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Lectura Y Escritura


Enviado por   •  16 de Mayo de 2014  •  769 Palabras (4 Páginas)  •  212 Visitas

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Los medios de comunicación más cercanos a las familias son la prensa, la radio, la televisión y también viene tomando fuerza la Internet, las cuales actúan actualmente como modelos lingüísticos de nuestra sociedad, influyendo en los modos y modas culturales de la manera de hablar de una comunidad. Estos medios tienen como principales funciones: informar, opinar y entretener. Sin embargo, educar no es una de ellas y debería serlo sobre todo desde un tema lingüístico ya que hoy en día ejercen mayor influencia en este aspecto que el propio hogar y la escuela. La televisión, que es el medio de comunicación que más llama la atención de los niños, difunde y promueve a través de sus programas y publicidades ciertos valores, estereotipos y modas que muchas veces no son las más adecuadas. De igual manera ocurre con el lenguaje utilizado en este medio, ya que el niño lo toma como modelo y repite, pronunciando las palabras de la misma forma como las escucharon. Está comprobado que la televisión influye en el lenguaje de los niños, reduciendo la comunicación entre padres e hijos. Esto tiene consecuencias negativas en el desarrollo del lenguaje en los niños.

Es evidente que el ver la televisión es uno de los aspectos que en la vida de los niños es importante y posee una influencia notoria. No en vano, se estima que el tiempo medio que se emplea en estar delante de la tele durante el día es de 4 horas. Pero no debemos olvidar que, al igual que puede entretener, informar y acompañar, también puede ser una mala influencia. Está claro que para desarrollar el lenguaje se necesita alguien que quiera decir algo (un emisor) y alguien que lo reciba (un receptor) que vayan intercambiándose los papeles; es una actividad interactiva. Si el niño se encuentra mirando la tele sin nadie con quien compartir las experiencias que está viviendo, la actividad es pasiva: el niño recibe el mensaje de la televisión pero la televisión no necesita recibir ningún mensaje oral del niño, por lo que éste no habla. El exceso de estimulación visual que llevan los programas infantiles, caracterizados por movimientos rápidos y multitud de colores, puede provocar que las destrezas de procesamiento auditivo se queden retrasado. Y no debemos olvidar lo importante que son estas destrezas para el desarrollo de una buena discriminación auditiva o un óptimo desarrollo de lenguaje. También, debido a un alargado tiempo de exposición frente a la televisión, se limita el movimiento de los niños. Esto repercute en que el sistema sensorial carece de una información necesaria para un desarrollo sensorial óptimo que ayudaría a mejorar la atención.

“La televisión es la única actividad que no le exige al niño casi ninguna respuesta”.

Joan Ferrés (1994, pág. 136-137)

Así mismo un estudio realizado por el Hospital Pediátrico de Seattle determina que exponer

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