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Libros Profeticos


Enviado por   •  2 de Marzo de 2015  •  2.203 Palabras (9 Páginas)  •  390 Visitas

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LIBROS PROFÉTICOS

Los mensajeros proféticos de Dios.

Durante mil años de la historia de Israel aparecieron hombres y algunas mujeres que recibieron mensajes de parte de Dios.

Estos profetas tuvieron un profundo impacto en la vida nacional de Israel, tuvieron una aparición no continua, pero sí estuvieron presentes en los momentos importantes de Israel.

1 Samuel 3:3 Nueva Versión Internacional (NVI)

Samuel, que todavía era joven, servía al SEÑOR bajo el cuidado de Elí. En esos tiempos no era común oír palabra del SEÑOR, ni eran frecuentes las visiones.

El oficio de los profetas

El profeta Amós deja claro que la profecía es un don de Dios,

Amós 2:11 Nueva Versión Internacional (NVI)

También levanté profetas de entre sus hijos y nazareos de entre sus jóvenes.

¿Acaso no fue así, israelitas? —afirma el SEÑOR —.

El origen divino del oficio profético es afirmado por Jeremías, que también revela que comenzó con Moisés.

Jeremías 7:25 Nueva Versión Internacional (NVI)

Desde el día en que sus antepasados salieron de Egipto hasta ahora, no he dejado de enviarles, día tras día, a mis servidores los profetas.

Dios habló directamente a hombres como Abraham, antes de Moisés, pero el oficio profético con sus varias funciones comenzó con Moisés.

Un pasaje importante para comprender el oficio del profeta es Deuteronomio 18:9-22.

Deuteronomio 18 Nueva Versión Internacional (NVI)

Costumbres abominables

9 »Cuando entres en la tierra que te da el SEÑOR tu Dios, no imites las costumbres abominables de esas naciones. 10 Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería; 11 ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos. 12 Cualquiera que practique estas costumbres se hará abominable al SEÑOR, y por causa de ellas el SEÑOR tu Dios expulsará de tu presencia a esas naciones. 13 A los ojos del SEÑOR tu Dios serás irreprensible.

El profeta

14 »Las naciones cuyo territorio vas a poseer consultan a hechiceros y adivinos, pero a ti el SEÑOR tu Dios no te ha permitido hacer nada de eso. 15 El SEÑOR tu Dios levantará de entre tus hermanos un profeta como yo. A él sí lo escucharás. 16 Eso fue lo que le pediste al SEÑOR tu Dios en Horeb, el día de la asamblea, cuando dijiste: “No quiero seguir escuchando la voz del SEÑOR mi Dios, ni volver a contemplar este enorme fuego, no sea que muera.”

17 »Y me dijo el SEÑOR: “Está bien lo que ellos dicen. 18 Por eso levantaré entre sus hermanos un profeta como tú; pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande. 19 Si alguien no presta oído a las palabras que el profeta proclame en mi nombre, yo mismo le pediré cuentas.20 Pero el profeta que se atreva a hablar en mi nombre y diga algo que yo no le haya mandado decir, morirá. La misma suerte correrá el profeta que hable en nombre de otros dioses.”

21 »Tal vez te preguntes: “¿Cómo podré reconocer un mensaje que no provenga del SEÑOR?” 22 Si lo que el profeta proclame en nombre del SEÑOR no se cumple ni se realiza, será señal de que su mensaje no proviene del SEÑOR. Ese profeta habrá hablado con presunción. No le temas.

En este pasaje, Moisés declaró que Dios iba a levantar la institución profética y que algún día se levantaría un gran profeta (Jesucristo), este mensaje fue dado mientras Israel se preparaba para entrar en la tierra de Canaán,

Moisés parecía estar hablando acerca de un solo profeta, naturalmente Jesucristo iba a ser el gran Profeta que daría un cumplimiento final y total a este pasaje.

Los nombres para los profetas.

El Profeta.

El término primario para el profeta en la época del Antiguo Testamento es nabhi. El origen de esta palabra hebrea es incierto aunque se han sugerido numerosas ideas acerca de la raíz de la palabra, pero el significado preciso de la palabra puede seguir comprendiéndose aunque haya alguna incertidumbre acerca de su origen.

Éxodo 7 Nueva Versión Internacional (NVI)

Toma en cuenta —le dijo el SEÑOR a Moisés— que te pongo por Dios ante el faraón. Tu hermano Aarón será tu profeta. 2 Tu obligación es decir todo lo que yo te ordene que digas; tu hermano Aarón, por su parte, le pedirá al faraón que deje salir de su país a los israelitas.

Cuando Moisés se presentó delante de faraón, Aarón fue el que habló, aunque las palabras eran de Moisés, Aarón también hablaba así al pueblo de Israel en nombre de Moisés.

Éxodo 4 Nueva Versión Internacional (NVI)

6 Él hablará por ti al pueblo, como si tú mismo le hablaras, y tú le hablarás a él por mí, como si le hablara yo mismo. 17 Pero no te olvides de llevar contigo esta vara, porque con ella harás señales milagrosas.

El profeta hablaba las palabras de Dios en nombre de Dios.

Otros pasajes de las escrituras desarrollan mas este concepto, cuando Jeremías fue llamado por Dios para que fuera profeta, le dijo “dirás todo lo que te mande” (Jeremías 1:7), el profeta no solo hablaba las palabras de Dios sino que era considerado como “boca de Dios”: el lugar donde Dios habla.

Por lo tanto el profeta (nabhi) pronunciaba un mensaje en nombre de su superior, Dios, el profeta no originaba el mensaje, sencillamente lo proclamaba.

Profeta.

El término profeta proviene del lenguaje religioso y se refiere a una persona que sirve como intermediario entre la humanidad y la divinidad. Estrictamente hablando, un profeta es alguien que sostiene haber tenido una experiencia personal con Dios, recibiendo de él la misión de comunicar sus revelaciones y, como consecuencia de ello, habla en su nombre a los seres humanos. Posee el profeta cualidades de intercesor por el pueblo ante Dios y a su vez es mensajero de su palabra. Su carisma de interpretar la historia desde la perspectiva de Dios recibe el nombre de don de profecía.

Eventualmente,

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