Tiempo de Cuaresma
magdateran25Trabajo22 de Marzo de 2014
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Cuaresma es un caminar durante cuarenta días, el inicio del camino, esos cuarenta días para la Pascua, se inicia el Miércoles de Ceniza (5 de marzo) con la imposición de la ceniza y con una invitación a creer en el evangelio.
En el primer domingo de Cuaresma (9 de marzo) nos encontramos con el ‘HOMBRE’, el hombre que es tentado, y aprendemos con Jesús, que las tentaciones no son malas en si, son hasta necesarias, porque nos hace personas maduras. ¡Cuánto de esto tendrían que contarnos nuestros enfermos!, ¡cuántas tentaciones a lo largo de su enfermedad! y sin embargo aprender a crecer en paciencia, en humildad, en oración, en fe.
En el segundo domingo de Cuaresma (16 de marzo) nos encontramos con la experiencia de DIOS en el Tabor. El Tabor, es el lugar donde nuestros enfermos llegan después del trajinar a diario, a descansar de los dolores y del sufrimiento, lugar de encuentro con Dios que los abraza con su bondadosa misericordia, son momentos de dicha, de esperanza que les ayuda a mantenerse en la noches y en las penas. Estos momentos de teofanía no son perennes, pero dejan huella en los corazones de nuestros enfermos.
En el tercer domingo de Cuaresma (23 de marzo) nos encontramos con el AGUA de la samaritana, una simbología de que el hombre siempre tiene sed, independientemente de su situación; podríamos decir que en sí el hombre es sed, ya que siempre está insatisfecho, y más nuestros enfermos, que como mínimo tienen sed de salud y también sed de amor, del Dios amor; por tanto, su sed es infinita y Cristo, el agua viva que puede saciar esa sed.
En el cuarto domingo de Cuaresma (30 de marzo) nos encontramos con la LUZ, la ceguera de este hombre simbolizaría los momentos de enfermedad, en los que se dan muchas noches, en ocasiones muy densas, se espera con ansia que llegue el alba para dar gracias por el nuevo día, se siente la necesidad de la luz de Cristo y de ser nosotros luz, se necesita esa luz material que lleve luz al corazón. Aquí entra en juego la importancia de las miradas. Se dan como tres necesidades: ver a Jesús, ver como Jesús y también de ser luz.
En el quinto domingo de Cuaresma (6 de abril), la secuencia de la resurrección de Lázaro nos ofrece un canto a la VIDA. Es cierto que la muerte está allí, que camina a la sombra de la vida; la enfermedad se puede considerar una muerte física, pero también suele venir acompañada de la muerte psicológica por la tristeza o por la soledad, o la muerte sociológica ocasionada por la inadaptación, o la muerte espiritual por la dureza de corazón. Y en todas está el Espíritu de Dios que es vivificante, que puede remover todas las losas de nuestros sepulcros.
• PRIMER DOMINGO DE CUARESMA 2014:
Tiempo de Cuaresma.
PRIMERA LECTURA DE LA MISA
Creación y pecado de los primeros padres
Lectura del Libro del Génesis 2, 7-9; 3, 1-7
El Señor Dios modeló al hombre de arcilla del suelo, sopló en su nariz un aliento de
vida y el hombre se convirtió en ser vivo.
El Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia Oriente, y colocó en él al hombre que
había modelado.
El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos de ver y buenos de
comer; además el árbol de la vida, en mitad del jardín, y el árbol del conocimiento del bien
y el mal.
La serpiente era el más astuto de los animales del campo que el Señor Dios había
hecho. Y dijo a la mujer:
—¿Cómo es que os ha dicho Dios que no comáis de ningún árbol del jardín?
La mujer respondió a la serpiente:
—Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; solamente del fruto del árbol
que está en mitad del jardín nos ha dicho Dios: «No comáis de él ni lo toquéis, bajo pena
de muerte.»
La serpiente replicó a la mujer:
—No moriréis. Bien sabe Dios que cuando comáis de él se os abrirán los ojos y seréis
como Dios en el conocimiento del bien y el mal.
La mujer vio que el árbol era apetitoso, atrayente y deseable porque daba inteligencia;
tomó del fruto, comió y ofreció a su marido, el cual comió.
Entonces se les abrieron los ojos a los dos y se dieron cuenta de que estaban desnudos;
entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron.
SALMO RESPONSORIAL DE LA MISA
Salmo responsorial Sal 50, 3-4. 5-6a. 12-13. 14 y 17
V/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa.
Lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
V/. Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
V/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
V/. Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
SEGUNDA LECTURA DE LA MISA
Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 5, 12-19
Hermanos:
Lo mismo que por un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la
muerte, y la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron...
[ Pero, aunque antes de la ley había pecado en el mundo, el pecado no se imputaba
porque no había ley.
Pues a pesar de eso, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso sobre los que
no habían pecado con un delito como el de Adán, que era figura del que había de venir.
Sin embargo, no hay proporción entre la culpa y el don: si por la culpa de uno
murieron todos, mucho más, gracias a un solo hombre, Jesucristo, la benevolencia y el don
de Dios desbordaron sobre todos.
Y tampoco hay proporción entre la gracia que Dios concede y las consecuencias del
pecado de uno: la sentencia contra uno acabó en condena total; la gracia, ante una
multitud de pecados, en indulto. ]
Si por la culpa de aquél, que era uno sólo, la muerte inauguró su reino, mucho más los
que reciben a raudales el don gratuito de la amnistía vivirán y reinarán gracias a uno sólo,
Jesucristo.
En resumen, una sola culpa resultó condena de todos, y un acto de justicia resultó
indulto y vida para todos.
En efecto, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos
pecadores, así también por la obediencia de uno solo, todos serán constituidos justos.
• EVANGELIO DE LA MISA
Jesús ayuna durante cuarenta días y es tentado
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 4, 1-11
En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el
diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al final sintió hambre.
Y el tentador se le acercó y le dijo:
—Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.
Pero él le contestó diciendo:
—Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca
de Dios.
Entonces el diablo lo lleva a la Ciudad Santa, lo pone en el alero del templo y le dice:
—Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Encargará a los ángeles que
cuiden de ti y te sostendrán en sus manos para que tu pie no tropiece con las piedras.
Jesús le dijo:
—También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios.
Después el diablo lo lleva a una montaña altísima y mostrándole todos los reinos del
mundo y su esplendor le dijo:
—Todo esto te daré si te postras y me adoras.
Entonces le dijo Jesús:
—Vete, Satanás, porque está escrito: Al Señor, tu Dios, adorarás y a él sólo darás culto.
Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles y le servían.
• SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA 2014:
PRIMERA LECTURA DE LA MISA
Vocación de Abrahán, padre del pueblo de Dios
Lectura del Libro del Génesis 12, 1-4a
En aquellos días, el Señor dijo a Abrahán:
—Sal de tu tierra
y de la casa de tu padre
hacia la tierra que te mostraré.
Haré de ti un gran pueblo,
te bendeciré, haré famoso tu nombre
y será una bendición.
Bendeciré a los que te bendigan,
maldeciré a los que te maldigan.
Con tu nombre se bendecirán
todas las familias del mundo.
Abrahán marchó, como le había dicho el Señor.
SALMO RESPONSORIAL DE LA MISA
Salmo responsorial Sal 32, 4-5. 18-19. 20 y 22
V/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
V/. La palabra del Señor es sincera
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.
R/. Que tu misericordia, Señor,
...