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La Mujer En El Siglo XVI


Enviado por   •  28 de Marzo de 2014  •  1.555 Palabras (7 Páginas)  •  283 Visitas

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I. El estatus social de la mujer en tiempos de Teresa de Jesus

El siglo XVI español no pertenece a los tiempos de un silencio total sobre la mujer. Si ojeamos atentamente la bibliografía sobre el asunto, se encuentran datos bien documentados en los cuales se dice que, por ejemplo en el ambiente de los escritores eclesiásticos (ellos formaban la mayor parte de todos los escritores), se intercambiaban las opiniones sobre las mujeres ; bien conocido es el libro escrito y publicado por fray Luis de León La perfecta casada ; luego, si se analizan las obras de otros espirituales, poetas o teólogos de este tiempo, se puede ver que muchísimos de ellos no resistieron a la tentación de escribir sus propias opiniones sobre las mujeres y consejos para ellas . Y hay también otras fuentes, no literarias, cada vez más exploradas en las cuales se habla sobre la posición de la mujer en la sociedad, o sobre el trabajo y la familia como los aspectos de la vida de una mujer .

Generalmente, observa el padre Dobhan, “En el siglo XV se constituyen dos posiciones contrarias en relación a la mujer: una pretende sujetarla a la casa y sus labores; otra eleva el sexo femenino hasta las nubes, con lo que en ningún caso se fomenta una auténtica emancipación” .

Para ilustrar la primera posición podemos citar el gran maestro de la oración del recogimiento, Francisco de Osuna: “Desque tu vieres a tu mujer andar muchas estaciones y darse a devoterías y que presume de santa, ciérrale la puerta; y si esto no bastare, quiébrale la pierna…” .

La segunda posición se puede describir con palabras de R. García Mateo: “Sujeta a la proyección de los sentimientos del amante y a la tradición tipológica del amor cortés, la dama aparece como ángel en su bondad. "Angel de humana figura", la llama Cervantes” .

Más tarde, en el siglo XVI, según dice el mismo autor, algo ha cambiado, por lo menos teóricamente:

“El ideal de lo femenino presenta a la mujer hermosa, culta, versada en música, geométrica y filosófica, carente de todo rasgo de orgullo y de mal carácter. En la mayoría de los casos todavía sigue recluida en casa. Pero ya han cambiado las cosas. Existen hechos que nos permiten hablar de una emancipación, al menos en las clases altas y pudientes de aquella sociedad estamental: nobleza, clero, burguesía, campesinado” .

La misma posición, con alguna diferencia de la que se acaba de presentar, tiene el historiador, L. Pfandl, que valora el asunto, tal vez, con distinción perspicaz, afirmando:

“La mujer española de la nobleza y burguesía de los siglos XVI y XVII está unida a la casa más que las contemporáneas del resto de Europa. Su formación se reduce a leer, escribir y a las operaciones matemáticas elementales, a la doctrina religiosa en familia e iglesia, a los trabajos manuales, y otras parecidas destrezas femeninas” .

En otras palabras, el ideal del status social de la mujer, del cual habla García Mateo, indudablemente estaba cambiando. Sin embargo se puede afirmar usando las palabras de Santa Teresa que, todavía, el período histórico que corresponde al Siglo de Oro español era, para la vida social de la mujer, un periodo de tiempos recios.

Sin embargo la Santa abulense, justamente en estos tiempos, movida por su fuerte experiencia de Dios deja el convento de la Encarnación en Ávila, para hacer realidad aquello de lo que en su interior estaba bien convencida - firmar como mujer su experiencia espiritual de Dios, enseñar a las monjas oración mental, enfrentarse con una sociedad tan fuertemente sacralizada como machista, y en fin, con una sutil gracia saber reírse de la Inquisición. Va a enfrentarse a la fuerza de la corriente social hostil para la mujer.

II. Propuestas de la lectura teresiana en clave de mujer

Actualmente se encuentran cada vez más publicaciones de los teresianistas dedicadas al problema de la cuestión de la mujer en la sociedad española del siglo XVI. Al introducirnos a la lectura y la comprensión de la edición facsímile del Camino de perfección, T. Álvarez afirmaba:

“Una de las primera páginas del libro contiene una especie de apología de las mujeres tan vibrante y tan fuerte que suena estridente al lector de hoy; pero adquiere sentido y tono correcto en su contexto literario e histórico. La Autora escribe para un grupo de ‘mujeres’, a quienes ha propuesto como ideal y razón de vida orar por la Iglesia. A la vez tiene presente que fuera del monasterio, en el ámbito mismo de la Iglesia, hay una fuerte corriente de difidencia contra las ‘virtudes de las mujeres’ y sobre todo contra mujeres contemplativas” .

Teresa

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