MISIÓN CORONAVIRUS

INTRODUCCIÓN

El ministerio es un deporte de contacto. ¿Y cómo se puede, en un sentido de distanciamiento social, transmitir? Tener un grupo se trata más de vivir, trasciende la ubicación. Influye en cómo interactuamos y cómo nos hacemos sentir conectados entre nosotros en tiempos de extrañeza.

Nos vimos directamente afectados por cómo jugamos. La pandemia fue un debate sistemático en todo momento entre lo que creemos que somos y lo que realmente somos. Es crítico en esta temporada que el enfoque del ministerio esté equilibrado por los deseos de Dios para el ministerio. En esta temporada, Dios tiene visiones magníficas.

Identificar las columnas que fomentan la buena fe. La pandemia ha servido para permitir que la humanidad nos pruebe a nosotros mismos. Parece que la naturaleza misma de la cuarentena social nos empuja a meditar en todos los sentidos. En la forma en que interactuamos, hemos sido interrumpidos. Deberíamos estar preparados para una espiritualidad renovada. Esto incluye reforzar los pilares de nuestra relación con Dios, nuestra compañía y la comunidad a quienes hemos afectado tan profundamente. Necesitamos regeneración espiritual regenerativa.

Si todo va bien ¿Quién necesita paz? En estos tiempos, somos lo suficientemente bendecidos como para experimentar el amor de Dios en nuestros corazones. La paz que no erradica obstáculos o riesgos, pero nos permite prosperar por encima de ellos, ya que confiamos en que nuestra vida está en el control de Aquel que gobierna y controla todo el universo.

Ver las cosas como Jesús las ve; al final del día, creo que precisamente el ojo determina cómo actuamos y por este motivo deberíamos ver la vida desde los ojos de Cristo.

Mirar a Cristo implica recordar que lo que sabemos no es la única realidad que ocurre. Honestamente, me gustaría centrar mi atención en el Creador y el Sustentador de y declarar que, pase lo que pase, incluso si no es obvio, Él tiene el control y hay una estructura infinita dentro y fuera del corazón de la pandemia.

Podemos conectarnos para ver cómo se sienten y qué necesidades pueden tener los demás, oremos como si no tuviéramos una respuesta, lloremos como si nunca nos fueran a escuchar, regocijémonos hasta que se abran las puertas del cielo, podemos orar más allá de la solicitud normal de consuelo de nuestras familias, una palabra de aliento, dirección e inspiración si se sienten preocupados por cómo su trabajo o sus medios se desarrollaran. Amor y más Amor. Orar porque continúen las fuerzas físicas y emocionales. Es un gran regalo en un mundo que quiere que la curación y la serenidad sean sal y calor, y aquellos de nosotros que servimos a Cristo sabemos que solo podemos recibir eso en Él.

Saber que tenemos una visión en medio de un planeta caótico. La buena fe necesita ser consciente de cómo reaccionamos al Cielo, a nosotros mismos, a los demás y a la existencia. Lo que hay es una gran oportunidad.

1. Misión y Visión:

Misión: Amar a la familia.

Visión: Que para ser líder, ayudando a la familia en todos los niveles, se sea un ciudadano global, responsable, que mejora para servir cada día y que hace su aporte para un mundo mejor siendo auténtico, conectado y distintivo; proporcionar acceso a la información de Cristo y Su Palabra y poner el foco en Él, el único al que realmente le pertenece la corona. Mejorando las habilidades y el rendimiento con cada integrante de la familia que Dios trae a mi vida.

1. Población objetiva:

Mi familia, tanto de sangre como la “escogida”. Literalmente mi próximo.

1. Base bíblica, metodología y plan de acción de evangelismo y obra social:

• Isaías 41:10
• 1 Timoteo 6.15
• Juan 14:27
• Hebreos 12:2
• Números 6:24-26
• Lucas 17:11-13
• Efesios 5:16-18
• Isaías 55:8-9
• Génesis 3:14-19
• Romanos 8:18-23
• Romanos 5:12
• 1 Juan 1:5
• Juan 9:1-3
• Hageo 1:9-11
• Génesis 45:4-8
• Romanos 5:15-18
• Isaías 46:9-10
• Salmos 46:1-3
• Apocalipsis 21:1-5
• 1 Pedro
• 1 Corintios 16:13-14
• Filipenses 4:6-7
• 2 Corintios 6:16
• 2 Timoteo 1:7-9
• 2 Tesalonicenses 2:1-12

Mi metodología y plan de acción de evangelismo y obra social fue el amor.

Usando las herramientas a mi lado, a través del lenguaje personalmente e incluso comunicándome a través de las redes sociales, verbalizando el amor incluso a distancia de mis seres queridos; también con tiempo de calidad a través de las pantallas pues no hay otro objetivo para mí más que compartir ese tiempo con la persona que quiero, también expresando a través de regalos enviados a pesar del distanciamiento físico pero no personal, regalando tiempo esforzándose y pensando en la persona. En la otra parte, trabajando en realizar ese regalo, disfruto desde que tengo la idea, hasta después de haber dado el regalo al otro, sin esperar más que su sonrisa; con actos de servicio y abrazando más en mi hogar.

