La composición del hombre Dicótoma y Tricotomia
FaviolytaEnsayo16 de Octubre de 2019
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 4
DESARROLLO 5
Tema 5
EXPLICACIÓN DE TEORIAS 6
Dicotomía del hombre 6
Información bíblica sobre alma y espíritu 7
Información bíblica sobre cuerpo y alma o cuerpo y espíritu 8
Tricotomía del hombre 8
Argumentos bíblicos 9
CONCLUSIÓN 11
ANEXO 12
BIBLIOGRAFÍA 13
INTRODUCCIÓN
El tema de investigación es la composición de la naturaleza del hombre, según Genesis 2:7; 1 Tesalonicenses 5:23 y Hebreos 4:12. Identifica contenidos teóricos en libros de escritores contemporáneos, toma la Versión Reina Valera 1960. Se analizan los términos alma y espíritu para tener una mayor comprensión del tema.
Tiene el propósito de analizar las teorías de la composición en la naturaleza esencial del hombre. Establecer ideas principales sobre la dicotomía y la tricotomía y evaluar estas ideas basándose en la enseñanza bíblica. En general las personas están de acuerdo en que tienen cuerpos físicos. Así también la mayoría de las personas cristianos y no cristianos sienten que también tienen una parte inmaterial, un alma que vivirá después de que sus cuerpos mueran. Por otro lado, algunas personas creen que además de cuerpo y alma tienen una tercera parte, un espíritu, que es lo que más directamente se relaciona con Dios. Otros han dicho que espíritu no es otra parte del hombre, sino un sinónimo de alma, y que ambos términos son intercambiables en las Escrituras para hablar acerca de la parte inmaterial del ser humano, la parte que vive después que el cuerpo muere.
Analizando las dos teorías en cuanto a la composición de la naturaleza esencial del hombre se defiende el principio bíblico que el hombre es más que un ser físico y que no deja de existir después de la muerte. El principal énfasis en la Biblia esta en la unidad del hombre, del hombre como un ser completo.
DESARROLLO[pic 1]
Tema
El tema de investigación es la composición de la naturaleza del hombre, según el libro de Genesis 2:7 (Reina Valera 1960) dice: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”. También en 1 Tesalonicenses 5:23 menciona “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”, y el libro de Hebreos 4:12 explica “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”.
Según Wayne (2007) antes de estudiar si las Escrituras ven a el alma y espíritu como partes distintivas del ser humano, se debes dejar bien en claro desde el principio que el énfasis de la Biblia está en la unidad general del hombre como creado por Dios. Cuando Dios formó al hombre “sopló en su nariz hálito de vida, y el hombre se convirtió en un ser viviente” (Genesis 2:7). Aquí se encuentra a Adán como una persona unificada con cuerpo y alma viviendo y actuando juntos. Este estado original armonioso y unificado del hombre volverá a ocurrir cuando Cristo regrese y el hombre esté completamente redimido en su cuerpo, así como en su alma para vivir con él para siempre (1Corintio 15:51-54). Además, el hombre tiene que crecer en santidad y amor para Dios en cada aspecto de su vida, en su cuerpo, así como en su espíritu y alma (1Corintios 7:34). Tiene que purificarse de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de su santificación (2 Corintio 7:1).
Pero una vez que se resalta el hecho de que Dios creó al hombre para tener una unidad de cuerpo y alma, y que cada acción que lleva a cabo en esta vida es una acción de todo su ser, involucrando hasta cierto punto tanto al cuerpo como al alma, se puede continuar señalando que las Escrituras enseñan claramente que hay una parte inmaterial de la naturaleza del hombre (495).
EXPLICACIÓN DE TEORIAS
Dicotomía del hombre
El punto de vista de que el hombre está formado de dos partes (cuerpo y alma) se llama dicotomía. Los que sostienen este punto de vista están a menudo de acuerdo que las Escrituras usan la palabra espíritu con más frecuencia para referirse a nuestra relación con Dios, pero ese uso, dicen ellos no es uniforme, y que la palabra alma se emplea también en todas las formas que se puede usar espíritu. Esta postura argumenta que espíritu no es otra parte del hombre, sino un sinónimo de alma, y que ambos términos son intercambiables en las Escrituras para hablar acerca de la parte inmaterial del ser humano, la parte que vive después que el cuerpo muere (Grudem 2007).
