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Los terribles resultados de las malas compañías


Enviado por   •  15 de Diciembre de 2020  •  Apuntes  •  1.322 Palabras (6 Páginas)  •  128 Visitas

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Los terribles resultados de las malas compañías

Imagina la siguiente situación. A una hermana le gustaría casarse… ella desea encontrar a un cónyuge dentro del pueblo de Jehová, pero pasa el tiempo y ese cónyuge no llega. En el lugar de trabajo de la hermana, un compañero empieza a tratarla de manera especial y la invita a salir. Es cierto… él no sirve a Jehová… de momento… pero parece amable y simpático, —piensa ella—, así que un día acepta la invitación.  Otra hermana los ve juntos y más tarde habla con la ella para advertirla del peligro.

¿Cómo reaccionará? ¿Intentará justificarse, o se dará cuenta de que es una sabia advertencia?

Seguro que ella ama a Jehová y quiere hacer lo correcto. Pero, si sigue saliendo con ese hombre, confiando en su propio corazón, ¿estará huyendo de los problemas, o más bien estará caminando hacia ellos?

Ciertamente, las compañías pueden influir mucho en nosotros; elegir a personas que obedecen las normas de Dios, será para bien; ya que ellos nos ayudarán a hacer lo mismo. Por el contrario, frecuentar la compañía de personas que no sienten ningún respeto por las elevadas normas de Jehová, pueden traer terribles resultados.  Es como dice Proverbios 13:20: “El que anda con los sabios se hará sabio pero el que se junta con los insensatos acabará mal”.

Lo que le pasó a Dina nos enseña lo importante que es escoger bien a los amigos.

Dina era una de las hijas de Jacob y Lea, así que se crio en una familia que adoraba a Jehová. De acuerdo con la promesa divina, Jacob acampó en Siquem —una ciudad Cananea—, pero no en la misma ciudad, sino a las afueras, donde construyó un altar a Jehová. Probablemente Jacob excavó un pozo en este lugar para abastecer de agua a su familia y sus rebaños, un pozo al que siglos más tarde se conocería como “la fuente de Jacob”, evitando así, el tener que ir a la ciudad y mezclarse con sus gentes.

Sin embargo, no todos los familiares de Jacob tuvieron celo por la adoración verdadera. Su hija Dina buscó sus compañías entre las jóvenes cananeas de Siquem. Dina, que entonces era todavía joven, dejó la seguridad de las tiendas de su familia y comenzó a visitar la cercana ciudad, donde hizo algunas amigas.

Para verlo acompañadme por favor a la lectura del relato de Génesis 34:1, donde dice así: “Ahora bien, Dina —la hija que Lea le dio a Jacob—solía ir a visitar a las muchachas del lugar”.

Pues sí, a pesar de los esfuerzos que hizo el padre de ella por evitar la asociación con la gente inmoral de Canaán, Dina todavía “solía salir [...] para ver a las hijas del país”. El verbo hebreo que se traduce “solía salir”, indica acción continua. De modo que la aventura de Dina no era su primer paseo. Es verdad que Dina no era una persona inmoral, pues sólo era una joven virgen y, aparentemente sólo quería “ver” a sus vecinos de la ciudad. Pero incurrió en un grave error: se hizo muy amiga de unas jóvenes de Canaán y, tomó el hábito de frecuentar su compañía. Y como escribió un filósofo “Los hábitos son el destino”.

¿Por qué se expuso Dina al peligro buscando la amistad de las inmorales cananeas? ¿Se debió a que sentía la necesidad de tener compañía con muchachas de su edad, o acaso era tan testaruda e independiente como algunos de sus hermanos? ¿Cómo mirarían los jóvenes de Siquem a esta joven virgen que visitaba con frecuencia la ciudad, al parecer sin compañía?

Recordemos que los cananeos no adoraban a Jehová, no veían el sexo igual que los siervos de Dios. De hecho, eran conocidos por su conducta inmoral. Cierto día, mientras Dina estaba con sus amigas, conoció a un joven cananeo llamado Siquem que se sintió atraído por ella. Siquem “era el más respetable” de su familia, pero no amaba a Jehová. 

¿Qué sucedió? Veamos las trágicas consecuencias, ahora en el versículo 2. Aquí leemos así: “Un día la vio Siquem, que era hijo de Hamor el heveo, uno de los jefes del lugar. Entonces se la llevó, se acostó con ella y la violó”.

Siquem, “el más respetable de su familia”, hizo algo que a él (que era cananeo), le pareció normal y aceptable. Como se sentía atraído por Dina, “se la llevó” y “la violó”. Quizás al principio ni Siquem ni Dina pensaban en las relaciones sexuales, pero a medida que los encantos de aquella muchacha curiosa despertaron la pasión de él, quien carecía de límites morales, él hizo lo que la mayoría de los hombres cananeos hubieran considerado natural. Después de todo, ¡ella había entrado en el ambiente de él! Cuando Dina evidentemente se opuso a “ir tan lejos”, él simplemente la dominó.

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