Relación personal y transformadora con Jesús a través de su vida, muerte y resurrección
Valentina TiapaEnsayo7 de Agosto de 2025
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Capítulo 1
Dios me habló de quién es Jesús: La Luz verdadera, Dios mismo hecho carne. Me recordó que, al recibirle, tengo el derecho de ser llamado su hijo. Me invitó a conocerle profundamente, a seguirle, como hicieron los primeros discípulos. Me llamó a compartir con otros lo que he encontrado en Él como Jesús compartió enseñanzas desde su amor y fidelidad a Dios. Un momento de resaltar el punto de partida de nuestra salvación.
Capítulo 2
Dios me mostró que Jesús se interesa por mi vida cotidiana. Transformó el agua en vino en una boda, mostrándome que Él desea traer gozo y plenitud, porque seguirlo atrae solo cosas buenas y en los detalles del tamaño que sean se hace el presente. También me habló de pureza, al limpiar el templo. Me recordó que mi cuerpo es templo del Espíritu, por tanto, es sagrado, de cuidado y me llamó a vivir en santidad.
Capítulo 3
Dios me habló de la necesidad de nacer de nuevo. Me recordó que Su amor fue tan grande que envió a Jesús para salvarme, no para condenarme, y que desea transformar mi vida y la de quien a su puerta llame. Me llamó a creer en Él con todo el corazón y a vivir en la luz, no en las tinieblas, a perseverar en cada prueba, Dios es digno de fidelidad asi como él lo demuestra.
Capítulo 4
Lo grande que es la gracia de Dios al buscarme aun cuando estoy perdida o apartada, aun cuando lastime su corazon, aun cuando espera por mí con paciencia inagotable. Jesús habló con la mujer samaritana y le ofreció agua viva. Me recordó que Él conoce todo sobre mí y aún así me ama. Me conoce para saber dónde sanarme, no donde juzgarme y asi de compresivo es con todos sus hijos.
Capítulo 5
Jesús sanó al paralítico y me habló de su poder para levantarme incluso después de años de estar postrada, pero más allá expreso lo importante de un entorno que aporte a mi fe, que no me deje caer tan fácil, que no pretenda desviar mi mirada del cielo. Me recordó que su voz da vida, y que Él tiene autoridad del Padre. Me llamó a escucharle y a vivir conforme a su voluntad.
Capítulo 6
Dios me habló de su provisión. Jesús alimentó a miles y luego se presentó como el Pan de Vida, recordando que lo que parece lógico en el mundo en Cristo no, y asi es la única manera perfecta de cada cosa. Sólo Él puede saciar mi alma. Me animó a no buscar sólo milagros, sino una relación profunda con Él, me desafió a creer, incluso cuando no entiendo todo, a enamorarme de él y de lo gloriosa que es su presencia y su protección como Padre.
Capítulo 7
La valentía. Jesús enseñaba con sabiduría en medio de oposición, los retos por defender el nombre de mi salvador hacen parte de mi camino y enfrentarlo sabiendo que voy con su respaldo debe ser algo para recordarme siempre. Me recordó que su tiempo es perfecto, y que el Espíritu Santo sería dado a los que creen. Me animó a no juzgar según las apariencias, sino con juicio justo predominando la comprensión a los corazones lastimados.
Capítulo 8
Dios me mostró su misericordia con la mujer adúltera, demostrando que el poco resalta lo que hiciste defendiéndote ante todos, Dios no se avergüenza de sus elegidos. Me recordó que Él no vino a condenarme, sino a liberarme. Me llamó a no seguir en pecado, y a vivir como hijo de la luz, Jesús ya dio lo impensable y sin merecerlo lucha porque nadie se pierda de su salvación. Me dijo que, si permanezco en su Palabra, conoceré la verdad y seré verdaderamente libre.
Capítulo 9
Jesús sanó a un ciego de nacimiento, y como el a nivel espiritual y en nuestro desenvolver en el mundo hemos sido ciego, envueltos en una sociedad que quiere hacer perder grandes llamados y ministerios. Dios me habló de su poder para abrir mis ojos, no sólo físicos, sino espirituales. Me recordó que a veces el sufrimiento tiene un propósito: manifestar Su gloria. Me animó a seguirle, aunque otros no entiendan o critiquen mi fe.
Capítulo 10
Jesús se presentó como el Buen Pastor, conociéndonos a la perfección sin perdernos de vista. Su cuidado, su voz que me llama, y su vida entregada por mí. Dios me asegura que nadie me arrebatará de su mano, a él le pertenezco desde antes de yo abrir mis ojos. Debo confiar en Él y a reconocer Su voz por encima de otras.
Capítulo 11
El poder de Dios sobre la muerte, un acto de demostración trascendental para cada incrédulo de corazon. Jesús lloró, mostrando su humanidad, y luego resucitó a Lázaro, mostrando su divinidad y fidelidad. Jesucristo es la Resurrección y la vida, y que, aunque muera, viviré sí creo en él, porque él es de promesas eternas.
Capítulo 12
Me llamó a rendirme como María, que ungió los pies de Jesús. Humildad y entrega debo mantenerme en ellas para que mi vida sea para glorificarle. Me advirtió contra el orgullo y la incredulidad, llamando a analizarme y empezar cambiar. Me recordó que el vino como luz, no como juez.
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