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ANALISIS CRÍTICO DESDE LA MIRADA DEL TRABAJO SOCIAL SOBRE LOS PROCESOS DE PAZ EN COLOMBIA


Enviado por   •  25 de Marzo de 2015  •  1.691 Palabras (7 Páginas)  •  276 Visitas

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ANALISIS CRÍTICO DESDE LA MIRADA DEL TRABAJO SOCIAL SOBRE LOS PROCESOS DE PAZ EN COLOMBIA

En el contexto Colombiano existen varios interrogantes que van trascendiendo por generaciones y hasta el momento sin ser resueltos, estos interrogantes podrían ser: ¿Existirá la tan anhelada paz en Colombia?, ¿Podrá esta emergente generación conocer la paz?, ¿Se acercan cambios importantes en las partes en conflicto?

Colombia es un país complejo y diverso, en el que la violencia y la paz adquieren una connotación especial. La primera, como problemática recurrente (Sánchez, 1995) y de significativa magnitud; y la segunda, por representar un ideal, una necesidad y a su vez una realidad perfectible, que ha comenzado a recogerse desde las últimas dos décadas del siglo XX (Hernández, 2008).

Los anteriores interrogantes suscitan el desempolvar la historia que aunque no es grata recordar por aquello de revivir viejos momentos que se quedaron enraizados en la memoria de todos, es pertinente mencionar de donde proviene la desgarrada violencia del país. Además es útil reconocer de donde nace, crece y se reproduce la violencia, el poder y los diálogos de paz.

Algunos factores que contribuyeron a la prolongación de La Violencia fueron los temores anticomunistas de la clase dirigente, la privación económica de los sectores populares y un rígido sistema de partidos que solo permitía la participación de dos partidos políticos.

En el año 1957, el Partido Liberal y el Partido Conservador formaron una coalición llamada el Frente Nacional para poner fin a la violencia. Mediante este acuerdo los dos partidos acordaban apoyar a un único candidato presidencial y se dividían todos los cargos oficiales por igual. De esta manera se logró estabilidad política por 16 años, aparentemente. Una oposición no esperada se llevó a cabo por aquellos partidos que no habían sido involucrados en el acuerdo, como la Anapo o Alianza Nacional Popular organizado por el depuesto general Gustavo Rojas Pinilla. Queda claro que en Colombia el principal detonante siempre ha sido la obtención individualista por el poder, un poder paliado a costa de los intereses de todo un pueblo que ve como sus dirigentes hacen caso omiso a sus verdaderas necesidades y anteponen intereses políticos propios o peor a unos intereses de un pequeño grupo elitista.

Así, la política al servicio de los intereses de la élite, la exclusión social y la falta de opciones democráticas de oposición explican el surgimiento de los distintos grupos guerrilleros de los años 60 y 70, entre ellos, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), ambos nacidos en 1964 respectivamente. La violencia se agravó con la aparición a principios de los años ochenta de los grupos paramilitares, especialmente las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), para llevar a cabo la lucha contrainsurgente. En este contexto de violencia, hay que añadir el fenómeno de la producción y exportación de droga y el surgimiento de nuevas estructuras paramilitares vinculadas al narcotráfico, que ha hecho más complejo el conflicto, donde la población civil es la principal víctima.

Este sistema en donde los dos partidos, Liberal y Conservador se turnaban en el poder, en vez de pacificar logra que las guerrillas se tornen de ideología comunista propiciadas y protegidas por el régimen cubano, nacen las Farc de origen liberal-campesino pero luego comunistas. Desde ésa época la violencia se extiende por campos y veredas invade las ciudades ocasionando lo que hasta hoy padece todo un país conocido como el conflicto interno más antiguo en la historia en Latino América.

Han sido muchos los intentos de negociaciones de paz por parte de distintas esferas y distintos ambientes pacificadores, tal es el caso que en 1982, el presidente Betancur convocó a las guerrillas a un acuerdo de paz. Las FARC ordenaron un alto al fuego que duró formalmente 6 años. Pero tras la muerte de un ministro en manos de este grupo se estancaron los acuerdos con el gobierno, más adelante se crearía la Ley 434 de 1998 por la que se crea el Consejo Nacional de Paz.

Art. 3. “Créase el Consejo Nacional de Paz con participación de la sociedad civil, como órgano asesor y consultivo del Gobierno Nacional. Su misión será propender para el logro y mantenimiento de la paz, y facilitar la colaboración armónica de las entidades y órganos del Estado, otorgando prioridad a las alternativas políticas de negociación del conflicto armado interno, en orden a alcanzar relaciones sociales que aseguren una paz integral permanente”.

Parágrafo. “Si existiere conflicto armado interno, podrán igualmente participar los actores armados irregulares, siempre y cuando, a juicio del Consejo, hayan manifestado su voluntad expresa de participar en un proceso de paz”.

En Colombia no se cumplen estas condiciones. En primer lugar, la negociación con grupos armados en abierta confrontación con el Estado ha sido incompleta (se iniciaron procesos de desarme en 1991 con algunos grupos guerrilleros, pero desde entonces no ha habido avances significativos) y sólo hasta este año se tramitaba en el Congreso de la República el proyecto de reforma constitucional denominado “Marco Jurídico para la Paz“, el cual supero seis de ocho debates. Esta ley no cambiaria de tajo todos los atropellos cometidos a toda una nación, simplemente cubrió con pañitos de agua tibia y visibilizo el interés del actual gobierno a raíz del caos en el que se encontraba el estado Colombiano.

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