Según Luis (1949) al mismo tiempo también contiene la Biblia evidencias de la composición dual de la naturaleza humana. Sin embargo, se debe tener cuidado de no esperar una distinción posterior en el Antiguo Testamento, entre el cuerpo como el elemento material, y el alma como el elemento espiritual de la naturaleza humana. Esta distinción entró en uso más tarde bajo la influencia de la filosofía griega. El contraste alma y cuerpo en el sentido del Nuevo Testamento no se encuentra en el Antiguo. De hecho, el hebreo no tiene un vocablo para el cuerpo como un organismo. La distinción que hace el Antiguo Testamento de los dos elementos de la naturaleza humana es de una clase diferente. El contraste se refiere a lo bajo y alto, terrenal y celestial, animal y divino. No consiste tanto en dos elementos sino en dos factores que se unen en un solo y armonioso resultado, “el hombre fue un ser viviente”. Es perfectamente claro que ésta es la distinción que se hace en Génesis 2: 7. Se usa en el Antiguo Testamento en diversas palabras para denotar el bajo elemento o partes de él en el hombre, tales como carne, polvo, huesos, entrañas, riñones, y también la expresión metafísica casa de barro, Job 4: 19. Y hay también varias palabras para denotar el elemento superior, por ejemplo, espíritu, alma, corazón, y mente. Tan pronto como se pasa del Antiguo al Nuevo Testamento se encuentran las expresiones enfrentadas que son más familiares, por ejemplo, cuerpo y alma, carne y espíritu (232).
De manera que debe decirse que el hombre tiene espíritu; pero que es el alma. Por lo mismo la Biblia señala a dos, y solamente dos elementos esenciales en la naturaleza del hombre. Es decir, cuerpo y espíritu o alma. Esta presentación escritural también está en armonía con la propia conciencia del hombre. En tanto que el hombre es consciente del hecho de que está compuesto de un elemento material y de un elemento espiritual, ninguno tiene conocimiento cabal de poseer un alma distinta del espíritu (Berkhof 1949).
Información bíblica sobre alma y espíritu
Cuando examinamos el uso de las palabras que traducimos como alma (hebreo: nefésh y griego: psique) y espíritu (hebreo rnakj y griego pneúma): parece que son empleadas de forma intercambiable. Por ejemplo, en Juan 12:27 (RVR 1960), Jesús dice: “Ahora está turbada mi alma”, mientras que en un contexto muy similar en el siguiente capítulo Juan 13:21 dice que Jesús “se conmovió en espíritu”. Del mismo las palabras de María en Lucas 1:46-47: “Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador”. Este parece ser un ejemplo evidente del paralelismo hebreo, recurso poético mediante el cual se repite la misma idea usando palabras diferentes, pero sinónimas. Este uso de términos intercambiables también explica por qué personas que han muerto y han ido al cielo o al infierno pueden ser llamados espíritus o almas. Hebreos 12:23 dice “los espíritus de los justos que han llegado a la perfección”; también en 1 Pedro 3:19, “espíritus encarcelados”, Apocalipsis 6:9, “las almas de los que habían sufrido el martirio por causa de la palabra de Dios y por mantenerse fieles en su testimonio”; Apocalipsis 20:4, “las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios” (Grudem 2007).
Información bíblica sobre cuerpo y alma o cuerpo y espíritu
Según Wayne (2007) explica que en Mateo 10:28 “Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”. La palabra alma se debe referir claramente a la parte de la persona que existe después de la muerte. Además, cuando Jesús habla de alma y cuerpo parece que está hablando claramente la persona total, aunque no menciona el espíritu como un componente separado. La palabra alma parece denotar la parte del hombre que no es física.
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