Suplemento del Boletín Oficial del Obispado de Mallorca

P R O A

Suplemento del Boletín Oficial del Obispado de Mallorca ^[1]

Publicación de la Unión Diocesana de los

Jóvenes de Acción Católica de Mallorca

«Lo que sabemos es una gota de agua;

lo que ignoramos es el océano» ^[2].

Una mirada desde la Historia,

un paseo por PROA nos ayudará a entender ...

«Historia est magistra vitae.

Es una expresión latina tomada de “De Orate de Cicerón”

que sugiere que la “historia es el maestro de la vida”» ^[3].

¡Qué la gente no aprenda de la Historia!

«Quien no conoce su Historia está condenado a repetir sus errores» ^[4].

«La Historia es la encargada de recordarnos los fallos y aciertos

que cometieron nuestros antepasados para que … » ^[5].

«Para la historia deben quedar los hechos y

el análisis correcto» .

«La historia es anciana y experta, y no se deja escribir

como si se trata de deshojar la margarita por un

caprichoso y voluble enamorado, sí, no sí …» ^[6].

«Desengáñense. No basta decir las cosas una vez.

Hay que repetirlas con frecuencia, […]» ^[7].

«[…] Datos, datos, datos.

Datos frente a bulos, conjeturas y tabúes […]» ^[8].

«La lectura es aprender a pensar» ^[9].

«Hay que leer y leer  bien y bueno.

ECCLESIA, SIGNO de cabo a rabo, nuestra Hoja Circular, las Circulares, todo» ^[10].

        La Unión Diocesana de los Jóvenes de Acción Católica de Mallorca empezó a publicar en Mayo de 1938 (España estaba en guerra) una Hoja Circular mensual impresa a multicopista. El sexto número, Octubre de 1938, y siguientes, es tirado ya en una imprenta de Palma ^[11].

En este año de 1938 Manuel Aparici era el Presidente Nacional de los Jóvenes de Acción Católica y lo sería hasta su ingreso en el Seminario ^[12]. El primer año estudia externo. El 17 de Julio de 1941 había ido a ver al Sr. Obispo que le contestó que, si quería, y por aquel año, podía estudiar externo. Y el 29 de Marzo de 1942, Domingo de Ramos, se matricula en el Seminario (y durante ese Curso de 1941/1942, primer año de seminarista, sigue trabajando en la Acción Católica y ejerciendo su profesión, pertenecía al Cuerpo Técnico de Aduanas), pero siete meses después, el 20 de Octubre, el Señor le plantea a través de su representante (el Rector del Seminario) hacer elección: Estudiar libre o ingresar interno (un mes antes había presentado la instancia pidiendo la excedencia). Hece Ejercicios ... y el 7 de Enero de 1943, día en que sumplía 40 años de su nacimiento en Él por el Bautismo, ingresa en el Seminario «dejándolo todo y dependiendo de una beca para sus estudios eclesiásticos» y el día 11 anota en su Diario Espiritual: «¡Pobre madre mía!»; pero le dan algunos domingos de permiso para ir a comcer con su madre.

Sobre Acción Católica de Mallorca y sus dirigentes, al igual que sobre toda la Acción Católica Española, planea con toda nitidez, como no podía ser de otro modo, la doctrina y espiritualidad de Manuel Aparici, pues «decir Manuel Aparici era decir Juventud de Acción Católica» ^[13]. «En él está encerrada casi toda la historia y el espíritu de esa Juventud» ^[14], «de aquella Juventud que él quería unida en torno al Papa y a los Obispos» ^[15]. Había asumido e interpretado con mucha claridad el espíritu de la Acción Católica definida por Pío XI.

Estas Hojas han tenido diferentes nombres a lo largo de los años hasta denominarse PROA; nombre que empezó a utilizarse por vez primera en Enero de 1946, Núm. 86, donde se nos dice el por qué del mismo.

La “maravillosa poesía de sus textos” arroja una luz verdaderamente esclarecedora del quehacer de aquella Juventud mallorquina de Acción Católica en años un tanto ya lejanos, pero que, no por eso, han perdido nada de su lozanía ni de su vigor como fuente probatoria de primera mano de los hechos vividos, que no se puede obviar y que debería ser libro de cabecera. Se trata, en definitiva, de una fuente de primera mano cara a la Historia de los Cursillos de Cristiandad ^[16].

Los textos –tomando las palabras de Alberto Quincoces ^[17]– nos sitúan en aquella realidad, y no fueron escritos ni años después, ni por personas que no los vivieron; todo lo contrario: Están escritos en el momento en que acontecían aquellos hechos y por las personas que los estaban viviendo.

Con ella, con PROA, viajan de manera inseparable las Actas del Consejo Diocesano de los Jóvenes de Acción Católica, sus Memorias de actividades, correspondencia, en particular con el Consejo Superior, etc., el Archivo Diocesano, los escritos de los Consiliarios y dirigentes diocesanos de esos años, etc.

