Fertilizante en polvo a partir de la orina humana
vladimirxochipaTrabajo26 de Octubre de 2015
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INSTITUTO TECNOLOGICO DE LAZARO CARDENAS
PROTOCOLO DE INVESTIGACION
Nombre del proyecto:
“Fertilizante en polvo a partir de la orina humana”
Integrantes:
- Cabrera Cerrillo Jonathan Isaí. N° Control: 11560493
- Villegas Moreno Joswan. N° Control: 11560578
Docente:
M.C. Sara Ruiz Gutiérrez
Materia:
Taller de Investigación I
PROPUESTA
PROTOCOLO PARA PROYECTOS DE TITULACION INTEGRADA E INTEGRAL
INSTITUTO TECNOLOGICO DE LÁZARO CÁRDENAS
Título del proyecto | “Fertilizante en polvo a partir de la orina humana” |
Tipo de proyecto:
Otro especifique____________________________________________________________________ |
Para el caso de proyectos de investigación: ¿El proyecto propuesto, ya ha sido divulgado en alguna fuente de información? Si (x) No ( ) Fuentes de información: bases de datos revistas técnicas, impi, revisión por internet (google, internet Explorer, Redalyc, Scielo.), otros.
Si la respuesta es “si” llene el campo diferencia significativas entre los antecedentes y la propuesta (No aplica para proyectos de implementación, desarrollo de prototipos) |
Diferencia significativa ente la propuesta de investigación y la exhaustiva investigación documental: (Redacte en forma concreta y simple las diferencias significativas entre lo ya investigado y lo que se pretende realizar como algo nuevo) |
- DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO
1.1 Resumen
Los impactos positivos socioeconómicos en la industria son notables: los fertilizantes son críticos para lograr el nivel de producción agrícola necesario para alimentar la población mundial, rápidamente creciente. Sin embargo los fertilizantes también tienen su desventaja y es el daño creciente que se le hace al medio ambiente, rompiendo el delicado equilibrio que existe en la naturaleza.
Por lo que en este proyecto se busca una nueva vía de desarrollo de fertilizantes más amables al medio ambiente utilizando de cierta forma una reciclaje de aquello que nosotros llamamos desecho. Nos referimos a la orina humana, que con el tratamiento adecuado y aplicado en la forma indicada ofrece cultivos sanos y con una mayor producción sin tener además que gastar en productos químicos que además de dañar el medio ambiente dañan el bolsillo de quien requieren este tipo de nutrimentos.
Por medio del cultivo y la comparación entre plantas regadas con agua y algunas más con orina tanto diluida como concentrada, se muestra el efecto que tiene este líquido que además de agua contiene elementos sólidos entre los que destaca la urea, que sabemos es una sustancia muy usada como fertilizante. Así pues, tenemos que este proyecto no solo comprueba la teoría de que la orina puede ser un buen fertilizante sino que también tiene implicaciones sociales y ecológicas que vale la pena tener en cuenta.
- Introducción
Pocos podrían argumentar contra la importancia del fertilizante (sea natural o sintético) para una agricultura exitosa. Los productores que no pueden costear fertilizantes sintéticos, y que no tienen animales que les provean de fertilizante en forma de estiércol, están en desventaja.
Una fuente de alta calidad universalmente accesible de todos los macronutrientes principales (nitrógeno, fósforo y potasio) es la orina humana. Utilizar la orina como fertilizante no es algo sin precedente, pero por distintas razones en la mayoría de países no se considera una opción, en particular para el cultivo de vegetales.
