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Suicidio


Enviado por   •  24 de Marzo de 2015  •  1.258 Palabras (6 Páginas)  •  169 Visitas

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La autolesión es una práctica que se realiza cuando te sientes tan apático que no puedes controlar tus emociones y te da el poder para sentirte vivo y que eres real. Tienes el control para hacer que te ocurra algo que nadie más puede provocar. Sin embargo, no necesitas hacerlo. Existen muchas formas de dejarlo. Eres una persona hermosa y, al final, estarás bien. Este artículo te ayudará a mantener tu fortaleza al momento de afrontar tus problemas.

1

Ve a un lugar en el que no puedas cortarte. Si estás en casa, recuéstate en la cama. Lleva tu teléfono junto con un bolígrafo y papel, pero nada más. Es una forma de darte un descanso de tu vida adulta. Si no estás en casa, encuentra un asiento al aire libre como la banca de un parque o la silla de un vestíbulo y siéntate ahí. Recuerda: "Esto también pasará."

• Ahora mismo, lo más importante es distraerte. Si puedes hacer una llamada, hazla. No necesitas contarle ahora mismo tu problema a la otra persona en la línea, pero háblale acerca de algo, cualquier cosa. Ella te ayudará a salir de esta situación.

• Si no puedes hacer una llamada, encuentra algo en lo que puedas concentrarte (es ahí donde el bolígrafo y el papel entran en juego; los abordaremos más adelante). Hazte sentir físicamente incómodo. ¿El sol está sumamente brillante? Perfecto, quédate ahí. ¿Se te está quedando dormido el trasero? Fantástico.

2

Habla en voz alta acerca de lo que te provoca tanto dolor. Habla acerca de ello, incluso contigo mismo en la privacidad de tu habitación. Te ayudará a aliviar la tensión, a relajarte y te dará tiempo para que el impulso pase. Decir en voz alta palabras claras y comprensibles hará que tu situación sea más clara y sencilla de resolver. Hacerlo debe relajarte y permitirte respirar con más de facilidad.

• Si escribir parece más seguro y útil, hazlo. Toma el bolígrafo, crayón o lápiz de labios más cercano, lo que sea, y saca lo que tienes dentro. Reprimirlo solo hará que todo (todo) sea peor.

3

Prueba el método de la mariposa. Cuando sientas el impulso de cortarte, dibuja una mariposa en el lugar donde quieras hacerte el daño y ponle el nombre de un ser querido o de alguien que quiere tu mejoría. Si te cortas, la mariposa morirá. Lava el dibujo. Si la mariposa desaparece (y no te cortaste), significa que la dejaste volar para ser libre. Felicitaciones, lo lograste.

• Otra idea es el método del bolígrafo. Toma un bolígrafo rojo y dibuja líneas (garabatos, símbolos de la paz o lo que sea que se te ocurra) sobre el área que quieres cortar. Cuando termines, cuenta las líneas. Esa es la cantidad de cicatrices que no tendrás. Sorprendente.

4

Si puedes, cuéntale lo que pasa a alguien en quien confíes. Esta es una de las cosas más difíciles de hacer, pero también es una de las más importantes. Crear un sistema de apoyo estable puede ayudarte durante la transición del periodo de la autolesión al de la recuperación. Confía en un familiar cercano, un amigo o en un miembro de tu clero o congregación.

• Cuéntaselo a alguien que pueda ayudarte a mejorar tu situación, no a empeorarla. Por ejemplo, probablemente no sea una buena idea confiar en alguien que también se autolesiona, porque podrían llegar a discutir métodos e incidentes en lugar de concentrarse en su recuperación. Por el contrario, elige a una persona en quien confíes y a quien respetes que parezca lo suficientemente capaz de ayudarte a mejorar.

• Intenta superar cualquier sentimiento de vergüenza, aunque solo sea por un momento. Todo lo que necesitas es el tiempo suficiente para dejar salir las palabras. Si has elegido contárselo a alguien de confianza, a esa persona le importarás lo suficiente como para enfocarse en ayudarte en lugar de hacerte sentir peor.

