o sumergirte en un río alternativo. Tu destino está sellado sólo si te niegas a hacer cualquier esfuerzo para alterar tu curso.[pic 4]

Bhagwan Swaminarayan repite con énfasis muchas veces en sus sermones de Vachanamrut, que nada es imposible con el cuerpo humano si uno está preparado para esforzarse lo suficiente, con regularidad y durante el tiempo suficiente. Es aquí donde la presencia o ausencia de pasión se convierte en el factor decisivo. La pasión es la sustancia que mantiene a las personas en marcha, alimentando un optimismo constante, a pesar de los formidables obstáculos que se interponen en su camino.

En una escuela de EE.UU., un niño que no tenía una educación estable porque procedía de un entorno extremadamente pobre recibió una vez el encargo de su

profesor de escribir una redacción sobre lo que quería hacer y llegar a ser cuando fuera mayor. Se pasó horas escribiendo durante la noche -más tiempo que cualquiera de sus compañeros- y dibujó un mapa de un rancho de 200 acres con pista de carreras y establos, etc. También incorporó un diagrama detallado de una mansión de 4000 pies cuadrados, además de una piscina. Una semana más tarde, su profesor le devolvió el trabajo marcado: "F. Véame después de clase". Estaba sorprendido y con el corazón roto. "¿Por qué me ha puesto un suspenso? Este es mi sueño". El profesor le explicó: "Tu redacción no es realista. Quiero evitarte el dolor y la frustración más adelante en tu vida. Escribe otra redacción y te pondré mejor nota".[pic 5]

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