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Resumen Cap 20 ProtoEvangelio de Santiago.


Enviado por   •  15 de Octubre de 2016  •  Resúmenes  •  793 Palabras (4 Páginas)  •  631 Visitas

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EVANGELIOS APÓCRIFOS

PROTOEVANGELIO DE SANTIAGO

Resumen del Capítulo 20

La Imprudencia de Salomé

Introducción

De los Evangelios Apócrifos que se conocen, el ProtoEvangelio de Santiago está enfocado a la vida de María.

Contiene 25 capítulos y presenta desde el Dolor de Joaquín y Ana por que no habían tenido la bendición de concebir hijos, así como la Promesa Divina (Capítulos 1 al 4), en la que un ángel del Señor les anuncia el milagro de la concepción y nacimiento de María.

Hasta presentar la vida adulta de María. Me parece un relato que en todo momento busca la justificación de la virginidad de María, como si hiciera falta que se creyera dicha circunstancia, incluso considero que el hecho de que se muestre a José como un Viudo al que se le da en protección la custodia de María, es igualmente un intento por patentar de origen, la imposibilidad de una concepción carnal – humana.

Por ello, seleccioné el capítulo 20, en el que Salomé, la comadrona, confirma la virginidad de María.

Imprudencia de Salomé – transcripción del relato

La siguiente sección es casi una trascripción literal, pues es necesario conocer el texto original para poder hacer válida la interpretación que hago después de esta sección.

Sección 1.

Al entrar la comadrona dijo a María: Permíteme que yo haga algo contigo,

porque no es un debate insignificante el que ambas hemos generado como consecuencia de tu situación. Una vez Salomé obtuvo el consentimiento, firme en su propósito de verificar sus dudas, colocó su dedo en el vientre de María, después de lo cual lanzó un gran grito, exclamando: Castigada es mi incredulidad impía, porque he tentado al Dios viviente, y he aquí que mi mano es consumida por el fuego, y de mí se separa. Pues había confirmado la virginidad de María.

Sección 2.

Salomé se arrodilló ante el Señor, diciendo: ¡Oh Dios de mis padres, acuérdate que

pertenezco a la raza de Abraham, de Isaac y de Jacob!

No me des en espectáculo a los hijos de Israel, mejor devuélveme a mis pobres, porque bien sabes, Señor, que en tu nombre les prestaba mis cuidados, y que mi salario lo recibía de ti.

Sección 3.

Fue entonces que un ángel del Señor se le apareció, y le dijo: Salomé, Salomé, el Señor

ha atendido tu súplica. Aproxímate al niño, tómalo en tus brazos, y él traerá para ti salud

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