Palabras de aliento, apoyo, cariño, aprecio, agradecimiento, simpatía o humildad para todos. Esas son palabras que se usan frecuentemente sin intención y pueden tener un efecto muy positivo en la otra persona; aumentan tu autoestima, tu bienestar y tu bienestar.

Sirviendo. En casa cocinando, preparar la cena y el desayuno, limpiando, arreglando cosas, encargándome de las tareas más pesadas son actos que realizan minuciosamente y con una sonrisa en la cara.

El plan de acción respecto a la parte de la obra social fue siendo parte de la iniciativa #Losquevivendiadia. Quedarse en casa fue la invitación pro cuarentena para combatir la pandemia, pero en nuestro país hay miles de personas que viven de lo que pueden conseguir día a día, fomentar más esperanza y menos temor. Invitando a mis seguidores a donar, adoptar e inspirar. Se realizó en Barranquilla, Medellín, Cartagena, Cali, Bogotá y Fusagasugá.

Mientras que las escuelas, eventos y negocios estarán cerrados debido al Covid-19, para esta misión personal puse a desempeñar materiales útiles con la ayuda del equipo de e625.com que pone a disposición de la iglesia algunas herramientas y recursos especiales fuera de lo usual, junto también con las redes sociales personales disponibles.

Siempre es necesario, como número uno, tener una verdadera relación con Jesús.

El ministerio de adolescentes del que formo parte en mi iglesia está haciendo un trabajo fantástico al llevar las reuniones en línea. Al final del día, en cualquier temporada, un gran trabajo en el ministerio no se trata de exhibiciones espectaculares (ya sea en línea o en el escenario). Siempre ha sido necesario realizar un trabajo significativo y continuará a través de las conexiones: comprometerse con las personas y alentarlas a asociarse con Cristo.

No podemos dudar en comunicarnos directamente con nuestra gente en la búsqueda para aprender a explotar todas las redes abiertas. Esto podría ser llamadas telefónicas, mensajes instantáneos o incluso correo diario (¡solo podría alegrar a alguien con esas líneas escritas y entregadas!). Tampoco se puede sustituir esta elusiva receta por los programas tecnológicos más calificados. E incluso aquellos que no están interesados en participar en otra reunión de Zoom requieren que estemos comprometidos y dispuestos a dejar el 99 para encontrar el que falta.

También parte de la metodología y plan de acción es orar unos por otros en todo el mundo. También con mi familia buscamos beneficiarnos de lo que atraviesa el mundo. ¿Cómo? ¿De qué manera? Practicando el “modo vida”. Si antes de esta crisis el mundo entero estaba hipnotizado con los teléfonos celulares, no puedo imaginarme lo que debe estar sucediendo en los hogares ahora mismo. Antes de Covid 19, el 12 por ciento de la población de EE. UU. Usaba un teléfono celular cuando se duchaba. (Datos derivados del libro Managing Your Family’s High-Tech Habits)

Estudiamos y los maestros dictan las clases y exponen temas nuevos casi cada día. Las lecturas están en la computadora y todos los trabajos se tienen que presentar en una nube. Todo eso no es nada nuevo, lo diferente ahora es que se hace desde el comedor de la casa y los horarios tienen que ser administrados por nosotros mismos, asegurándonos de avanzar lo suficiente cada día a conciencia para no atrasarnos. Se sigue en los trabajos, llamando a otros, orando por personas, compartiendo la Palabra y ministrando cuando es necesario. Lo que es diferente ahora es que con los avances tecnológicos de nuestros teléfonos y computadoras, estamos dispuestos a utilizar aplicaciones digitales si no podemos administrarlas nosotros mismos. Esto se refiere a la historia de todos hoy. En otras palabras, el planeta no comenzará a funcionar sin tecnología.

Entonces mejor compartí algunos consejos de los pastores Luis y Sandy López para que la tecnología no ahogue y desperdiciemos esta oportunidad tan preciada de compartir tanto tiempo a solas con nuestra familia:

1. Definir los horarios de trabajo y estudio
2. Practicar el distanciamiento celular
3. Planear actividades que puedan gustarle a toda la familia
4. Practicar el distanciamiento social hacia afuera, pero el acercamiento social hacia adentro con la familia en el hogar
5. Vivir la fe en el hogar

Las últimas semanas el mundo entero se ha visto frente a la necesidad urgente de modificar las formas tradicionalmente conocidas de relacionarse y experimentar las nuevas posibilidades así que estoy trabajando fuertemente con mi discipulado personal con dinámicas para nuestros encuentros en línea con los temas como: Algunas sugerencias muy útiles respecto a trabajar y estudiar desde casa, el enfoque, el miedo y cómo gestionarlo, la paz, el dar. Leímos y estudiamos el libro “7 Días para nuevos creyentes” durante la semana santa.

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