“Nuestra Mochila”
Brenda MuraTrabajo17 de Noviembre de 2015
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Universidad Nacional del Comahue
Facultad de ciencias de la Educación
Profesorado en Nivel Inicial
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Trabajo Final
Cátedra:
- Seminario de Tecnología
Titulo:
- “Nuestra Mochila”
Grupo N° 16:
- González, Brenda Melina (Face - 4336)
- Guentemil, Sandra (Face - 3908)
- Mura Brenda (Face - 4100)
Año:
- 2015
Fundamentación:
Para pensar el sentido de la Educación Tecnológica en el Nivel Inicial, es necesario tener en cuenta que la tecnología juega un papel importante en nuestras vidas e impregna lo cotidiano, en los diferentes ámbitos de actuación del hombre. Los artefactos que constituyen nuestro entorno tecnológico son el resultado de la acción intencionada de las personas sobre la materia, la energía y la información, que son procesados mediante operaciones tales como la transformación, el transporte o el almacenamiento, y que forman parte del objeto de estudio de los sistemas técnicos, cobrando relevancia el concepto de la enseñanza de la educación tecnológica.
Generalmente los niños conciben los productos de la acción técnica como si fueran el resultado de algo “natural”, independiente de la acción y de las intenciones humanas; los conciben como algo externo a ellos que les es dado o impuesto. En este sentido, la Educación Tecnológica intenta “desnaturalizar” los productos y procesos tecnológicos, de modo tal que esto permita el desarrollo de un pensamiento crítico en relación con ellos.
Por ello la incorporación de la Educación Tecnológica en el nivel inicial supone además el desafío de ofrecer a los alumnos oportunidades para darse cuenta de los efectos de la tecnología, iniciando un proceso de descubrimiento con la posibilidad de verificar algunos aspectos reflexionando sobre los principios científicos y tecnológicos. De esta manera favorecerá nuevos vínculos de los niños con el medio tecnológico en el que están inmersos, identificando a la tecnología como parte de la cultura.
Para finalizar, elegimos un objeto tecnológico la mochila, para poder descontextualizar analizarlo con los niñxs. Podemos decir que se trata de un objeto tanto industrial como artesanal, además de tener un interés social y de vanguardia. Al ser un objeto tan versátil podemos mostrar diversas actividades para poder brindar diferentes perspectivas del mismo. En este caso, estaríamos hablando de objetos que provienen de las tecnologías duras, las cuales se tratan de objetos tangibles, por lo tanto nos parecen más adecuadas ya que forman parte de su entorno. Así se iniciará el ejercicio de una capacidad analítica que se incrementara paulatinamente. Se tratará de realizar un recorrido histórico desde el momento en que el objeto fue concebido hasta su actualidad tratando de evaluar su adecuación o no a las funciones para que se los utilicen. Para esto se realizará un análisis del producto elegido el cual consta de: marco referencial que le dio origen, necesidad que satisface, condicionamiento que sufrió su aplicación, posibilidades que influyeron en su diseño, desarrollo del producto en el tiempo, impacto logrado. Esto implica que los niños y niñas puedan problematizar ideas para complejizar lo que saben y debatir con otros lo que han aprendido.
No debemos obviar que el motor de aprendizaje en los niños está dado por una búsqueda de equilibrio constante entre las estructuras mentales y las condiciones del medio socio-cultural a las que el pequeño se encuentra expuesto, es decir, a la adaptación. Estas estructuras se van modificando y organizando constantemente, dando paso a nuevas estructuras, que se producen cuando un sujeto se enfrenta a una situación que no puede resolver con las estructuras cognitivas que posee, esto produce un desequilibrio que da paso a estructuras nuevas. De esta manera, y como futuras docentes, queremos lograr que a través del conocimiento aumente el grado de inclusión de nuestros alumnos a la vida pública y colectiva.
Contexto escolar:
Esta propuesta está pensada para los niños y niñas de la sala de cinco años (a la cual asisten 20 niñxs) del jardín Nº 20 “Artesanos de Ilusiones”. Ubicado en la ciudad de Cipolletti, Barrio Godoy, sobre la calle Belgrano entre Arenales y Venezuela.
Dicho establecimiento cuenta con tres salas, dos de cuatro años y una de cinco años, cada una posee baño propio, rincones de juegos, lavatorios, mesas y sillas acorde a su edad. Consta de un hall de entrada donde los niños y niñas esperan hasta que lleguen sus familias, un salón de usos múltiples, secretaría y dirección que se encuentran en el mismo ambiente, cocina con salida de emergencia y baño para las/los docentes y un patio externo.
