Los valores de una ciudadanía activa – Adela Cortina Analista

Relatoría

1. Identificación.

Los valores de una ciudadanía activa – Adela Cortina

Analista.

Mayerly Anaya Hamburger

1. Palabras claves

Carácter, ciudadanía, valores, valores reactivos, valores proactivos.

1. Síntesis

Adela Cortina en el libro: “educación, valores y ciudadanía”  exactamente en el  capítulo 6 titulado “los valores de una ciudadanía activa”. Inicia planteando la importancia de forjar un pueblo con un buen carácter, buenas disposiciones para alcanzar metas vitales que permitan el desarrollo pleno de las practicas cotidianas de la vida.

Según lo expresado por ella, dependiendo del carácter que tenga una persona, de un pueblo, así mismo acogerá los desafíos que pretenda afrontar; desafíos que muchas veces toca afrontar al azar, pero es responsabilidad de cada persona la manera como le hace frente.

Menciono un apartado mostrándonos que en los tiempos de la Grecia clásica el saber constituía una unidad, en donde la teoría se ocupaba de lo verdadero y la práctica de lo que se creía bueno. En donde el ser humano según Aristóteles era inteligencia y deseo, afán de verdad y aspiración a la vida feliz; pensamiento que poco a poco fue desapareciendo y este saber quedo entonces, a manos de científicos y técnicos, en donde se piensa que para que un pueblo logrará  el progreso debía aumentar su economía a través del desarrollo de la ciencia y la tecnología, esta era la clave para el progreso de las personas. Más adelante habla de Thomas Grandgrind; quien planteo que solo el conocimiento de los hechos permitía el progreso de la mente humana, en donde se ignoran los valores, las razones y las emociones.

Para Adela Cortina este pensamiento no es el mejor ya que se crean personas incapaces de preferir algo que les ayude en el camino de la justicia y la felicidad, porque los puros hechos no confieren la capacidad de preferir, de valorar y para hacer esto se debe tener forjado un buen carácter.

Entonces, para que un pueblo pueda tener un futuro prometedor debe mejorar su investigación en ciencias, en tecnologías, debe promover su economía, pero para lograr esto las personas de un determinado pueblo deben tener ante todo un buen carácter y una autonomía para así encaminar todas sus actividades al logro de buenos valores.

La autora describe en este capítulo que la riqueza y desarrollo de un pueblo se basa en contar con buenos ciudadanos, son estos la clave para que se pueda superarse y prosperar; además cita que: “ciudadano es aquel que es su propio señor, que no es esclavo de nadie, el que hace su propia vida pero junto a los que son sus iguales en el seno de la comunidad política”.   La ciudadanía implica construir  conjuntamente la libertad de todos, en una comunidad que cada vez es más grande – cosmopolita – en donde todos somos ciudadanos del mundo.

Naturalmente un pueblo, una nación cuenta  con ciudadanos que tienen la misma igualdad ante la ley (ya que todos somos iguales ante la ley) y a nivel político (todos tenemos igualdad de derechos, tenemos el derecho al voto popular, podemos elegir y ser elegidos) pero a su vez son los ciudadanos desiguales en otros aspectos sociales, económicos, culturales y estilos de vida. Lo ideal es desarrollar justicia en estas desigualdades de la ciudadanía; para esto los valores universales de la ciudadanía deben ser la igualdad, la libertad, la justicia y el respeto a los demás.

Los ciudadanos activos son los que valoran la libertad y la autonomía, para que existan  este tipo de ciudadanos debe inculcarse a los niños y jóvenes la autonomía para que decidan por su cuenta. La autora describe que “el ciudadano no nace, sino que se hace” y es en la escuela donde se debe educar. Aquí juega en papel importante la escuela, los padres, y la sociedad misma.  Se deben inculcar valores en los ciudadanos; siendo estas cualidades que necesitan los sujetos para desarrollarse plenamente y de forma correcta, valores que permitan acondicionar al mundo. Existen distintos tipos de valores entonces, se deben estimar y priorizar  los que se van a inculcar; las personas deben apropiarse de los valores éticos para incorporarlos y considerarlos en la vida cotidiana, tarea que no es nada fácil, para incorporar estos valores a nuestra cotidianidad se debe estar forjado de un buen carácter. Posteriormente se tienen que priorizar, es decir, poner uno en primer término y otros en segundo.

...