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El objeto de la esperanza cristiana


Enviado por   •  12 de Marzo de 2015  •  Ensayos  •  1.005 Palabras (5 Páginas)  •  235 Visitas

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. EL OBJETO DE LA ESPERANZA CRISTIANA:

Mucha gente hoy día está esperando algo, sobre todo los que simpatizan con algún partido o con algunos candidatos. Unos esperan que salgan los que están para que vengan los que estaban antes, otros esperan que los que están sigan estando, y aún otros tienen la esperanza de que no ganen ni los que estaban ni los que están.

Hay una fuerte expectativa en estos días Y los cristianos no somos ajenos a estos procesos que vive nuestro país en este momento, nosotros los creyentes somos llamados a ser buenos ciudadanos de dos reinos, el reino de Dios y el de los hombres.

Cualquier elección debe ser motivo de interés para nosotros que nacimos y vivimos en Venezuela por la providencia de Dios

Pero si alguien nos pregunta cuál es el objeto de nuestra esperanza, qué es aquello que produce en nosotros un fuerte sentido de expectación, nuestra respuesta no será que gane fulano o zutano. Nosotros esperamos en la gracia que se nos traerá cuando Jesucristo sea manifestado.

Esa, y no otra, es la esperanza del cristiano. Por eso el gran día para nosotros es aquel que Dios ha señalado en Su calendario para el regreso en gloria de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Fue para tener ese esperanza viva que el Padre nos hizo renacer (comp. Fil. 3:20-21 ; 3:1-4 ; 1Ts. 1:9-10 ; Tito 2:11-13 ).

Hay dos elementos que debemos notar en el lenguaje que usa Pedro en nuestro texto para designar el objeto de nuestra esperanza. Por un lado nos dice que debemos esperar por completo “en la gracia que se nos traerá cuando Jesucristo sea manifestado”.

Esa herencia de la que disfrutaremos plenamente en aquel día es un obsequio de la gracia de Dios para Sus hijos. Como hemos dicho otras veces, “gracia” no sólo es aquello que Dios otorga en Cristo a quienes no lo merecen, sino más bien lo que el Señor otorga a quienes merecen lo contrario.

Si Dios nos pagara conforme a nuestros pecados lo que recibiríamos de Su mano no sería la gloria del cielo, sino la condenación del infierno. Pero por causa de Cristo y de nuestra unión con El, en vez de recibir lo que nosotros merecemos, el Señor nos otorga lo que Cristo merece. Eso es gracia.

Ahora bien, los cristianos ya disfrutan de esa gracia aquí y ahora; todas las bendiciones espirituales y materiales que recibimos de la mano de Dios cada día son un regalo de Su gracia, favores inmerecidos que Dios nos otorga en virtud de la obra de Cristo y la relación que tenemos con El por medio de la fe.

Pero la enseñanza implícita de nuestro texto es que las bendiciones que disfrutamos en el presente no se pueden comparar con las que disfrutaremos en el futuro. Ya somos beneficiarios de la gracia de Dios, pero Pedro nos exhorta a esperar la gracia que Cristo traerá consigo para nosotros en aquel día.

Vamos a ponerlo de esta forma: lo que

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