La doctrina de los bautisos
Diego LuzardoResumen15 de Octubre de 2019
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Capítulo VI
La Doctrina de Bautismos (Parte I)
Introducción
Hemos culminado el estudio de los dos primeros rudimentos, el arrepentimiento de obras muertas y la fe en Dios. Siguiendo la orden de Hebreos 6:1,2, nos corresponde estudiar ahora, la doctrina de bautismos. Como su nombre bien lo indica, la doctrina de bautismos consiste en una serie de enseñanzas concernientes a distintos tipos de bautismos en las que el creyente debe ser adoctrinado Esto revela con toda claridad que existe mas de un tipo de bautismo dentro de la fe cristiana. Recordemos que el propósito principal dentro de estas enseñanzas es conducirnos hacia la madurez cristiana. Así que, sigamos adelante!
Tipos de Bautismos
Cuando hacemos un estudio en las Escrituras, tomando como base el vocablo bautismo, encontraremos que dentro se mencionan diferentes tipos de bautismos. Basta buscar una concordancia de la Biblia para confirmar esta verdad. Como parte de nuestro estudio, estudiaremos todos los tipos de bautismos que aparecen en las Escrituras, pero profundizaremos en aquellos que están relacionados con la vida del creyente. Los tipos de bautismos que se registran en las Escrituras, tienen diferente propósito. También señalan o simbolizan algo y observan un significado espiritual.
Los bautismos que se registran en las Escrituras tenemos:
- El bautismo de Juan el Bautista (Mateo 3:6; Marcos 1:4; Lucas 3:3)
- El bautismo del Señor Jesucristo hecho por Juan el Bautista (Mateo 3:13; Lucas 3:21)
- El Bautismo en Agua Cristiano (Mateo 28:19; Marcos 16:16)
- El bautismo en Espíritu Santo y fuego o bautismo de poder (Hechos 1:5)
- El bautismo en el Cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:13)
- Bautismo de sufrimiento (Marcos 10:38; Lucas 12:50)
- Bautismo en Moisés (1 Corintios 10:2)
- Bautismo por los muertos (1 Corintios 15:29). No cristiano
De los tipos de bautismos mencionados, observaremos que no todos están relacionados con el creyente y uno de ellos ni siquiera es bíblico, aunque se registra en las Escrituras. No obstante, los mencionamos para que tengamos una idea de todos los tipos de bautismos que aparecen en las Escrituras. Así en lo referente a nuestro estudio, nos dedicaremos a estudiar y profundizar aquellos que están relacionados con la doctrina de bautismos y con la vida del creyente por supuesto.
Significado del término Bautizar
El término bautizar proviene del griego baptizo (βαπτίζω, 907). Es una forma compuesta de la raíz bapto, mojar. Esta raíz simple aparece tres veces en el N.T. y se traduce con el verbo mojar y teñir. (Lucas 16:24; Juan 13:26; Apocalipsis 19:13). Cuando estudiamos el término bapto a la luz de estos pasajes y según el contexto señalado, encontramos que esta palabra significa “sumergir algo en un líquido y sacarlo otra vez. La raíz básica bapto tiene dos significados. El sentido primario es mojar, cubrir completamente con un fluido, sumergir algo en un líquido y sacarlo. En el sentido secundario significa teñir o morir. Ahora bien, si bapto significa sumergir algo en un líquido y sacarlo otra vez, entonces baptizo o bautizar significa “hacer que algo sea sumergido en un líquido y sacarlo otra vez. En términos más concreto “hacer que algo se sumerja”, “dejar completamente mojado”. Esto es lo que se conoce en castellano con el nombre sumersión, término que significa un contacto momentáneo que envuelve dos acciones: “meter en”, “sacar de” o “metiendo en” y “sacando de”. Esto, por supuesto es el sentido primario de la palabra bautizar. Esta palabra sumersión implica por consiguiente el envolvimiento físico dentro de un elemento el cual tienen poder para influenciar o cambiar aquello que es envuelto.
Por otra parte, tomándolo desde su sentido secundario, bautizar se refiere a una cosa que se ha traído bajo el poder o influencia de otra cosa. El doctor Jame W Dale define esta palabra en su sentido secundario, así: “Cualquiera que sea capaz de cambiar completamente el carácter, estado o condición de cualquier objeto, es capaz de bautizar ese objeto; y por tal cambio de carácter, condición o estado, en efecto lo ha bautizado”
Ahora bien, el significado más comúnmente usado dentro de las Escrituras con relación al término bautizar es el secundario.
