ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Religion


Enviado por   •  17 de Febrero de 2014  •  Tesis  •  1.179 Palabras (5 Páginas)  •  183 Visitas

Página 1 de 5

1. Es cierto que quienes mandan actúan en algunos casos sin bondad ni compasión (Eclesiastés 4:1; 8:9). Sin embargo, por amor a Jehová, reconocemos Su autoridad suprema y prestamos a los miembros de la administración la sumisión relativa que les corresponde (Romanos 13:1, 4; 1 Timoteo 2:1, 2). Hasta si hay altos cargos que tratan de limitar las facetas públicas de nuestra adoración a Jehová, buscamos con gusto otros medios disponibles de ofrecer el sacrificio de alabanza (Hebreos 13:15). procuramos ser razonables, pero sin traicionar los principios justos. Esta actitud está en consonancia con el consejo de Pablo: “Estén en sujeción y sean obedientes a los gobiernos y a las autoridades como gobernantes, [...] estén listos para toda buena obra, [...] no hablen perjudicialmente de nadie, [...] no sean belicosos, [...] sean razonables, y desplieguen toda apacibilidad para con todos los hombres”

2. Pablo encomia a Filemón por ser un ejemplo del “amor y de la fe” cristianos. El apóstol siente “mucho gozo y consuelo” al saber que Filemón ha sido una fuente de estímulo para sus compañeros cristianos (File. 4, 5, 7). Al referirse a la delicada situación de Onésimo, Pablo no da ninguna orden a Filemón, sino que lo exhorta “sobre la base del amor”, y así pone un ejemplo a los superintendentes. Le dice: “Confiando en tu anuencia, te escribo, pues sé que harás aún más de las cosas que digo” (File. 8, 9, 21). La carta de Pablo también recuerda a los ancianos el valor del encomio y la discreción. Él empieza por reconocer que ‘los tiernos cariños de los santos fueron refrescados por medio de’ Filemón (versículo 7). Sin duda ese encomio sincero puso a Filemón en un estado de ánimo más receptivo. Del mismo modo, hoy día a menudo el consejo se puede amortiguar con encomio afectuoso y sincero. Y tal consejo no debe ser brusco ni indiscreto, sino que debe estar bien ‘sazonado con sal’ para que al oyente le sea más aceptable. (Colosenses 4:6.)

3. Hoy día, a ninguno de nosotros se nos ocurriría insistir en que nuestra salvación depende de que obedezcamos ciertos mandatos de la Ley mosaica. Recordemos que Jehová separó el séptimo día —su día de descanso— para un fin especial: llevar a cabo su propósito para la Tierra. Por lo tanto, para entrar en el descanso de Jehová —es decir, tomar parte en él—, debemos obedecerle y colaborar en el cumplimiento de su propósito según nos lo va aclarando su organización. Jamás debemos quitarles importancia a los consejos bíblicos del esclavo fiel ni guiarnos por nuestras opiniones personales. Si lo hiciéramos, nos pondríamos en contra del propósito divino y nos arriesgaríamos a perder la amistad con Jehová. Ahora bien, ¿qué situaciones ponen hoy día a prueba nuestra obediencia? En el próximo artículo analizaremos algunas y veremos cómo las decisiones que tomamos en esos casos revelan si hemos entrado en el descanso de Dios.

4. Siglos más tarde, el apóstol Pablo incluyó a Samuel entre los jueces y profetas que “efectuaron justicia” (Hebreos 11:32, 33). Así es, Samuel contribuyó a que se hiciera lo que era justo y recto a los ojos de Jehová. Y lo logró porque, en lugar de dejarse vencer por las dificultades, siguió realizando su labor mientras esperaba con paciencia a que Jehová enderezara los asuntos. Además, demostró ser una persona agradecida. Tras la victoria en Mizpá, levantó un monumento para recordar lo que Dios había hecho a favor del pueblo (1 Samuel 7:12).

Si queremos hacer lo que es justo a los ojos de Jehová, tenemos que ser pacientes, humildes y agradecidos,

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (7.1 Kb)  
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com