Huella hídrica de la caña de azúcar en la provincia de Tucumán, Argentina

Huella hídrica de la caña de azúcar en la provincia de Tucumán, Argentina.
Comparación entre diferentes prácticas de gestión.

Resumen

La industria del azúcar y el alcohol juega un papel clave en la economía de la provincia de Tucumán (Argentina). Por esa razón, la cuantificación de los volúmenes de agua consumidos durante el cultivo de la caña de azúcar y el agua utilizada en la producción de azúcar y bioetanol y en la fabricación de subproductos asociados es muy importante para el desarrollo de políticas que garanticen la sostenibilidad del azúcar y el alcohol . La huella hídrica es el indicador más extendido y actualizado que se utiliza para evaluar el uso y el consumo de agua asociado a un producto, actividad o cuenca hidrográfica. En este trabajo, se ha evaluado la huella hídrica verde, azul y gris de la producción de caña de azúcar en Tucumán (Argentina), considerando diferentes niveles de tecnología. Todos los datos utilizados en los cálculos provienen principalmente de fuentes locales, desde las campañas 2012 a 2016, con el objetivo adicional de construir un mapa regional de la huella hídrica de un cultivo tan importante como es la caña de azúcar. Los resultados se distribuyen aproximadamente en la huella de agua verde en un 12% y en la huella de agua gris en un 88%. La huella de agua verde exhibe un comportamiento contrapuesto con respecto a los niveles de tecnología. La huella de agua azul es muy baja, en condiciones de secano, ya que solo está asociada a la dilución y al agua de aplicación de agroquímicos. La huella de agua gris exhibe altos valores para un mayor nivel tecnológico debido al uso de herbicidas a base de triazina, que no están presentes en la receta de agroquímicos de bajo nivel tecnológico. Esta situación plantea una interesante compensación que muestra que no siempre los niveles de tecnología más altos serían los más sostenibles.

Introducción

La industria de la caña de azúcar genera mucha mano de obra y muchos productos esenciales, como azúcar, etanol y bagazo (subproducto lignocelulósico de la molienda de la caña de azúcar). La caña de azúcar tiene una importancia mundial y contribuye al 29% de la producción mundial total de cultivos (Gerbens-Leenes y Hoekstra, 2012). Durante el período 2005e2014, Brasil produjo el 39% de la caña de azúcar mundial, seguido de India (19%), China (7%) y Tailandia y Pakistán (4% cada uno) (FAO, 2017).

En Argentina (1,4% de la producción mundial de caña de azúcar), el procesamiento de la caña de azúcar es la segunda actividad económica y social más importante en la región noroeste del país (INTA informa, 2013), desempeñando un papel clave en la economía de la provincia de Tucuman, que alberga el 64% de la caña de azúcar cultivada en Argentina (MHFP, 2016): 274,180 ha (Fandos et al., 2016). La economía de la región ha estado fuertemente influenciada por la incorporación obligatoria de bioetanol y biodiesel definido por la ley argentina 26.093d en mezclas de gasolina y gasoil, respectivamente. Desde 2010, el porcentaje de bioetanol en la gasolina se ha aumentado gradualmente del 5 al 12% en volumen, lo que provoca un aumento de 700,000 m3 en la producción de etanol entre 2010 y 2016 (MHFP, 2016).

La producción de azúcar y bioetanol puede considerarse constituida por dos etapas clave: agricultura y manufactura, cuyo consumo de agua y generación de aguas residuales es significativo con respecto a todas las actividades agroindustriales en la provincia de Tucumán (DPSE y DPN, 2017). La cuantificación del agua consumida durante el cultivo de la caña de azúcar (absorción y evaporación), así como el agua utilizada en la producción de azúcar y bioetanol y la fabricación de algunos subproductos asociados, es muy importante para los interesados. Es particularmente interesante utilizar esta información para desarrollar políticas públicas que garanticen la sostenibilidad del azúcar y el alcohol.

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