• No te desanimes si la reacción inicial de tu confidente es una conmoción, miedo o disgusto. Muchas personas que nunca se han autolesionado no pueden entender por qué te harías algo como eso, pero eso no significa que no estén dispuestas a escuchar y a sentir compasión.

• Pídele a la persona a quien le cuentes tu problema que lo mantenga en privado. Explica que será útil para ti saber que el problema se mantiene solo entre ustedes dos, de modo que puedas sentir que tienes el control de tu recuperación.

• Pregúntale a esta persona si puedes hablarle cada vez que sientas deseos de autolesionarte. Tener a alguien en quien confiar cuando te sientas mal puede distraer tu atención de las ganas de cortarte y, básicamente, acelerará tu recuperación. La pregunta no tiene que ser elaborada, solo bastará con decirle algo tan simple como “¿Te molestaría si te llamo cada vez que sienta deseos de hacerme daño y así poder hablar acerca de eso a fin de distraerme?”. Lo más probable es que esta persona esté más que feliz de apoyarte de esa forma.

5

Si no crees ser capaz de contarle tu problema a alguien conocido, llama a una línea de ayuda. El personal de las líneas de ayuda está entrenado para brindarte apoyo y ofrecerte alternativas para que dejes de autolesionarte. Si aún no has reunido la valentía suficiente para abrirte con alguien cercano, entonces hablar de forma anónima a través de una línea directa no rastreada sería una buena idea. Convierte esto en un hábito cuando sientas la necesidad de cortarte.

• Estos son algunos números a los que puedes llamar si vives en los Estados Unidos:

• 1-800-273-TALK (8255): Línea Nacional de Prevención del Suicido, una línea de ayuda que atiende las 24 horas con la que puedes comunicarte en caso de que estés a punto de autolesionarte.

• 1-800-334-HELP (4357): The Self-Injury Foundation (Fundación para personas que se autolesionan), una línea de ayuda que atiende las 24 horas.

• 1-800-366-8288: S.A.F.E. Línea de información alternativa para apoyo inmediato y/o referencias a un médico local.

• Si vives en el Reino Unido, intenta con estos números:

• Llama a Samaritans al 08457 90 90 90. Es una agencia que funciona las 24/7 y está dedicada a atender situaciones como estas.

• Puedes comunicarte con Childline (para niños y adolescentes) al 0800 1111. El número es gratuito y no aparecerá en tu recibo de teléfono.[1]

• Si no te encuentras en los Estados Unidos ni en el Reino Unido, visitawww.befrienders.org para obtener información sobre una línea de ayuda en tu país.

6

Si sientes la necesidad de autolesionarte, hazlo de una manera controlada y menos dañina. Una buena idea es llevar una banda de goma alrededor de tu muñeca. Cada vez que quieras cortarte, golpéala contra tu muñeca. También puedes dibujar sobre tu muñeca con un bolígrafo de color rojo o frotar un cubo de hielo. Otra excelente forma es pellizcarte por un rato en la parte superior de tu dedo. Si bien todos estos métodos causan algún tipo de dolor inmediato, es mucho más suave, mucho menos doloroso y no deja cicatrices.

• Otra opción, la cual es buena para personas alérgicas al látex, sería tomar un puñado de cubos de hielo y sostenerlos durante uno o dos minutos hasta que las manos te duelan y luego soltarlos. También es útil gritar a todo pulmón sobre una almohada.

7

Hay personas que te aman. Si no se te ocurre ninguna persona que te ame, entonces estás buscando en el lugar equivocado. Alguien te ama y no quiere que te hagas daño. Hay cosas buenas allí afuera y personas a quienes les importas.

• Probablemente has logrado ocultar con éxito este hábito. La única razón por la que puede parecer que las personas no se preocupan por ti es porque simplemente no lo saben. Si lo supieran, cambiarían. Debes decírselos para que puedan ayudarte.

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