TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD

TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD

Daniela Cardona Arias

La Tecnología es un conjunto de conocimientos y técnicas que aplicados de forma lógica y ordenada permiten al ser humano modificar su entorno (PEAPT, s.f.). Esta fue primeramente definida, como “principios, procesos y nomenclaturas de las artes más famosas, particularmente aquellas que involucran aplicaciones de la ciencia, y que pueden ser consideradas útiles, promoviendo el beneficio de la sociedad, junto con el emolumento de aquellos que las persiguen” (Bigelow, 1829, párr. 1).

La relación entre tecnología y sociedad puede remontarse hacia finales del siglo XXI, a lo largo de esta época filósofos, historiadores y sociólogos, con sus trabajos y teorías, han aportado conceptos claves a su estudio y al de la sociedad desde las creencias filosóficas y el ámbito de la ciencia. Al respecto German Doig, plantea:

Algunos como (Ferré, 1995; Bolter, 1984) la definen como la aplicación de la inteligencia y el conocimiento de medios concretos, para conseguir fines prácticos en el orden de la producción […] Daniel Bell (1976) la define como el uso del conocimiento científico para especificar el modo de hacer las cosas de una manera reproducible. También se le describe como la capacidad racional de sustitución de los procesos naturales o sociales, o elementos importantes de ellos, para subordinarlos a las finalidades que a la sociedad le resulten de provecho (2000, p. 58).

En definitiva, la Tecnología es una herramienta de trabajo que contribuye al desarrollo eficiente de nuestras actividades diarias y a la evolución de la sociedad. Así que, la interacción de la humanidad con esta es necesaria, para dimensionar y adentrarnos al mundo tecnológico que nos rodea. Ella está presente en todo hoy en día, vivimos en un entorno tecnológico donde los servicios de telecomunicaciones son nuestras principales fuentes de información, comunicación, entretenimiento, consumo, entre otros. Hacemos y desarrollamos diariamente una gran variedad de actividades a partir de instrumentos tales como los Smartphones, tabletas, computadores, Smart TV, etc…

La tecnología es indispensable en nuestra vida, aunque no todo el mundo tenga acceso a la herramienta, es inevitable no interactuar o al menos conocer un poco sobre ella. Los avances tecnológicos impactan la sociedad, a cada individuo de manera diferente, dependiendo del uso y finalidad que le dan al recurso. Así que, es esencial hallar una forma de conocerla y entenderla determinando la mejor manera de utilizarla, desde las necesidades y la diversidad de cada uno.

Es muy importante tener criterios, valores e implementar buenas prácticas tecnológicas al momento de utilizar el recurso, sabemos que esta herramienta tiene un largo alcance y que todo el tiempo, todos los días, estamos inmersos en ella, estamos expuestos a tanta información que a la larga puede ser contraproducente. Partiendo de esto se puede hablar de valores, educación, y los hábitos que nos impone, las tecnologías han puesto de manifiesto que son un gran instrumento de evasión, la gente las utiliza en muchos casos para evadirse de entornos sofocantes, estresantes o situaciones personales muy difíciles, es así como determinamos las formas en que puede impactar y causar efectos positivos o negativos en nuestro entorno y a todas las personas en el. Entendiendo que esta, en sí no es una fuente ni de valores ni de contravalores, podremos adoptar una posición conforme a nuestras necesidades, debemos verla como una oportunidad de conocimiento y aprendizaje del mundo, para trabajar desde ella ejecutando proyectos en un proceso combinado de pensamiento y acción con la finalidad de crear soluciones útiles que impacten de formas positivas nuestros entornos sociales.

Para la industria la tecnología también juega un papel muy importante, puesto que el avance de las tecnologías de las comunicaciones, junto al gran desarrollo del uso de Internet y de las energías renovables, está dando lugar a lo que llamamos la tercera revolución industrial. El escritor y economista Guillén, A. (1986), en uno de sus artículos para el periódico el país, expresa:

Aunque siempre puede haber

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