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karichimichi7 de Octubre de 2013
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ALIMENTACIÓN HOY EN DÍA 05/2008
La privación de sueño y sus consecuencias metabólicas
La cultura de las “24 horas al día, 7 días a la semana” de la sociedad occidental, en la que cada vez son más las horas de vigilia debido a la presión profesional o social, tiene consecuencias en la calidad del sueño y, según algunos estudios científicos, quizá también en el riesgo de padecer obesidad y diabetes.
¿Qué función tiene el sueño?
El sueño es esencial para la vida y es la base de numerosas funciones fisiológicas y psicológicas, como la reparación de los tejidos, el crecimiento, la consolidación de la memoria y el aprendizaje. Aunque no todas las personas adultas necesitan el mismo número de horas de sueño, los expertos consideran que dormir menos de 7 horas por noche de forma continuada puede tener consecuencias negativas para el organismo y el cerebro.
El sueño y el metabolismo
Al examinar la relación existente entre el sueño y el metabolismo, es difícil determinar si ciertas circunstancias metabólicas conducen al sueño, o si es la calidad y duración del mismo lo que impulsa el metabolismo. Por ejemplo, los períodos más prolongados de sueño profundo se observan en personas físicamente activas y en aquéllas con una glándula tiroides hiperactiva; ambos casos están asociados con metabolismos más rápidos. Por el contrario, las personas con una glándula tiroides hipoactiva y, como consecuencia, un metabolismo más lento, suelen disfrutar de menos horas de sueño profundo.
Inversamente, la privación de sueño está relacionada con diversos cambios adversos de la actividad metabólica: aumentan los niveles de cortisol (una hormona implicada en la respuesta al estrés) en sangre, la respuesta inmune se ve afectada, disminuye la capacidad del organismo de procesar glucosa y el control del apetito se altera. Este tipo de cambios, pueden observarse en personas cuyo patrón de sueño está trastornado debido, por ejemplo, al cuidado de un bebé o a una enfermedad. El resultado final es que el funcionamiento normal del cuerpo se ve perturbado por la falta de sueño, y esto se repercute en ciertas consecuencias metabólicas.
¿Influye la falta de sueño en la salud?
Los estudios epidemiológicos y de laboratorio realizados indican que la falta de sueño puede desempeñar un papel en el aumento de la prevalencia de la diabetes y la obesidad. La relación entre la restricción del sueño, la ganancia de peso y el riesgo de padecer diabetes podría derivar de alteraciones en el metabolismo de la glucosa, un aumento del apetito y una disminución del gasto energético.1
El sueño y el metabolismo de la glucosa
Los períodos reducidos de sueño están asociados con una menor tolerancia a la glucosa y una mayor concentración de cortisol en sangre. La tolerancia a la glucosa es un término que describe el modo en que el organismo controla la disponibilidad de la glucosa presente en la sangre para los tejidos y el cerebro. En períodos de ayuno, el elevado nivel de glucosa y de insulina de la sangre indica que la administración de glucosa realizada por el cuerpo es inadecuada. Existen pruebas que demuestran que la baja tolerancia a la glucosa es un factor de riesgo para la diabetes de tipo 2. Los estudios sugieren que la restricción de sueño a largo plazo (menos de 6,5 horas por noche) puede reducir la tolerancia a la glucosa en un 40%.
Aumento del apetito
En un estudio realizado en grandes poblaciones se ha observado una relación entre una corta duración habitual del sueño y el aumento del índice de masa corporal (IMC). Una duración reducida del sueño se asoció a cambios en las hormonas que controlan el hambre; por ejemplo, los niveles de leptina (reductora del apetito) eran bajos, mientras que los niveles de grelina (estimulante del apetito) eran altos. Los efectos se observaron cuando la duración
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