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Gracia Soberana - Doctrinas de la gracia


Enviado por   •  2 de Agosto de 2019  •  Trabajos  •  2.425 Palabras (10 Páginas)  •  217 Visitas

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Gracia Eficaz (Irresistible Grace)

Cambiamos de expiación limitada a expiación definida, y vamos a hacerlo de nuevo. Vamos a cambiar otra letra aquí. Esta letra “I” representa la idea de la gracia irresistible - gracia irresistible.

Y nuevamente, tengo un pequeño problema con esa denominación, no porque no crea en la doctrina clásica de la gracia irresistible, sino porque también es engañosa para muchas personas cuando la oyen articulada en estos términos. Así que vamos a hablar de la gracia eficaz; la idea de la gracia irresistible también provoca una gran controversia, y hay muchos malentendidos al respecto.

Cuando R.C Sproul era un estudiante de seminario, tuvo un profesor que enseñaba Nuevo Testamento, y el hombre era también el presidente de este seminario presbiteriano, y un día en clase uno de los estudiantes levantó la mano y le dijo ¿Cree usted en la doctrina de la elección?; Y el profesor mostró un poco de irritación por esa pregunta, y dijo con énfasis que no, porque él no creía que Dios traería gente gritando y pataleando contra su voluntad al reino de Dios, a personas que no quieren estar allí, y al mismo tiempo impedir entrar a otras personas que desesperadamente quieren estar en el reino. Esto representaba una caricaturización de la Teología Reformada histórica, que fue pronunciada por un hombre que debería tener un conocimiento mejor, confesiones de la iglesia y más. Y si una persona de este estatus en la iglesia, de esta experiencia y educación tenía esta falsa idea sobre la gracia irresistible entonces cuantas otras personas deberán estar trabajando bajo el mismo concepto erróneo.

Porque la idea de irresistible evoca que uno no tiene posibilidad de hacer ninguna resistencia a la gracia de Dios. Ahora amados, la historia de la raza humana es la historia de una resistencia implacable de los seres humanos a la dulzura de la gracia de Dios. Lo qué se entiende por la gracia irresistible no es lo que sugiere la palabra, que es imposible de ser resistida. De hecho, somos capaces de resistir la gracia de Dios, y resistimos la gracia de Dios.

Pero la idea aquí es que a pesar de nuestra resistencia natural a la gracia de Dios esta gracia de Dios es tan poderosa que tiene la capacidad de superar nuestra resistencia natural a la misma. Es por eso por lo que me quedo con el término gracia eficaz en lugar de la gracia irresistible, porque esta gracia “Irresistible” tiene los efectos irresistibles que Dios pretende realizar por ella, tiene el efecto que Dios quiere que tenga.

Ahora lo que estamos realmente buscando en esta controversia es la relación entre la gracia, la obra de Dios, y nuestra respuesta a ella - la relación entre la fe y la regeneración. De hecho, si es que hay algùn punto que divida la Teología Reformada de otras teologías históricamente hablando, esta es la cuestión de la relación de estas dos ideas.

En el pensamiento de la Reforma histórica la idea es esta: que regeneración precede a la fe (Graph higlighted). Ahora necesitamos un momento para explicar un matiz sutil de esta palabra. Cuando usamos el término “preceder”, estamos por lo general hablando de algo que viene antes que otra cosa en el tiempo. Es decir, si algo precede a algo más en el tiempo, decimos que tiene prioridad temporal. Una cosa viene y luego después o más tarde la otra cosa se desprende de ella. Pero cuando los teólogos hablan con este lenguaje, lo que se está viendo aquí, en esta fórmula, con respecto a lo que se llama el orden de la salvación es lo que llamamos Prioridad lógica- En este caso, por ejemplo, creemos que la justificación es solo por fe. No decimos que la fe es por la justificación. Sabemos que la justificación es por la fe. Ahora, creemos que al momento, el instante en que una persona tiene fe, en ese mismo instante Dios lo declara justo en Cristo, por lo que no existe una diferencia de tiempo entre la presencia de la fe y la presencia de la justificación. Son simultáneos en el tiempo. Pero cuando decimos que la justificación es por fe, y no la fe por la justificación, ¿Qué queremos decir? Queremos decir que la justificación, la REALIDAD de la justificación DEPENDE de una previa condición, que es la presencia de alguna otra cosa para que sea real. Y en este caso la justificación depende de la fe, no está la fe en función de la justificación.

Entonces cuando hablamos de que la regeneración precede a la fe, lo esto que significa es: que antes de que una persona ejerza la fe salvadora, antes de que crea en Cristo, antes de que pueda ejercer su voluntad para abrazar a Cristo, Dios debe hacer algo en él y por él, para que la fe se pueda realizar. Ahora, es común en nuestra cultura y en nuestros círculos religiosos decir esto: que para que una persona sea regenerada o para nacer de nuevo todo lo que necesita para nacer de nuevo es creer. Así que, si tú tienes fe, entonces como resultado de tu fe te conviertes en una nueva criatura, ahora eres regenerado, eres nueva criatura, y has nacido de nuevo precisamente por haber ejercido fe.

Gracia Precedente

Ahora bien, hablamos antes acerca de la vieja controversia pelagiana sobre ese viejo concepto del pecado original que dejó una pequeña isla de justicia en el hombre caído por la cual el hombre caído todavía se considera que tiene el poder moral de inclinarse a sí mismo para responder positivamente al bien, de elegir a Cristo y así sucesivamente. Que la persona no está muerta en delitos y pecados, que esa metáfora de la Escritura es hiperbólica y que realmente los caídos sólo están gravemente enfermos. Ellos han sido debilitados por la caída, pero no hasta el punto de que requieran una renovación, una obra divina de la re--creación de su alma para venir a la fe. Esa es la visión semi--pelagiana, de que el hombre caído todavía tiene dentro de su corazón la capacidad de ejercer la fe si Dios le corteja, si lo incita, o si de alguna manera lo atrae. Juan refleja las palabras de Jesús en el sexto capítulo del Evangelio de Juan donde Jesús dijo: Nadie puede venir a Mí, si el Padre no lo atrae; (Juan 6:44) Y la forma en que muchos cristianos interpretan el texto es como queriendo decir que el traer tiene que ver con el cortejo externo, la persuasión, la seducción, la atracción de Dios, cualquiera que sea; y que Dios les da esta atracción influyente a muchas, muchas personas. Algunos responden positivamente a esta atracción; otros dicen que no a la misma.

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