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RESUMEN CAP 4 Y 5


Enviado por   •  18 de Noviembre de 2012  •  Tesis  •  3.124 Palabras (13 Páginas)  •  942 Visitas

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RESUMEN CAP 4 Y 5

Los actos fallidos han sido agrupados, en general, en siete tipos: orales, escritos, de falsa lectura y de falsa audición, olvido temporal, pérdidas y actos sintomáticos.

revelan fallas de mecanismos que sólo se delatan en toda su magnitud en determinadas circunstancias.

Para todo este grupo, Jones sugiere el término colectivo de arapraxia, por analogía con la apraxia

Los actos fallidos suelen presentarse cuando el sujeto está igeramente

indispuesto o fatigado, sobreexcitado, excesivamente absorto en cuestiones diferentes de los temas a los que sus palabras se refieren Los factores desencadenantes de los actos fallidos pueden ser fisiológicos o psicofisiológicos.

En el primer caso puede tratarse de trastornos circulatorios o una indisposición, y entre los psicofisiólogos se cuentan la excitación, la fatiga y la distracción.

Se podría decir que los actos fallidos son efectos posteriores, consecutivos

a perturbaciones de la atención, provocados por causas que, como se ha dicho, pueden ser orgánicas o psicofisiológicas no basta para explicar todos los actos fallidos, ya que éstos también se producen en

estados normales y sólo a posteriori se los atribuye a una perturbación

causal que los sujetos del acto fallido niegan en absoluto.

Los actos fallidos son contagiosos y además pueden ser provocados por sugestión.

Presentan un sentido propio, y por lo tanto, tienen derecho a ser

considerados como un acto psíquico completo, con su fin propio y como una manifestación de contenido y significación peculiares

Existen actos fallidos cuyo sentido es fácil descubrir y otros con un sentido difícil de hallar. En los primeros la intención latente sustituye

por completo a la manifiesta, mientras que en otros tiene que conformarse con deformar o modificar a la primera, dando origen a creaciones mixtas que pueden resultar más o menos plenas de sentido.

No deben, pues, considerarse como meras casualidades sino como

importantes actos psíquicos que tienen un sentido y deben su génesis a la acción conjunta o quizá más propiamente a la oposición de dos tendencias opuestas y diferentes.

Según dice Wundt, se puede afirmar que la equivocación oral se produce cuando, a consecuencia de un agotamiento corporal, la tendencia asociativa vence todas las demás intenciones del discurso

Existe en todo acto fallido una parte perturbadora (la intención latente) y otra perturbada, y de la magnitud en que la primera afecte a la segunda depende el que el acto fallido sea más o menos comprensible.

o el hecho de que uno sea complemento del otro.

Las relaciones existentes entre el conocimiento consciente de la tendencia perturbadora con la perturbada pueden encasillarse en tres grupos:

1) la tendencia perturbadora es conocida por el sujeto antes de que se produzca el acto fallido;

2) la tendencia perturbadora es reconocida, pero el sujeto ignora que la misma se hallase en actividad antes de la equivocación, y

3)el sujeto protesta airadamente contra la interpretación (Freud).

En el mecanismo de la equivocación oral la tendencia reprimida (intención latente) se manifiesta a pesar del sujeto, sea modificando la expresión de la intención aceptada, confundiéndose con ella o tomando plenamente su lugar.

Esto se debe al distinto grado de represión del contenido perturbador

(intención latente) y fundado en esto se puede decir que los actos fallidos son el producto de una transacción en que una de' las dos intenciones se impone en la misma medida en que la otra fracasa. E igual es el mecanismo de la aparición de síntomas.

Para llevar a cabo el estudio de los actos fallidos, ' Freud estableció tres grupos de hechos: 1) equivocación oral y subgrupos (escritos, de lectura y de falsa audición);

2) del olvido en relación con: nombres propios, palabras, propósitos o impresiones, y

3) actos de término erróneo, como son los de no encontrar un objeto necesitado o la pérdida definitiva de otros.

En el olvido de propósitos o voluntad contraria directa, una persona olvida un propósito, por ejemplo, pues mantiene una situación incómoda con una persona vinculada a su intención.

CAPÍTULO V.

LOS SUEÑOS

Para el psicoanalista los sueños constituyen el mejor camino para descubrir y entender el inconsciente, y por esta razón tienen un gran valor como medio para conocer los elementos y algunos de los mecanismos del psiquismo, que son semejantes a los que provocan los síntomas de las neurosis y psicosis y los llamados psicosomáticos. El análisis de los sueños permite una visión de las leyes estructurales y el modo de operar del inconsciente, confiriendo así la mejor preparación para el estudio de procesos análogos: la formación de síntomas neuróticos.

Si se intenta definir el sueño como un producto psíquico, lo primero que hay que admitir es que el soñar es una actividad psíquica que ocurre durante el dormir, que tiene carácter alucinatorio y por lo tanto se presenta a la conciencia del soñante como algo experimentado en la realidad.

La alucinación onírica es, en la mayor parte de los casos, visual, pero

ocasionalmente se presentan muchos sueños acústicos, olfatorios o

kinestésicos, que dan al sujeto, en el caso de estos últimos, la sensación de estar flotando o volando; también se pueden tener sueños con sensación de inhibición motora o de caída.

Cabe decir, por lo tanto, que las características del sueño son semejantes a las alucinaciones de los trastornos mentales o, como lo dice Freud, "los sueños son las alucinosis del sano".

diurnos, que tienen en común con los sueños del dormir el poseer una

visual alucinatoria distintiva, diferenciándose de los nocturnos por su

sucesión ordenada y por las peculiaridades estructurales, lo cual indica que se están produciendo en el preconsciente, es decir, con una intensa y

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