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Obras Hidraulicas


Enviado por   •  18 de Septiembre de 2014  •  14.605 Palabras (59 Páginas)  •  295 Visitas

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OBRAS HIDRAULICAS

La historia de la provincia de Mendoza está íntimamente vinculada al uso del agua. Esto es fácil de entender si se reconoce que, con una superficie de más de 150.000km2, la mayor parte de su territorio tiene una precipitación menor a los 200mm anuales. Desde el punto de vista hídrico, esta vasta superficie territorial consta de dos grandes unidades totalmente diferentes: la región montañosa, que es la que capta el recurso hídrico, y la llanura de la travesía, que es donde se produce la concentración y el uso del agua, y luego la descarga en su largo camino al mar.

La escasez de agua ha determinado que en Mendoza, como en ninguna otra parte de Argentina, la gente tenga una profunda conciencia del uso de este recurso. Desde las primeras etapas de la colonización del territorio por los españoles, la larga práctica del uso del recurso hídrico, que comienza con la historia moderna de Mendoza, determinó que el extenso territorio se fuera poblando de obras de aprovechamiento hidráulico desde estos aspectos de la geografía hay que analizarlos, antes de iniciar la descripción de la epopeya que terminó con el intensivo aprovechamiento hidráulico provincial. Recorriendo la provincia de norte a sur, se puede observar que el territorio esta surcado por cinco ríos con diferentes caudales. Estos son: el Mendoza, con un módulo anual de 43m3/s; el Tunuyán, con 30m3/s; el Diamante, con 31 m3/s; el Atuel, con 30m3/s; el Malalhue, con 4m3/s, y el Colorado, formado por dos grandes ríos, el Grande y el Barrancas, con un módulo de 100m3/s. Lamentablemente, son sólo cinco los usados para el desarrollo económico provincial; el Colorado y sus afluentes no han sido aprovechados hasta el presente, siendo los que aportan el mayor caudal. Sin embargo, hay proyectos de trasvase de cuencas volcando un caudal de 34m3/s al sistema del Atuel, con lo que se gana un flujo adicional muy importante que sería incorporado al sistema productivo de la provincia. Cada río tiene su correspondiente infraestructura hidráulica, tanto para el almacenaje del agua como para la derivación de sus caudales. De esta forma, el río Mendoza cuenta actualmente con dos diques derivadores: el Cipolletti, con una capacidad de 80m3/s, y el André, con 12m3/s. El Tunuyán cuenta con un dique derivador en su alta cuenca, el Valle de Uco, con capacidad de derivación de 15m3/s, y el Gobernador Benegas, en el bajo, con una capacidad de derivación de 60m3/s. El mismo río cuenta con el dique embalse El Carrizal, de 390hma de capacidad, situado en la cuenca media. El río Diamante posee un dique derivador llamado Galileo Vitale, con una capacidad de derivación de 60ma/s, y cuenta además con un sistema de embalses como El Tigre, Los Reyunos, 244hma, y Agua del Toro, con una capacidad reguladora de 370hma. Por último, se encuentra el río Atuel, con un dique derivador llamado Rincón del Indio, con una capacidad derivadora de 60m3/s y un sistema de embalses reguladores como El Nihuil, de 260hms, y el Valle Grande, de 160hms, todos ellos construidos durante la gestión de la compañía nacional Agua y Energía Eléctrica para la generación de energía. En Mendoza, a diferencia de otras provincias del país en donde el desarrollo hidráulico fue promovido por los gobiernos, una parte importante de la red de riego fue desarrollada por el sector privado, sobre todo durante el siglo XIX.

Hasta el momento, se cuenta con 10.000 kilómetros de canales matrices, primados, secundados y terciados, donde sólo el 10% está impermeabilizado. De igual forma, se cuenta con 2.000 kilómetros de colectores primarios de drenaje, con el motivo de mantener el saneamiento de las tierras de cultivo y desarrollar una agricultura sustentable. Actualmente, luego de 400 años de colonización del desierto, se cuenta con casi 360.000has. regadas y un empadronamiento para todos los usos de 700.000has.. Esto incluye el uso agrícola, energético, industrial, recreativo, público, urbano y de desagües. El organismo que administra el agua en Mendoza es el Departamento General de Irrigación, que, junto a las entidades de usuarios llamadas localmente "Inspecciones de Cauce", es el administrador mayorista del agua y genera la política hidráulica provincial. Ha sido tal el cúmulo de trabajo desarrollado localmente por sus habitantes en materia de aprovechamiento hídrico, que la historia de la provincia de Mendoza esta íntimamente ligada al uso del agua. Teniendo presente esto, se intentará hacer una breve descripción de la evolución de las grandes obras hidráulicas. Para lograr esta meta, hay que hacer un paralelismo entre el desarrollo económico y el uso del agua. Debido a las escasas lluvias, la actividad económica de Mendoza depende del riego. Por eso fue preciso construir diques derivadores y embalses en los ríos

El dique derivador Cipolletti

El dique Luján, conocido en nuestros días como Cipolletti, se encuentra emplazado sobre el río Mendoza. Dicho río drena un frente cordillerano de 90 kilómetros de desarrollo y está formado por tres ríos más. Uno es el Vacas, que viene desde el norte, concretamente de los faldeos del sur del Aconcagua; otro es el Cuevas, que llega desde el oeste siguiendo sensiblemente el curso de las rutas férreas y carretera a Chile. Finalmente el río Tupungato, que viene del sur, recorriendo vertientes del cerro homónimo y de los nevados de Plomo y cerro Juncal. En la localidad de Punta de Vacas, arriba de la cual se juntan los dos últimos ríos, cae sobre el cauce el Vacas. Constituido así el río Mendoza, sigue con dirección general noroeste hasta cerca del desvío Km. 108 del Ferrocarril Trasandino. En este trayecto le aportan su caudal los ríos Colorado y Blanco, entre otros. A partir de aquel desvío, el Mendoza tuerce su curso en amplio codo hacia el sudoeste, pasando por Uspallata, Potrerillos y Cacheuta, desde donde comienza a tomar dirección este, siguiendo así por Luján de Cuyo hasta Palmira. Desde aquí se desvía primero hacia el noroeste, hasta llegar frente a Colonia André, y a partir de este punto se dirige hacia el norte hasta desembocar confusamente en la laguna de Guanacache. Este dique fue construido por el ingeniero César Cipolletti a fines del siglo pasado. Pero para hablar de la gesta hidráulica de este valioso personaje es necesario hacer referencia al entorno social e ideológico de la época. La década de 1880/90 fue prodiga en acontecimientos de capital relevancia; fue un tiempo de revoluciones de las ideas y de las máquinas, de descubrir talentos y grandes entusiasmos. El poder político en Mendoza estaba en manos de la denigrada "oligarquía liberal", que más allá de cualquier crítica, gestó significativos hitos

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