Pastorela

PASTORELA

NARRADOR- Todo empezó hace muchos en Israel, el pueblo elegido por Dios para que en él naciera su hijo, un rey todo poderoso dueño del cielo y de la tierra, el hijo hecho hombre.

En un lugar de Israel llamado Nazaret vivía una niña hermosa y muy buena que siempre iba al templo a orar, ella se llamaba María.

Un día el Arcángel San Gabriel fue enviado a la tierra por Dios para que le llevara un mensaje a María.

ANGEL.- Alégrate, el señor está contigo, por obra del espíritu santo vas a ser madre de un niño que será grande y será llamado “Hijo del Altísimo”.

MARIA- ¿Cómo será eso?, si yo todavía no estoy casada.

ANGEL.- Tu hijo nacerá por el infinito poder de Dios, y será llamado hijo de Dios.

MARIA- (Haciendo reverencia) he aquí la esclava del señor, hágase en mi según tu palabra.

NARRADOR.- Desde ese momento Jesús, el hijo de Dios comenzó su vida entre nosotros. El Ángel también se le apareció a José que era el novio de María, ya pronto se iban a casar y le dijo:

ANGEL.- José, no temas recibir al hijo de María, porque será el hijo de Dios y le pondrán por nombre: Jesús.

NARRADOR.- José, de oficio carpintero y hombre de buen corazón entendió lo que le dijo el ángel, y se casó con María. Pero sucedió que un día, los soldados del rey anunciaron a todos los habitantes que deberían regresar al pueblo donde había nacido y registrarse en el libro del rey, al oír eso José y María decidieron marchar a Belén. Durante muchos días José y María recorrieron el camino que los llevaba a belén.

CORO.- Caminito de Belén.

NARRADOR.- Al fin llegaron a Belén y buscaron quien les diera posada.

JOSÉ.- Buen hombre, ¿Podrías dejarnos pasar la noche en tu casa?, porque mi esposa viene muy cansada.

HOMBRE.- Si tuviera lugar, los dejaría pasar, pero tengo tanta gente que me es imposible darles posada, pero aquí al otro lado hay un establo limpio donde pueden pasar la noche.

NARRADOR.- José y María caminaron cansados hacia el establo, pero también llenos de alegría porque iba a tener donde pasar la noche.

Y esa noche sucedió el milagro esperado: nació el hijo de Dios en ese humilde establo.

CORO.- Noche de paz

NARRADOR.- Esa misma noche en que Jesús nació en un pueblo no muy lejano de Belén, se encontraban varios pastores reunidos.

FILOMENO.- (Llega corriendo) ¡Vengan pastores!, ¡Vengan a ver el cielo!, ¡Miren!, ¡Brilla como fuego!

LOLA.- Pastor Filomeno, Tú a mí no me engañas, sólo andas pensando en las musarañas.

FILOMENO.- (Señalando hacia arriba) Yo no los engaño, vean ese lucero que es de gran tamaño que ilumina el cielo.

(Salen todos los pastores a contemplar la estrella.)

ANGEL.- Del cielo he venido a darles la nueva: que un niño divino alumbra la tierra, en Belén a nacido donde los espera, su madre es María y su padre es José.

PASTORES.- Con mucha alegría lo iremos a ver.

LOLA.- Yo le llevaré atole.

JUAN.- Yo le llevaré tortillas.

EMILIA.- Yo haré pozole.

ROSA.- Y yo quesadillas.

CORO.- Los pastores a Belén

FILOMENO.- (Se va quedando atrás del grupo junto con Lola, y se va asomando a los arbustos y grita muy asustado.) ¡Hey, vi unos cuernos y unas greñas asomar por un arbusto!

LOLA.- Otra vez con tus locuras, quieres llamar la atención. Basta ya de chifladuras, Filomeno, por favor.

(Entra en escena el diablo muy amable)

DIABLO.- Está la noche muy fría, no llegarán a Belén, ni de noche ni de día, yo los invito a beber de esta botella mía, hasta ver amanecer.

JUAN.- No vendrá mal un trago a la mitad del camino.

FILOMENO.- (le dice aparte) Mira Juan, no le hagas caso, oye bien lo que te digo, a mi me parece el diablo disfrazado

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