ARTESANIAS DE MEXICO
Zugeissly21 de Noviembre de 2013
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Artesanías del estado de México
La artesanía mexiquense abarca todas las ramas artesanales esenciales y la mayor parte de sus derivaciones, producto del trabajo de miles de artesanos, distribuidos en poco más del 80 por ciento del territorio estatal, en donde con maestría e ingenio son aprovechados los materiales que ofrece la naturaleza comarcana u otras regiones, incluso lejanas.
Nuestra artesanía es un producto de exportación, altamente valorado en el extranjero; los artesanos mexiquenses son reconocidos como artistas populares de profunda sensibilidad y creatividad que, a pesar del paso del tiempo y de influencias externas, han sabido conservar en sus productos los rasgos propios y la cosmogonía de cada uno de los cinco grupos étnicos de la entidad: Matlazincas, Mazahuas, Otomíes, Nahuas y Tlahuicas, legado cultural que un número importante de mexiquenses luchan por conservar y difundir.
Alfarería y Cerámica
Fuente:IIFAEM
Árbol de la Vida con girasoles.Se dice que la industria de mayor antigüedad es la alfarería, ya que cuando el hombre sintió la necesidad de proveerse de utensilios no sólo para la guerra y la cacería, sino para su comodidad personal, lo primero que utilizó fue la arcilla.
Las culturas prehispánicas practicaron la alfarería utilitaria, ceremonial y suntuaria. Desde las primeras expresiones se advierte la aptitud en la creación de piezas de belleza plástica. Con el tiempo, la alfarería se convirtió en una ocupación completa, entonces, las formas y sus decoraciones se fueron perfeccionando hasta alcanzar un alto grado estético.
En el Valle de Toluca sobresalió la alfarería de los matlatzincas, la cual recibió la influencia náhuatl y se manifestó en urnas funerarias, ollas policromadas, incensarios, copas y platos. Es verdad que la cerámica de esta zona no ostentó la finura y el brillante policromado de Cholula o México, pero, como dice García Payón, con la influencia azteca "el perfecto acabado policromado y satinado coloca este tipo de cerámica al lado de las más bellas piezas del arte azteca y cholulteca
En el periodo colonial, la alfarería no desapareció como otras expresiones indígenas, sino que se transformó al fundirse, primero, con las tradiciones alfareras del viejo continente y, después, al recibir la influencia de elementos plásticos venidos de oriente; su combinación desembocó en la alfarería de nuestros días.
Actualmente la producción alfarera de México es enorme, ello se debe a las costumbres de nuestro pueblo relacionadas con su alimentación y al precio económico de los objetos fabricados, factores que han impedido al maquinismo moderno sustituir por completo los objetos de barro cocido por otros de materiales industrializados.
La mayoría de los centros alfareros del país trabajan con elementos tradicionales fundidos de ambas tendencias debido al proceso cultural que produjo una nueva tradición llamada mestiza. Entre estos centros se encuentran: Puebla en especial el barrio de La Luz ; Atzompa, en Oaxaca; Metepec, Tecomatepec, Valle de Bravo, Texcoco, Cuautitlán y Almoloya de Juárez, en el Estado de México; Capula, Tzintzuntzan, Santa Fe de la Laguna , San José de Gracia y Patamban, en Michoacán; Tonalá, en Jalisco, y Acámbaro y San Miguel de Allende, en Guanajuato.
De manera específica, la alfarería de Metepec ha sido el producto del genio creador y de la habilidad artística de sus hombres. Ha nacido y se ha desarrollado sin cambios bruscos: la conservación y estabilidad de ciertos diseños decorativos indígenas y criollos se han perpetuado de generación en generación. Esto explica por qué la loza que ahí se produce es diferente a la de Tonalá y Puebla, aunque puede ser superior en fantasía y aptitud creadora.
CERÁMICA DE METEPEC
La cerámica de este municipio puede clasificarse, atendiendo a sus fines utilitarios, como ordinaria o común, que es a la que se le llama loza y que comprende la manufactura de objetos de uso doméstico, principalmente de cocina; escultórica o juguetería, consistente en objetos de ornato, y alfarería ritual, que es la producción de objetos para quemar copal en las fiestas de muertos o en otros actos ceremoniales.
En cuanto a la loza que se produce en este municipio, cabe señalar que se divide en dos categorías: la común o de barro cocido, y la loza vidriada, también llamada engretada. La primera se quema una vez en el horno, mientras que la segunda se quema en dos ocasiones, fijando la greta o barniz antes de la segunda cocción
Las técnicas principales que dominan los artesanos de Metepec son modelado a pulso; modelado con "parador" especie de torno rudimentario que consiste en un plato que gira sobre una tabla y modelado en moldes de barro, aunque en los talleres con técnicas más avanzadas son de yeso.