- Antecedentes
Investigadores en Finlandia informan del éxito en el empleo de un fertilizante poco común en las granjas, que es económico, de disponibilidad abundante, e innegablemente orgánico: la orina humana. Su informe sobre el uso de orina para abonar las cosechas de repollos apareció publicado en la edición del 31 de octubre de la revista de ACS Journal of Agricultural and Food Chemistry. A pesar del factor “¡puaj!”, la orina proveniente de individuos saludables es virtualmente estéril, libre de bacterias o virus. Naturalmente rica en nitrógeno y otros nutrientes, la orina ha venido siendo usada como fertilizante desde la antigüedad. La fertilización con orina es rara hoy en día. Sin embargo, ha venido despertando el interés en algunas regiones donde los granjeros han optado por el uso de métodos de producción orgánicos para de este modo reducir el empleo de fertilizantes sintéticos. En el nuevo estudio, Surendra K. Pradhan y sus colegas, recolectaron orina humana en hogares particulares y la usaron para fertilizar cultivos de repollos. Luego compararon los campos “orinados” con otros en los que se usaron fertilizantes industriales y otros en los que no se usó abono alguno. Los análisis demostraron que el crecimiento y la biomasa eran ligeramente más altos con orina que con fertilizantes convencionales. No hubo diferencias en el valor nutricional del repollo. “Nuestros resultados demuestran que la orina humana podría usarse como fertilizante para repollos sin suponer ningún riesgo significativo para la higiene ni dejar ningún sabor distintivo en los productos alimenticios”, concluye el informe. La orina debe ser manejada y tratada de acuerdo a los lineamientos de higiene (Schönning y Stenström, 2004) previo a su uso en los cultivos. Las recomendaciones locales específicas para el uso de la orina y de las heces en los cultivos deben estar basadas en las recomendaciones locales para la fertilización de cultivos. Las dosis de aplicación para fertilizantes minerales nitrogenados (urea o amonio) de tipo comercial, si existen, pueden ser usadas como base para las recomendaciones del uso de la orina. Antes de traducir dichas recomendaciones a la orina, su concentración de nitrógeno (N) debe ser analizada. De otro modo, se puede estimar una concentración de nitrógeno de 3-7 g por litro. De no ser posible la obtención de recomendaciones locales, una regla general es aplicar la orina producida por una persona durante un día (24 horas) a un metro cuadrado de terreno por estación de crecimiento. Si toda la orina es recolectada, esta alcanzará para fertilizar 300.400 m2 de cultivos por persona por año con N a una dosis razonable. Para la mayoría de los cultivos, las dosis de aplicación máxima, antes de correr el riesgo de efectos tóxicos, es por lo menos cuatro veces esta dosis. La orina contiene también una gran cantidad de fósforo, suficiente para fertilizar hasta 600 m2 de cultivo por persona y temporada de crecimiento, si la dosis de aplicación se escoge para sustituir al fósforo removido, en cuanto a las heces véase más abajo.
La orina puede ser aplicada pura o diluida. Sin embargo, su dosis de aplicación siempre debe basarse en la tasa de aplicación deseada del nutriente y cualquier necesidad adicional de agua debe ser satisfecha con agua solamente, no orina diluida. Para evitar malos olores, pérdida de amoníaco y quemaduras foliares, la orina deberá ser aplicada cerca al suelo e incorporada tan pronto como sea posible.
La orina es un fertilizante de acción rápida cuyos nutrientes son mejor aprovechados si la orina es aplicada antes de la etapa de siembra hasta dos tercios del periodo entre la siembra y la cosecha. El mejor efecto fertilizante resulta de utilizar heces y orina en combinación, pero no necesariamente en el mismo año en la misma zona. La cantidad de orina a ser aplicada puede ser distribuida en una sola dosis o en varias dosis pequeñas, bajo la mayoría de circunstancias la producción total es la misma para cualquiera de las dos formas.
Para las heces, la dosis de aplicación puede basarse en las recomendaciones locales para el uso de fertilizantes fosfatados. Esto da una dosis de aplicación baja, y la mejora lograda mediante la adición de materia orgánica no es notaria. Sin embargo, las heces son a menudo aplicadas en dosis mayores, a las cuales la estructura y la capacidad de retención de agua del suelo son visiblemente mejoradas como resultado del incremento de materia orgánica. Generalmente se añade a las heces materia orgánica y cenizas, estas mejoran la capacidad de amortiguamiento y el pH del suelo, lo cual es particularmente importante en suelos con un pH bajo. Es así, que dependiendo de la estrategia de aplicación, las heces de una persona pueden fertilizar 1,5 – 300 m2, esto es, si fueron aplicadas de acuerdo a su contenido de materia orgánica o de fósforo. Las heces deben ser aplicadas y mezcladas en el suelo antes de que la siembra inicie. La aplicación local, en agujeros o surcos cerca de donde se sembrarán las plantas, es una forma de economizar en este valioso recurso.
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