Patio

En tiempo presente se desarrolla la comunicación en la “banda de los veinte”, destacándose como emisores: Don Hernando, que tiene como receptores a los radioaficionados de Lisboa, Caracas, Santiago de Cuba, Orense, Colombia, La Habana y Algeciras, que a su vez se convertirán en emisores cuando se dirijan a él, y que como el protagonista no podrán establecer comunicación con Doña Jacobita.

En tiempo pasado, y como rememoración de Don Hernando de lo ocurrido durante año y medio, en el relato se establece comunicación bilateral entre Don Oswaldo de Bogotá y Augusto de Sevilla como emisores y Florita como receptora, siendo asimismo Florita en sus contestaciones emisora y aquellos los receptores. También en este tiempo se encuentra como emisora Doña Jacobita con receptores en Don Hernando y Florita en comunicación bilateral gracias a la cual ellos se convertirán en emisores y ella en receptora de la comunicación.

El código empleado en estas comunicaciones es la lengua castellana, más el restringido y especializado código de uso común por los radioaficionados que tiene su ejemplificación en las claves utilizadas (CO2 Colombia-América, EA1 Barcelona- Marruecos,etc…) y en los recursos para abrir o cerrar la comunicación (Alló,alló…..,cambio…).

El referente es el ambiente radiofónico y los lugares geográficos y psicológicos que lo enmarcan.

Los tipos de mensaje, en este sentido, son sonoros y tienen como canal las ondas hertzianas por las que se desplazan los mensajes. Concretamente, y según la forma de los signos, los mensajes son auditivos y están formados por el lenguaje oral, que como el escrito posee carácter simbólico. También se observa un signo icónico que por su forma y canal es visual: la imagen de una calavera, que se complementa con el lenguaje escrito en su doble función: conativa o apelativa (“no tocar”)y referencial, representativa o informativa (“peligro de muerte”). Este signo es redundante , ya que comunican lo mismo imagen y palabras; tal redundancia asegura la eficacia de la comunicación.

La naturaleza de los mensajes, atendiendo a la función que desempeñan, es predominantemente informativa, representativa o referencial: Don Antonio-“Aquí CT1 llamo a La Habana”, Doña Jacobita- “Acá estoy Don Hernando[…] invita a dar un paseo”, Florita- “Estuve en Burgos” . Doña Jacobita informa sobre su estado de salud, su situación civil y económica a Don Hernando, quien a su vez le explica la situación de los jubilados ,su propia salud y el clima. La “banda de los veinte”, en sucesivos actos de comunicación, informa a Don Hernando al final del relato sobre la muerte de Doña Jacobita.

Es también frecuente la función fática, que sirve en general para establecer la comunicación en “Alló, La Habana” “¿Dónde has estado metida?”(desde Sevilla a Florita), o en expresiones como “cambio”.

La función emotiva o expresiva es la tercera en importancia y frecuencia, dice Oswaldo “besos y abrazos”, a Sevilla “muchos besitos”, a Doña Jacobita ” le envía muchos, muchos besitos la sobrinita de …” y ésta contesta: “muchos besos y abrasos criatura”.

En dos ocasiones hallamos también la función conativa o apelativa: Don Antonio, casi en tono imperativo: “Deje el canal libre”, y Don Hernando a su sobrina: “Debes decir…”

Por último apreciamos la presencia de la función metalingüística cuando los protagonistas hablan de sus respectivos lenguajes: Hernando, “desde cuando hacía de las , Jacobita, “voz clara de los castellanos”.

Cabe señalar que aparece en varias ocasiones y en los sucesivos actos de comunicación la palabra “propagaciones” cuya falta imposibilita o interrumpe la comunicación, en este caso hablaríamos de ruído

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