La muerte: Para la iglesia.

Nacimiento después de la muerte

Genera duda, miedo e incertidumbre la muerte. Los seres humanos somos conscientes que algún día nuestro corazón dejará de latir y por ende nuestro cuerpo no cumplirá funciones, y es donde conoceremos la muerte; sin embargo la iglesia significativamente tiene un aspecto muy claro a cerca de la muerte, puesto que afirman que la muerte es el final en este mundo lleno de necesidades y si de alguna forma obramos bien, nuestro corazón es puro, sencillo y humilde, nuestra alma tendrá paz para toda la eternidad en el más allá.

¿Qué hay después de la muerte? ¿Será que nos espera un juicio donde nos revisarán los actos que hicimos en el paso por la tierra y según eso nos enviarán al cielo o al infierno? ¿Qué pasará con nuestros seres queridos? Los interrogantes relacionados con la muerte son demasiados y los sentimientos generados son muy claros; sin embargo la iglesia invita a los seres humanos a prepararnos, siguiendo cada uno de los siguientes pasos: Inicialmente nos indican que debemos vivir, experimentar y disfrutar cada día como si fuera el último. El segundo corresponde a lo que realizamos en el transcurso del día, cada acción debe estar realizada con sencillez y amor, además la preparación y atención a cada día porque en cualquier instante Dios nos pondrá pruebas. No cabe duda que podemos pedir por nosotros mismos, como tercer aspecto nos muestran que el orar por una buena muerte no es una mala idea, si así lo deseamos. El cuarto y el último punto de preparación es el de ayudar a los enfermos, cada una de estas personas merecen un mensaje de aliento que les ayude a atravesar estos momentos de angustia o simplemente les de fuerza o consuelo para enfrentar a la muerte con la mayor claridad y perdón de Dios para poder descansar en paz y sin pecados.

Como tu corazón deja de latir, tu sangre deja circular, se espesa  y al dejar de circular, comienza a acomodarse, sin circulación, tu cuerpo comienza a perder temperatura y tus músculos se endurecen, al dejar de respirar,  nuestras células ya no se nutren de oxígeno. Como las células no se verán alimentadas de oxígeno, les harán falta el ATP y dejan de funcionar y mueres.

La iglesia nos habla de un inicio, donde existía el paraíso, donde un hombre disfrutaba de un mundo lleno de maravillas, que solo teníamos el propósito de no morir y así llevar una vida eterna llena de gozo, por consecuencia el hombre con su curiosidad desobedeció a Dios y fue donde la muerte, estando a la expectativa entró, aprovechó el momento y todos esos beneficios fueron removidos como castigo y como consecuencia todos nos enfrentaremos con la muerte dando fin a lo que conocemos como vida terrenal, llena de preocupaciones y deberes, nuestro cuerpo ya no tendrá vida y no podremos realizar actividades cotidianas.

La iglesia nos señala que Dios de una forma muy específica nos envió a su hijo, Jesucristo, para que nos enseñara el valor de la fe y el amor que Dios nos tiene, lo que puede hacer y hasta dónde puede llegar por nosotros. Jesucristo murió por nosotros en la cruz, demostrando que con fe podremos llegar a vivir eternamente al lado de Dios, porque no morimos para siempre. Al tercer día resucitó y dio claro ejemplo de sus palabras, logrando vencer a la muerte.

La muerte pone fin a la vida físicamente, sin precisar que es ahí donde el alma se separa y comienza un viaje que durará el resto de la eternidad,  sale de este mundo, al encuentro con Dios y todos los santos.

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