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La Virtualidad, Una Opción Innovadora A La Educación


Enviado por   •  18 de Octubre de 2020  •  Ensayos  •  2.534 Palabras (11 Páginas)  •  47 Visitas

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La Virtualidad, Una Opción Innovadora A La Educación

Erik A. Valdivieso

Universidad de Santander UDES

Especialización en Aplicación de TIC para la Enseñanza

Docente: Camilo Andrés Brito Daza

Bucaramanga

6 de julio de 2020

La Virtualidad En La Educación

En fechas recientes, la educación virtual ha tenido un crecimiento acelerado en nuestra sociedad, siendo indudable que el constante avance de las tecnologías de la información y comunicación ha transformado y mejorado de manera significativa este campo. Como lo señalan Sancho y Borges (2011) las tecnologías de la información y la comunicación son las que permiten flexibilizar el proceso formativo, a medida que enriquecen las dimensiones comunicativas y hacen uso efectivo de recursos ajustados a cada materia de estudio. Sin embargo, cuando se malinterpreta el concepto de educación virtual y pasa a considerarse como un campo meramente material, técnico o mecánico, se tiende a olvidar que esta cuenta con unas dimensiones sociales y culturales, en donde la interacción, la reflexión, la evaluación y la adquisición de competencias, son características clave para hacerla una educación exitosa.

De acuerdo con Sigalés (2004), a pesar del creciente interés en el uso de TIC en la educación, el éxito reflejado en muchas de estas experiencias no ha sido el esperado, estableciendo de esta manera un impacto poco positivo en las instituciones que lo practican. De esta forma, las prácticas educativas apoyadas en el uso de las tecnologías de la información y comunicación, deben ser guía en un camino lleno de retos y oportunidades que garantice la innovación y aprendizaje exitoso en este modelo de educación, planteando ideas coherentes con fines educativos en los que el estudiante construye su aprendizaje a través de la práctica y el análisis crítico.

Siendo entonces el estudiante virtual el actor principal de su aprendizaje, debemos plantear una serie de interrogantes dirigidas al éxito en un proceso de educación virtual para entender cuál es el rol del estudiante virtual; los comportamientos que debe asumir dentro de la virtualidad; y, los beneficios que obtendrá durante el transcurso y al final de su proceso de aprendizaje.

Con base en las diferentes perspectivas de la virtualidad como una herramienta innovadora para la educación, revisaremos de manera oportuna los factores clave para lograr excelentes resultados dentro de la misma; partiendo de la realidad y la práctica para identificar aspectos relevantes con respecto a las características del estudiante virtual exitoso, las normas de comportamiento en la educación virtual, y finalmente señalar algunas de las ventajas y desventajas de la educación virtual en relación a la educación presencial.

El Éxito Del Estudiante Virtual

Cuando un estudiante decide iniciar un proceso de formación virtual, este debe asumir una transformación total con respecto a sus métodos de estudio. Tomando en cuenta diversos factores como la autonomía y flexibilidad en sus ritmos de aprendizaje, el estudiante virtual debe tener la capacidad de conciliar su vida personal y profesional con la formación; realizar una planificación meticulosa para abordar los contenidos; afrontar desafíos y oportunidades de mejora en su quehacer profesional; y, habituarse al uso de las plataformas virtuales y cronogramas para el desarrollo de las actividades, de manera individual o cooperativa. De acuerdo con estas reflexiones, Sancho y Borges (2011) plantean que el éxito de la educación virtual no depende únicamente de las experiencias previas, sino de la capacidad que el estudiante tiene para afrontar retos y novedades; y salir adelante siendo consciente de su rol.

El rol del estudiante virtual, es de este modo un rol social, que se logra moldear en conjunto con todos los entes que hacen parte de la educación virtual, siendo la interacción, la comunicación y la metodología, factores fundamentales para lograr procesos significativos dentro de este ámbito. Investigaciones pasadas (Conde, 2003; Díaz, 2008) afirman que la educación virtual se caracteriza por tres elementos fundamentales: el alumno, el tutor y el contenido; dando suma importancia a la creación de diseños educativos flexibles, con un material didáctico que incluya la información y guía pertinente para que el estudiante logre fundamentar la base de su aprendizaje independiente.

Conde (2003) plantea que la interactividad es una actividad recíproca de comunicación entre un grupo de personas, que se encuentran a través de la computación, y se motivan simultáneamente entre sus diversas interacciones.

Un estudiante virtual que interactúa en sus procesos formativos, logra entonces desarrollar una serie de competencias que al ser conjugadas con la retroalimentación del docente, sirven de base para moldear su autonomía y su autoevaluación. De este modo, el estudiante virtual logra reflexionar sobre sus carencias y habilidades; sobre qué necesita para lograr sus metas en la educación virtual; y cómo va a conseguir ser un estudiante virtualmente competente. En fin, se apropia su rol como estudiante virtual.

En el capítulo dos “El aprendizaje en un entorno virtual y su protagonista, el estudiante virtual” Sancho y Borges (2011) mencionan cuatro dimensiones clave para ser un estudiante competente en la educación virtual: la dimensión instrumental, la dimensión cognitiva, la dimensión relacional y la dimensión metacognitiva. Ser competente en cada una de estas dimensiones debe garantizar indudablemente el éxito de cada estudiante en la virtualidad.

Un estudiante competente en cada una de estas dimensiones es eficaz en el uso de instrumentos virtuales y de cómputo; en la adquisición de nuevos conocimientos, en el manejo de la información; en la forma en que se relaciona con sus pares, en la participación dentro de su comunidad académica; en realizar una autoevaluación constante que le permita plantear estrategias para alcanzar sus objetivos a corto, mediano y a largo plazo.

Por su parte Sangrà (2001), propone cuatro pilares en los que se basa el modelo de educación virtual para el estudiante. La flexibilidad, en respuesta las diversas necesidades de cada estudiante; la cooperación, puesto que ningún estudiante se encuentra solo en su proceso de aprendizaje; la personalización, que responde al trato individual de acuerdo

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