Dos Características Distintivas
Cuando nosotros estudiamos todos los tipos de bautismos que aparecen en las Escrituras, encontraremos ciertos aspectos o características particulares. Existe en el bautismo dos aspectos, uno que llamaremos total y el otro de transición o de transformación. Es total, porque el bautismo cubre o envuelve a toda la persona y a su personalidad. Es de transición porque marca en toda persona bautizada una transformación o el paso de etapa o estado de experiencia a otro nuevo que jamás ha conocido.
Estos dos aspectos que caracterizan el bautismo, las podemos observar en la mayoría de los pasajes donde aparece el término bautizar. Pasemos a continuación a estudiar cada uno de los bautismos mencionados en las Escrituras.
El Bautismo de Juan el Bautista
El ministerio y mensaje de Juan el bautista según se registra en las Escrituras, fue manifestado con el siguiente propósito:
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- Preparar el camino para el advenimiento inminente del Mesías y por supuesto del reino de Dios. Esta preparación era el motivo de la predicación de Juan y de su bautismo. En Marcos 1:3-5 leemos:
He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti 3Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas 4Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados 5Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados (Marcos 1:3-5).
En esta preparación estaban involucrados dos hechos concretos:
- La inminente llegada del Mesías y del reino mesiánico.
- La necesidad urgente de arrepentirse para estar preparado para su venida.
Ahora bien, toda persona que cumplía con las condiciones que Juan exigía (arrepentimiento y confesión pública de pecados) evidenciaba por supuesto:
- Que creían y se identificaban con el mensaje predicado por Juan como profeta de Dios,
- Su fe en que el Mesías venía, su disposición para recibirle.
- Su necesidad de ser librados del pecado y su esperanza en el libertador que estaba por llegar.
En otras palabras, cuando una persona era bautizada por Juan, ésta reconocía sus pecados y su necesidad del Mesías. En virtud de ese reconocimiento, Juan le bautizaba. Ante estos hechos, debemos subrayar la siguiente verdad. A pesar de que las Escrituras hablan del bautismo de Juan para arrepentimiento y perdón de pecados, es obvio que esto no significa que los que se bautizaban experimentaron por el acto externo de bajar a las aguas el arrepentimiento y perdón. Es decir, “la frase para perdón de pecados” no significa que quienes bajaban a las aguas recibían el perdón de sus pecados. Mas bien significa, que quienes se bautizaban ya habían pasado por las experiencias del arrepentimiento y el perdón que se manifestaba no en que recibían paz interior y victoria sobre el pecado, sino en un cambio de vida a efectos de mejorar y en la preparación de sus corazones para recibir y responder al mensaje del evangelio cuando se les predicara. Por eso Juan demandaba frutos dignos de arrepentimiento (Mateo 3:8; Lucas 3.8,9).
Por eso podemos decir que el bautismo de Juan era un bautismo de arrepentimiento (Mateo 3.11 Lucas 3.3; Hechos 19:4), lo cual simbolizaba o representaba un arrepentimiento que era sincero. Recalcamos por tanto, el hecho de que cuando un individuo bajaba a las aguas, lo que expresaba con ese acto era que creía que el Mesías iba a llegar. Para prepararse para ese advenimiento, se arrepentía de todos sus pecados, y una vez confesados públicamente, lo confirmaba a través del bautismo (Marcos 1:7; Lucas 3.16; Juan 1:27).
La experiencia de ser bautizado por Juan era al igual que su ministerio un acontecimiento de carácter transitorio. Cuando hablamos de transitorio nos referimos a que era por naturaleza breve, temporal o por un corto periodo de tiempo. Era una preparación para lo verdadero. Por eso cuando Jesucristo apareció en la escena, Juan mismo dijo le manifestó a sus discípulos que era necesario, preciso imperioso que Jesucristo creciera y que el menguara (Juan 3:30).
- Ser el precursor o heraldo del Mesías. La Biblia registra el hecho de que Juan bautizaba no solo para que las personas se arrepintieran y recibieran el perdón de sus pecados, sino también para que a través de este acto el Mesías fuese manifestado a Israel.
29El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. 30Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. 31Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua (Juan 1:31).
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