Algunos de los temas que recojo en este trabajo y que recogeré en otros posteriores los he tratado antes de la mano de Francisco Forteza, Guillermo Bibiloni, Eduardo Bonnín, etc. Ahora lo hago directamente de la mano de PROA.

Estimo que sería de sumo interés escribir un monográfico sobre los inolvidables Centros de Acción Católica de Mallorca. «Algunos no pasaron de pequeños núcleos de verdaderos apóstoles, y otros conocieron vida esplendoroso. Unos y otros igualmente dignos de que se cite en sus nombres […] y concluye la Memoria ^[18] diciendo: “Igual derecho a mención tienen los Centros flotantes de nuestra Escuadra, verdadero levadura de apóstoles entre el cielo y el mar […]”» ^[19].

        QUEREMOS SER PROA.

        Núm. 86, Enero de 1946.

«Año nuevo, vida nueva, dice el refrán, y haciendo pie en tal sentido botamos hoy nuestra publicación encabezando sus páginas con ese título que sabe a espuma marinera y a sol, a tormenta y a calma.

»Queremos ser “PROA”, avanzada en la barca de nuestra Obra [la Juventud de Acción Católica]; avanzada de una juventud que sepa vincular a su quehacer habitual el manejo garboso y alegre del arte de pescar almas para Aquel que hizo a los suyos pescadores de hombres, y que erguido en lo alto de la barca de Pedro hizo amainaran el viento y el mar. También hoy nosotros gustando del reposo del Señor en la intimidad de nuestros corazones, nos lanza y nos lanzamos, como la red de Cefas, a surcar los mares de la indiferencia y frialdad. ¡No tememos! como aquellos en el mar de Galilea, ante la posible zozobra, ya que por nuestra vinculación a la Barca de Pedro gozamos de su compañía y nos asegura una calma profunda, agosteña en el atribulado mar de un mundo que no le conoce ni le quiere conocer.

»PROA, encaja en nuestro estilo viril y difícil, conoce y sabe y da a conocer la ruta a seguir para llegar al puerto de la eterna calma. Queremos hacer de Mallorca proa de España en ruta a Tierra Santa, avanzada del mundo hispánico que anhela la arribada feliz a las playas de un mundo mejor.

»Seremos peregrinos de la mar porque somos isleños, y por entre las aguas azules que con el otro azul, el del Cielo, nos circundan, llegaremos en gracia al puerto donde Santiago, para salvar a España, arribó. Libraremos su POSSUMUS en tierra compostelana ante nuestros hermanos de tierra adentro, y porque es nuestro afán haremos para Él de nuestra Mallorca, proa, avanzada, vanguardia de España en ruta a Santiago, por la gloria y la gracia de Santa María de Lluch».

HABÉIS MEJORADO MUCHO VUESTRA PUBLICACIÓN

        PROA Núm.99, Febrero de 1947

«Sí. Habéis mejorado mucha vuestra publicación diocesana [dice Juan Marqués Marcel, Decano y Primer Presidente de la Juventud de Acción Católica de Mallorca, en la entrevista que le hace PROSA]. Pero creo le falta extensión. Ya sé, no me lo digáis: ¡Pesetas! Si es este el problema de siempre … También aquí se anda escaso de dinero. Pero me gusta la dirección que le dais a vuestra PROA. Creo que os queda mucho por recorrer; le quedan muchos cabos a doblar, muchas singladuras a seguir a la PROA de vuestra Unión Diocesana. Ten la seguridad que se hace leer. Lo sé».

¡AVANTE Y A BOGAR!

PROA Núm. 100 (extraordinario), Marzo de 1947.

«Al llegar a esa cumbre difícil –esribe– reafirmamos, ante el Señor, nuestra erecta voluntad de esfuerzo y superación, fieles al lema de “siempre más y mejor”».

«El hombre es una entelequia que se afana por una quimera, y en sus momentos de soledad busca recurso de evasión en el ensueño. Este era el iluso pretexto que justificaba indolencias en aquellas jornadas inolvidables de la guerra, en aquellas horas sin sal y sin pena de las pausas insospechadas, cuando la dun-dun se enrocaba por el castizo “pa co” en un insulso tiroteo, y el tábano de ziguizagues rápidos ponía arrestos de competencia con su bordoneo irritado. El que descubría un pájaro, un insecto o una nube caprichosa, era feliz. Dejaba escapar su fantasía a lomos de corcel insospechado y a voluntad de musa inquieta desmadejaba nostalgias o asaltaba castillos imposibles, Jamás una duda, nuestra juventud lo salvaba todo, y en nuestros pensamientos se encontraba fácil decisión al dilema hamletiano: ¡SER!

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