La Comunicación Y Los Medios Alternativos

Florencia Saintout comenzó la escuela secundaria en el año 83, siete meses antes de que volviese la democracia a nuestro país. Estudió en la ciudad de Bahía Blanca hasta cuarto año y cursó el quinto en Kingston, Jamaica, a través de un intercambio cultural. Cuando regresó, ya tenía decidido estudiar en La Plata. "Ya estaba todo dicho, era el lugar", afirma. Los viejos la tuvieron de muy jóvenes y en los 70. Le atraía el imaginario de la militancia estudiantil. Le gustaba mucho escribir pero muchos le habían advertido que “En Letras no se escribe, sólo se forman críticos”. Así, se inclinó a estudiar comunicación.

¿Qué sucedía en La Plata por esa época?

Era un poco lo que sucedía en el mundo. Una clara derrota de las fuerzas emancipadoras. Cada vez eran menos los pibes que militaban. Yo entré a una agrupación con muchos compañeros y al año siguiente éramos la mitad y al otro, menos todavía. Había una despolitización muy fuerte, la opción de la militancia se iba acotando cada vez más. Era muy difícil ver dónde se jugaban los lugares de la militancia. No fui militante en los 70, mi relato es atravesado por otra generación. Que también ve de una manera distinta los que ahora son militantes y recuperan algunas líneas fuerte de los 70. Pero mi generación se hizo adulta con la democracia y para mí tiene mucho más que ver con la desilusión. Yo creo que es por eso muchos de nosotros recibimos esto que se abrió en el 2003 con fascinación. Porque no era algo esperado, al menos no lo era para mí. Yo me acuerdo que escuché el discurso de Evo cuando asumió como presidente y me emocioné muchísimo. Profundamente. Pero tenía adherido el sentimiento de “Bueno, ya nos va a cagar”, como había sucedido siempre antes.

Este año se cumplen 20 años de la desaparición de Miguel Bru y pienso en cómo la desaparición de él fue algo muy impactante en la Facultad. Reconstituyó inmediatamente la organización de los estudiantes. Fue interesante porque se formó una Asociación de amigos, ni siquiera de familiares. Aunque siempre estuvo muy presente la búsqueda de la verdad y de la justicia por parte de la madre de Miguel y de sus hermanos. Pero fíjense qué interesante esto de "Amigos". Yo tengo la idea de no comprender esa desaparición, de haberlo leído a Walsh, de empezar a hablar de gatillo fácil, de el CELS que aportaba el concepto de "Violencia institucional". Pero los que teníamos una militancia más clásica y no me refiero a una estructura partidaria porque que nunca estuve afiliada, no podíamos entender que era un desaparecido ahí, en plena democracia. Tenía que ver con los Derechos humanos. En esos años se empezaba a conformar la agrupación HIJOS en La Plata. Hablo de la despolitización cuando en mi imaginario, La Plata era un lugar al que se venía a hacer política. Pero por algún lado, aparecía una politización más ligada a resistencias con r minúscula. La experiencia de HIJOS en ese sentido, la experiencia de la lucha por la verdad y justicia en el caso de Miguel Bru tenían una r con minúscula y una r de reinvención, era algo de lo cual las generaciones anteriores entendía algo. Aún así, no era fácil comprender una desaparición después de 10 años de democracia.

Y en aquellos momentos ¿Te imaginabas ocupando este lugar?

No. La verdad es que no. Y cuando me eligieron como decana tampoco, por lo menos en los primeros meses. Fui encontrándole, en términos personales, esa conjunción entre el deseo de otros compañeros y el propio, buscándole una forma que no necesariamente está escrita en un manual, no hay una manera de ser decana. Probablemente, las maneras de ser decana que conocía no me atraían, me ponían en duda. Recién cuando empezamos junto a otros muchos compañeros a darle forma y a imaginar qué era lo que queríamos, cobró mucho más sentido estar acá. Y esto, también tiene que ver con el contexto histórico. Siempre pienso que no sé sí podría haber sido decana en otro momento pero qué bueno que nos haya tocado en este. Respiramos claramente la posibilidad de hacer y de pensar. Es un momento donde el “Por hacer” y el “Por pensar” están más que nunca en contraposición a eso que uno pensaba que todo se había terminado, el "Fin de la historia" de los 90’ donde parecía que no existía otro lugar que el neoliberalismo hacia dónde ir. Bueno, este es un momento donde pareciera que uno puede ir a cualquier lugar que imaginemos. Eso es tremendamente desafiante porque nos desafía a ser creativos y nos pone también en esa responsabilidad. Que es colectiva porque es en el marco de de un proyecto nacional, incluso regional. Yo nunca dejé de dar clases y las clases para mí son un desafío enorme. Conducir una institución que recibe todos los años a una generación de jóvenes cada vez más diversa en términos de clase. Estar recibiendo todos los años a jóvenes que vienen de diferentes lugares del país, que vienen de diferentes sectores sociales y que vienen a aprender y por supuesto, a enseñarnos. Nosotros creemos que estamos formando a los que se van a hacer cargo de la comunicación de este país, entonces ahí tenemos algo que hacer.

¿Qué ves de estos jóvenes que eligen ser comunicadores sociales?

La pregunta es qué modelo de periodista, o qué modelo de comunicador quieren ser. Yo me acuerdo que en un tiempo donde regía claramente esta cuestión del periodista de CQC, en los 90. Ese era el modelo. Lo que venimos viendo en estos poquitos años que llevo como decana, y con la mirada más focalizada, es que hace como tres años empezó algo más parecido a “Queremos ser cualquier cosa, menos como los periodistas de Clarín”. El año pasado empezamos a ver como una especie de teoría de los dos demonios. Esto de no queremos ser como Clarín pero tampoco 6,7,8. Ya nadie habla del periodista independiente. CQC iba de la mano del periodista independiente y nadie lo discutía. Era ese el modelo. En la facultad hace tres años empezó la carrera de periodismo deportivo, la única en el país que se da en una Universidad pública. Y empezó como una carrera donde teníamos muy en claro qué era lo que no queríamos hacer. No queríamos un periodismo deportivo machista, clasista. Eso no. A ver. Ya hace tres años nadie quería hacer un convenio con Olé y hoy yo creo que eso mismo se sigue sosteniendo. En cambio si se hubiera creado hace 10 años todo el mundo hubiera querido ir ahí. Hay un movimiento muy visible, no lineal. Ningún ingresante hoy habla de periodismo independiente. Todos saben cómo nosotros pensamos pero a su vez somos una facultad que defiende la autonomía de cátedra. Tenemos cátedras donde hay profesores que creen

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