La institución cuenta con un patio externo mediano al que tiene acceso cada una de las salitas, el cual cuenta con diversos juegos recreativos, no tiene espacio verde, es de tierra y tiene un arenero. También posee un S.U.M grande en cual se pueden llevar a cabo actividades relacionadas con las ciencias naturales, no tiene un laboratorio, ni elementos para realizar experimentos. Cuenta con elementos tecnológico para proyectar videos e imágenes. Las salas no poseen ventanas que dan al pasillo ni al pasillo interno.
Los niños y las niñas que concurren a este jardín son de los barrios lindantes barrio Vil Loslarino, Almirante Brown, San Lorenzo, Bartolomé Mitre y barrio del Trabajo.
Investigación:
El origen de la mochila se remonta a la prehistoria, cuando en los desplazamientos del hombre, este tenía que llevar sus pocos enseres o su caza la espalda. Se dio cuenta que llevar dichos enseres mediante un objeto sujeto a su espalda era más útil y cómodo que llevarlos durante un determinado período de tiempo en la mano. Las primeras mochilas debieron confeccionarse mediante hojas o pieles de animales atadas a palos. Posteriormente, se sujetarían las pieles de animales mediante fibras o materiales bien de origen animal o vegetal, que se asemejarían a cintas.
La evolución de la mochila ha ido pareja a la necesidad del hombre de transportar más cosas cada vez más pesadas. Las guerras han sido las que han impulsado, sobre todo desde el siglo XVIII, los diferentes avances, tanto en materiales como en formas y capacidades, ya que el soldado, debido al nuevo tipo de conflicto, debía llevar sobre su espalda todo lo imprescindible para poder sobrevivir en el frente.
Hoy en día, nuestras mochilas no tienen nada que ver con aquellas de lona pesada, ya que son de fibras sintéticas impermeables y ligeras, quedando la resistencia condicionada por la utilización de unos u otros materiales. También a evolucionado la forma y la estructura de las mochilas para adaptarse mucho mejor a la anatomía humana, apareciendo modernos sistemas de suspensión y regulación. La actividad que vayamos a realizar determinara el tipo de mochila que debemos adquirir (escalada, senderismo, esquí...).
Podemos decir que algunas de las funciones de la mochila son: por un lado, la distribución de la carga que se trata de la localización o distribución del peso transportado en la mochila con respecto a los puntos de carga en nuestro cuerpo. Por otro el sistema de regulación que es la posibilidad de regular la distancia entre las hombreras y la riñonera o cinturón de cadera, es fundamental en una mochila ya que no todas las personas tienen las mismas características físicas con respecto a la distancia entre la cadera y sus hombros; inclusive cada persona, según la ropa que esté utilizando, modifica considerablemente dicha distancia.
La cordura, un derivado de la poliamida, es el material más utilizado hoy en día para la construcción de mochilas, ya que está dotada de una excelente relación peso y resistencia al desgarro y al desgaste. Mediante un acabado con revestimiento de poliuretano, se logra la impermeabilidad de las mochilas, aunque las costuras siempre serán las vías preferidas del agua para hacer incursiones en la ropa, saco y otras cosas que llevemos en su interior. Algunas mochilas más liviana de mediana y gran capacidad emplean tejidos como el Kevlar, fibra de gran resistencia al desgaste, para su construcción.
Existen muchos tipos diferentes de mochilas que varían su confección y material según su utilidad. Por ejemplo, las mochilas utilizadas por los deportistas están realizadas por un material liviano llamado poliéster (Imagen N°1); en cambio las mochilas utilizadas por los viajeros o montañistas son de un material más resistentes ya que son utilizadas para llevar muchos objetos de diverso tamaño y peso (Imagen N°2). [pic 2]
Imagen N°1[pic 3]
Imagen N°2[pic 4][pic 5][pic 6]
El tipo más común se carga por arriba, y tiene un compartimento en la parte baja y otro en la tapa. La ventaja de este modelo es que es más firme, al no tener cierres que se puedan romper. Sin embargo, para acceder a los contenidos hay que sacar la mayoría de las cosas fuera, ya que el compartimento principal no es otra cosa que un saco (ver imagen N°3).Otros modelos tienen solamente un compartimento, con una cierre alrededor, permitiendo acceder a los objetos que hay dentro de manera más fácil (ver imagen N°1).[pic 7]
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