Para apreciar la variedad de artículos que se elaboran en Metepec, basta con acudir al tianguis que se realiza todos los lunes para admirar la extensa variedad de utensilios de barro para uso doméstico: cazuelas de todos tamaños, ollas, vajillas, vaporeras, jarros zoomorfos, alcancías vidriadas, entre otros productos.
De las vajillas, las más conocidas son las de loza vidriada, fondo café con cenefas de dibujos en azul, amarillo y blanco. Entre los artículos modernos sobresalen los hermosos marcos para espejos y los enormes macetones de dos asas, solicitados para decoración de interiores.
Libertad creativa, impresionante colorido que entusiasma el espíritu, eso es la cerámica de Metepec, pues si la ejecución del producto se realiza con procedimientos tradicionales, el resultado que se obtiene es estupendo.
Cerería
Fuente:IIFAEM
Velas decorativas
Dentro de la cerería artesanal se elaboran dos tipos de velas: las decorativas y las aromáticas; las decorativas, como su nombre lo dice, sirven para adornar el entorno en donde son utilizadas gracias a su colorido y formas ingeniosas que los artesanos plasman en cada una de ellas, dando origen a verdaderas piezas dignas de ocupar un espacio muy especial en cualquier lugar donde se les coloque. Por otro lado las aromáticas tienen como principal intención crear ambientes e invitar al descanso con aromas y gran variedad de combinaciones que hacen de estas ceras un deleite para los olfatos de quien las prefiere.
El artesano aplica constantemente su talento en la elaboración de nuevas formas, pues nunca produce dos objetos iguales, ya que muchas de las piezas se detallan una a una, haciéndolas semejantes, más no iguales. Destacan las velas en forma de frutas, cuyos aromas, colores y texturas confunden a los visitantes por la semejanza con las reales. También existen velas de carácter religioso y de formas caprichosas, cuyos colores, cortes, dobleces y empalmes las hacen únicas y de gran vistosidad en los foros en donde se comercializan.
Estas maravillas pueden apreciarse en el trabajo de los artesanos cereros de nuestra entidad, quienes se ubican en los municipios de Amecameca, Tenango del Valle y Toluca.
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Confitería
Fuente:IIFAEM
Dulces típicos
Dulces de pepita y Calavera de azucar
La lengua y el olfato guardan el registro perenne de los diversos sabores provocados por los confites (frutas o semillas preparadas para ser cubiertas con un baño de azúcar), cuyo aspecto llama, adicionalmente, a nuestra vista por su colorido y las texturas que adelantan el posible gozo.
La plasticidad de la confitería mexiquense está plenamente expresada en su técnica para darle forma, variedad y colorido"; no hay duda, esas características anticipan el disfrute de los sentidos y la recepción de energía producto de la combinación de frutas y azúcar, cuya hechura tiene antecedentes centenario.Si bien se conservó poco de la confitería precolombina, prevalecen en esta rama técnicas, materiales, formas y sabores cuyo origen sería europeo, español, mudéjar incluso, pero trasplantado y transformado al gusto mexicano.
Véase el amplio surtido de dulces que enumeran Gama y Gómez: "jamoncillos, chongos, roles de tamarindo, barquillos de cajeta, limones, macarrones, mostachones, marinas, frutas cristalizadas, higos, camote, calabazate, biznaga, manzanas cubiertas de caramelo, muéganos, merengue, gañotes y garapiñados".
Parecería que, como reflejo automático, cada quien enlista su preferencia en materia de estos sabores confitados: Fernando Benítez, en su Viaje al centro de México, hacía esta relación de delicias toluqueñas: "higos, piñas, sandías, naranjas, limones y camotes cubiertos o cristalizados, mazapanes, frutas de almendra, cueros de membrillo".
No sólo en la capital mexiquense se ha desarrollado la tradición confitera también es notable la localizada en Amecameca, Ixtapan de la Sal , Ocoyoacac, Villa Guerrero, así como la de Tenancingo, Malinalco y Zacualpan.
Desde finales de octubre y durante buena parte de noviembre, aunque en sentido estricto la conmemoración de los Fieles Difuntos abarque sólo los días 1 y 2 de este mes; cada año los portales toluqueños se llenan con los paseantes que acuden a la Feria del Alfeñique, sede de esta peculiar tradición alusiva al día de Muertos.
Los puestos se ven pletóricos con las diversas figuras modeladas con el alfeñique mezcla compuesta de azúcar glass batida en huevo a la que se añade chautle (un tubérculo), Borregos y otros animales, ataúdes, pero sobre
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