Rosario Juvenil

Cuando hoy le dicen que el Rosario es para viejitos, vamos a ver que en realidad es para todos y en especial para los que todavía gozamos de juventud, que aquí entre nos, es más bien una condición interior que cuestión de años…

¿QUÉ ES EL ROSARIO? Es una manera de hacer oración muy antigua en la Iglesia que consiste en la meditación de pasajes importantes de la vida de Nuestro Señor Jesucristo mientras nuestros labios rezan diez Avemarías y nuestros dedos están ocupados desgranando las cuentas. Así tenemos nuestra mente, nuestros labios y nuestras manos concentradas en Jesús.

Puedes preguntar ¿para qué rezar el Rosario? ¡Por tantas cosas! En primer lugar para acercarte a Jesús, ya que estarás meditando en su Evangelio. Y también para poner en manos de nuestra Madre del Cielo todos tus problemas, tus preocupaciones, las de los que te rodean, de loa que más quieres y aún de los que te son indiferentes o hasta te caen mal… que eso es el amor verdadero, el amor de un cristiano.

Estamos continuamente bombardeados por mensajes negativos que no conducen sino a la infelicidad: dinero, placer, sexo, alcohol, las drogas, se nos pueden presentar como algo emocionante, pero que nos atrapan y destruyen. Cuanto más los experimentemos, más los necesitamos, seremos sus esclavos y al fin nos quedaremos vacíos…

La verdad es que no estamos hechos más que para volver a Dios, del cual venimos y al cual vamos. Dios, aunque no lo creas, es el único que te puede colmar, que puede saciar esa sed de infinito, esa búsqueda de felicidad, de estabilidad, seguridad y plenitud.

MISTERIOS DE GOZO (Se rezan los lunes y los sábados)

• 1er Misterio de gozo: La encarnación del Hijo de Dios (Lucas 1,26-38)

El relato del Evangelio parece un cuento de hadas y sin embargo sucedió y gracias a aquello tan sobrenatural pero a la vez tan sencillo, el curso de la Historia cambió definitivamente. El Sí de María dio paso a la concepción milagrosa de Cristo y Él, siendo Dios pasa a encarnarse en el seno de la Virgen Santísima.

Fíjate en María: era una joven virgen, como la mayoría de las chicas de su edad, apenas de unos 15 años, y su Sí cambió al mundo. Si tú das un Sí rotundo, sin medias tintas, sin negarle nada a Dios a pesar de que piensas en primera instancia: ¡Qué mal me va a ir, cómo van hablar mal de mí! ¡Voy a hacer el ridículo y mis amigos se alejarán de mí! Verás que pasado el tiempo, Dios te premiará con creces de la manera que menos te imaginas.

• 2º Misterio de gozo: La Visita de la Virgen María a su prima Santa Isabel (Lucas 1,39-56)

La Virgen Santísima va presurosa a visitar a su prima Isabel, embarazada como ella. Podría haber dicho: “Estoy embarazada y ella comprenderá; después de tener al Niño iré a visitarla”. Y sin embargo, salió de su comodidad para ayudarla y servirla, ya que Isabel era mayor de edad y su embarazo no era fácil. No lo pensó dos veces.

Ojalá aprendamos como cristianos a salir de nosotros mismos, buscando el bien del otro y no nada más de mis familiares y amigos que me quieren. Dios nos pone múltiples oportunidades de hacer el bien. No se trata de hacer la buena obra del día y ya. Hay que ser buenos y generosos en verdad, ser entregados como María, como su Hijo Jesús. Si no hubiese sido así, ¡pobres de nosotros!

• 3er. Misterio de Gozo: El Nacimiento del Hijo de Dios en Belén (Lucas 2,1-8)

Jesús nace en un establo, en un pobre pesebre, en medio de la indiferencia de los demás. Este hecho, sin embargo, llega a cambiar al mundo totalmente, al grado de cambiarnos de época: antes de Cristo, después de Cristo. La salvación nos llega por los medios menos pensados… es que la lógica de Dios no es la nuestra. Fíjate en lo que hoy te parece la más importante y mañana nadie lo recordará: modelos, bellezas, grandes showmen, la fama, dinero, los coches último modelo, las mejores motos, la ropa de moda… todo pasa. ¿No te dan risa las modas de los sesentas, de los ochentas? Las apariencias, lo superficial, pasan pronto, se derrumba…

Tal vez nuestras vidas pasen desapercibidas para el mundo, pero tienen tanto, tanto valor a los ojos de Dios… Cuando sientas que nadie te da importancia, que nadie se acerca a ti ni te hacen caso, cuando creas que no le importas a nadie, recuerda: Dios está junto a ti, te quiere muchísimo, como no te imaginas. ¡Eres muy importante para Dios!

• 4º Misterio de Gozo: La Presentación del Niño Jesús en el Templo Lucas 2,22-35)

Simeón había esperado toda una vida para ver al Mesías, al Cristo, al Salvador. ¡Qué fe de anciano! Es para nosotros una lección. Nosotros no tenemos paciencia para esperar la respuesta de Dios ni unos días ni unas horas. ¡Qué poca es nuestra fe!

María y José, cumplen humildemente la Ley de Moisés a diferencia de nosotros que mal cumplimos la Ley de Dios y sin embargo queremos que Dios nos responda inmediatamente y según nuestros deseos.

“Y a ti misma, una espada te atravesará el corazón”. Profetizó Simeón a María. No todo era lindo… la profecía estaba dada. María, tu Mamá María, mi Mamá también, sufriría intensamente en muchos momentos de su vida, especialmente en el Calvario. Es que la vida de todos nosotros, hombres y mujeres, es así: hay sufrimiento. ¡Y no queremos sufrir nada, ni molestias siquiera! Renegamos del frío o del calor, de tener que estudiar o trabajar, de no poder hacer lo que nos viene en gana. Queremos dormir mucho, trabajar poco, llevar una vida cómoda con TV por cable, carro, ropa de marca… ¿estamos dispuestos a sufrir en nuestra vida por Dios?

• 5o Misterio de Gozo: En Niño Jesús encontrado en el Templo (Lucas 2,41-50)

¿Te imaginas el dolor y la preocupación de José y María al perder a su Hijo y no encontrarlos sino hasta el tercer día? No hay cosa que no haya pasado a María y José como matrimonio: incomprensión, persecución. Exilio, pobreza… por ello la respuesta de Jesús puede parecer un tanto cruel para quienes tanto lo amaban en la tierra, pero es que el amor de Dios y a los hermanos exige desprendimiento y por lo tanto sufrimiento. Debe ser un amor sobrenatural.

¿Has pensado que casarte y formar una familia es para nosotros los cristianos más que una “ley de la vida” es una vocación, un llamado de parte de Dios? ¿Y si Dios te llama a “ocuparte de las cosas del Padre” tiempo completo en la vida consagrada, es una llamada, una vocación justamente?

Nos vemos enfrentados a tomar decisiones fundamentales en la vida al terminar

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