GUION MISA 50 AÑOS HERMANA ISABEL
frayhugo20074 de Marzo de 2014
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Congregación Hermanas del Purísimo Corazón de María
50 Años Vida Consagrada
Bodas de Oro
Hermana Isabel de la Trinidad Delgado Gallardo
1964 – 04 Marzo _ 2014
Madre Sara Cruchaga aconseja a las Hermanas sobre el Amor:
“Quiero que mis hijas derramen el Amor a manos llenas”.
“Sirvan humildemente, a los pobres y necesitados, especialmente a las familias”…
Jesús nos habla del Amor
“Este es mi mandamiento: Que se amen unos a otros como yo los he amado. El amor más grande que uno puede tener es dar la vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. San Juan 15, 12-14
San Alberto Hurtado, acerca del Amor:
“Comencemos por practicar la justicia, pues mientras no se ha cumplido la justicia no se puede pensar en caridad. Dar a cada uno lo suyo; y no pensemos solo en dar dinero, sino antes que todo Amor”.
“Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”. Salmo 39
Introducción:
La vida toda es DON, regalo que Dios nos hace cada día. Celebrar la vida con alegría y plenitud, es saberse amados por su DADOR y ser agradecidas.
Celebrar 50 años de Vida Consagrada, es un motivo muy especial para dar gracias por el don de la llamada que nuestra Hermana Isabel de la Trinidad Delgado Gallardo recibió por parte de Nuestro Señor Jesucristo, y la llamo e invito a seguirlo en la Congregación del Purísimo Corazón de María, consagrándole así su vida al servicio de los más pobres.
También es propicia la ocasión, para reflexionar con agradecimiento sobre la vocación que es pura gracia, DON del DIOS-AMOR; es mirar la vida pasada y presente con los ojos de ese DIOS que nos comprende y ama.
Hermana Isabel de la Trinidad Delgado Gallardo, Nació en Puerto Montt, en el seno de una Familia Católica. Hija de Pedro Delgado Canobra y María Elena Gallardo Torres.
Hija mayor de tres hijos, Mirta y Pedro sus Hermanos.
De sus Padres recibió el Amor y la Formación Cristiana, su familia le entrego valores como: la fe, el amor a la Iglesia, Santo Temor a Dios, la honradez y el sentido de Amor a los pobres y necesitados.
Ritos iniciales
Antífona de Entrada
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
Saludo
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión el Espíritu Santo estén con todos ustedes.
Y con tu espíritu.
Acto Penitencial
Hermanos: Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados.
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
Amén.
Canto de perdón:
Gloria
Gloria a Dios en cielo,
y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos,
te glorificamos, te damos gracias,
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;
tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros;
porque sólo tú eres Santo,
Sólo tú Señor,
sólo tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
Oración Colecta
Liturgia de la Palabra
Monición a las Lecturas:
El Señor quiere que vivamos siempre desde una actitud de contemplación y escucha a su Palabra, que estemos disponibles y aceptemos en todo momento su voluntad. Esto no se consigue desde las fuerzas humanas, sino que es Dios el que concede la gracia para llevar a cabo todo cuanto nos pida, como meros instrumentos en sus manos.
Su promesa perdura eternamente pese a las dificultades e infidelidades personales: “la Virgen está encinta y dará luz un Hijo…”. Que esta promesa sea el punto de partida de nuestro amor por los pobres y de nuestro Sí incansable y profundo al Señor.
Primera Lectura
Isaías 7,10-14; 8,10
Mirad, la Virgen está encinta
Volvió Yahvé a hablar a Ajaz diciendo: «Pide para ti una señal de Yahvé tu Dios en lo profundo del seol o en lo más alto.»
Dijo Ajaz: «No la pediré, no tentaré a Yahvé.»
Dijo Isaías: «Oíd, pues, casa de David: ¿Les parece poco cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios?
Pues bien, el Señor mismo va a darles una señal: He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.
Tracen un plan: fracasará. Decidan una palabra: no se cumplirá. Porque con nosotros está Dios.
Palabra de Dios.-
Salmo Responsorial: Salmo 39, 7-8a. 8b-9. 10. 11.
Antífona:
Aquí estoy, Señor, aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Nada más una sombra el humano que pasa,
sólo un soplo las riquezas que amontona,
sin saber quién las recogerá.»
Y ahora, Señor, ¿qué puedo yo esperar?
Ant.: Aquí estoy, Señor, aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
En ti está mi esperanza.
De todas mis rebeldías líbrame,
no me hagas la irrisión del insensato.
Ant.: Aquí estoy, Señor, aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Me callo ya, no abro la boca,
pues eres tú el que actúas.
Retira de mí tus golpes,
bajo el azote de tu mano me anonado.
Ant.: Aquí estoy, Señor, aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Segunda Lectura
Hebreos 10, 4-10.
Pues es imposible que sangre de toros y machos cabríos borre pecados.
Por eso, al entrar en este mundo, dice: Sacrificio y oblación no quisiste; pero me has formado un cuerpo.
Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron.
Entonces dije: ¡He aquí que vengo, pues de mí está escrito en el rollo del libro, a hacer, oh Dios, tu voluntad!
Dice primero: Sacrificios y oblaciones y holocaustos y sacrificios por el pecado no los quisiste ni te agradaron, cosas todas ofrecidas conforme a la Ley, entonces añade: He aquí que vengo a hacer tu voluntad. Abroga lo primero para establecer el segundo.
Y en virtud de esta voluntad somos santificados, merced a la oblación de una vez para siempre del cuerpo de Jesucristo.
Palabra de Dios.-
Monición al Evangelio
Con el Sí de María comienza una humilde obediencia a la voluntad de Dios; a la vez que temerosa, María se siente agraciada, se siente llena de la gracia de Dios, que la ha mirado y la ha llamado a su obra salvadora.
Nosotros, como Hijos de Dios estamos llamados a extender ese amor de Dios a todos los que nos rodean, con coherencia, con entusiasmo, con esperanzas renovadas que surgen de nuestro encuentro con el Señor y de nuestra aceptación de la voluntad de Dios.
Canto: “Aleluya”
Antífona Evangelio
Busca primero el Reino de Dios
y su justicia divina
por añadidura lo demás se te dará.
Aleluya,
Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas 1,26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando a su presencia, dijo:
- Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres.
Ella se turbó ante estas palabras, y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo:
- No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Y María dijo al ángel:
- ¿Cómo será eso, pues no conozco varón?
El ángel le contestó:
- El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente Isabel que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.
María contestó:
- Aquí está la
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