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Reflección Sobre La Tecnología.


Enviado por   •  19 de Junio de 2015  •  4.306 Palabras (18 Páginas)  •  133 Visitas

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REFLEXIÓN SOBRE LA TENOLOGÍA

Introducción:

En este trabajo nos planteamos estas preguntas como desafío, como una invitación a un viaje en el que no tenemos un mapa, y en el que a la vuelta ojalá podamos traer al menos bocetos de senderos por los que pensar nuevas posiciones, nuevas dimensiones al lector atento.

Estas son las preguntas a las que intentaremos esbozarles algunas respuestas.

¿Es posible el desarrollo de “tecnologías populares”?

Las Tecnologías Ciudadanas y Tecnologías Populares

¿Son lo mismo? ¿Son mutuamente excluyentes?

Sin hacernos los distraídos queremos plantar aquí el megaproblema (todos los megaproblemas son fáciles de definir, y difíciles de resolver.)

A ese megaproblema podemos darle un nombre:

Propender a la máxima separación posible entre pobreza y exclusión.

Pensando a la exclusión como el exilio en tu propia tierra, y pensando al exilio como el máximo castigo que puede recibir un ser humano, creemos que desde el mundo preocupado del pensamiento articulado tecnología/sociedad, o sociedad/tecnología, se puede aportar a la política herramientas para la inclusión social de los más desfavorecidos, con tecnologías de múltiples generatrices.

Estadísticamente, gran parte de las poblaciones de los países viven en situación de pobreza.

¿Sería esta situación reducible a cero? Pareciera que ningún país lo ha logrado aún. (salvo un núcleo microscópico del concierto mundial).

¿Es morigerable esta situación tan indeseada?, sí, como lo demuestran tantos y tantos casos de países que lo han hecho, y muchos de ellos sudamericanos.

Aún entendiendo a la situación de pobreza como muy extendida en cierta franja de los ciudadanos, no es aceptable (o no debería serlo) que exista una sola persona a la que se le haya impuesto la exclusión de la sociedad organizada.

Un panorama de las concepciones sobre las tecnologías de orden de las incluyentes:

Convengamos en llamar tecnologías sociales o tecnologías incluyentes a varias de ellas, que han ido cambiando su enfoque y filosofía a lo largo de los últimos 50 años, desde 1960 hasta hoy, se fueron nominando como las tecnologías democráticas, pasando por las intermedias, las llamadas tecnologías apropiadas en sus dos etapas (y aún con fuerza como concepto desde un enfoque que incluye lo ambiental/ sustentable), las llamadas tecnologías alternativas, imbuidas de un espíritu de “lo pequeño es hermoso”; hasta las del tipo Grassroot innovations , que actualmente se está difundiendo por países como India , Paksitán y Brasil.

Hoy se les llama así a las tecnologías orientadas a la resolución de problemas sociales y/o ambientales.

¿Será un nuevo enfoque del mercado al fin el “mercado incluyente”?

Según nos cuenta Hernán Thomas (2011), el indio Prahalad intenta, con su prédica de gurú, persuadir con datos a empresarios de la existencia de billones de consumidores listos para hacer uso de tecnologías bienes y servicios, a condición que el mercado cree productos a las medida de ellos, y que estos son el 80% de la población mundial, y la base de esa base son los excluidos.

En su libro Prahalad explica:

“Los conceptos de alivio de pobreza estaban asociados a participación de los gobiernos ayudando a los pobres, directamente o manejando fondos provistos por organismos internacionales; este enfoque no fue muy efectivo, por lo que aparece en escena el sector privado como motor del alivio de la pobreza.

Existe un mercado en la Base de la Pirámide (BDP) de 4 billones de personas las cuales sólo requieren ser tratadas como consumidores y no como pobres, para despertar su potencial, lograr escalar social y económicamente, y salir de la pobreza.

Para desarrollar este inmenso mercado de 80% de la población mundial, no sirven los enfoques tradicionales que atienden el Tope de la Pirámide. Hace falta un nuevo enfoque orientado a la innovación y que reconozca las verdaderas necesidades de las clases pobres del mundo.”

De estos conceptos podemos decir entonces, que la “maquinaria mundial de creación y diseño de nuevas tecnologías” aún no se ha puesto trabajar en conjunto para producir artefactos y servicios específicamente para este mercado.

También decimos que esta concepción del ser humano como consumidor es de doble filo, ya que no tienen plano genuino en común con los inherentes derechos humanos, aunque eventualmente puedan coincidir en objetivos concretos.

Un enfoque polémico es en el cual podríamos entonces definir, por ahora, que las tecnologías populares no existen como tales aún, o quizá ya existieron.

Al sólo efecto de un pequeño ejemplo para amenizar:

En Europa, en la preguerra mundial (finales de los ´30), se diseñó (casi totalmente) un “Vehículo mínimo”, (TPV por siglas en el idioma general), un transporte familiar donde tuviera lo mínimo de todo, desde la cilindrada, hasta los sistemas, desde el confort hasta el peso; pero que lograra transportar una familia con seguridad y confiabilidad, su precio también debía ser mínimo, porque ese fue el objetivo desde su diseño, podemos pensarlo desde los parámetros de aquella época y lugar como un “artefacto de tecnología popular”, que cualquier persona no excluída pudiera tener, aún estando en situación de pobreza.

Este vehículo es el Citroen 2CV, un paradigma de lo que podríamos llamar “tecnología popular” un desarrollo pensado para los cercanos a la base (de su tiempo y lugar , Francia, aclaramos), y que no por casualidad se discontinuó en los comienzos de la era neoliberal, sin ser reemplazado, en todo el concierto mundial de los fabricantes de automóviles, por ningún vehículo diseñado bajo esos conceptos, (cabe destacar que se fue tergiversando el precio, y los que en 1950 era un precio popular, para 1990 ya estaba revestido de un “aura de marketing y simbolismo” y su precio inflado, respecto a su real prestación.

La gran pregunta es ¿Adquiría hoy la gente de bajos recursos económicos este vehículo, o un equivalente?

Arriesgamos

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