Accidente de aviacion. Daños a terceros
OSCARMIKI28 de Mayo de 2013
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ACCIDENTES DE AVIACIÓN
Dar AVISO a la Policía Nacional, Fiscalía y autoridades aeronáuticas.
INFORMAR:
Tipo y matrícula de aeronave siniestrada
Número de tripulantes
Cantidad de víctimas
Hora y lugar del accidente, detallando formas de acceso al lugar
Daños a terceros
Una vez en lugar del siniestro, no permitirá el acceso a personas que no se encuentren afectadas en las tareas de búsqueda y rescate, a fin de preservar evidencias, evitando la remoción de material, a menos que sea necesario para el rescate de los heridos.
Se procederá a organizar el cerco y custodia del sitio del accidente hasta que se hagan cargo de la situación los organismos pertinentes (Juzgado interviniente, Junta de Investigaciones de Accidentes de la Aviación Civil).
Prever que la aeronave siniestrada puede transportar algún tipo de mercancía peligrosa (tóxicas, corrosivas, radiactivas, etc.) que puedan afectar la salud de los socorristas.
En caso de duda, manténgase alejado del lugar y evite que otros se acerquen.
Se evitará la transmisión de información a través de medios periodísticos, que puedan distorsionar la realidad, causando crisis y angustia en la sociedad al recibir esta información errónea o confusa.
El Municipio aconsejará a la comunidad que no concurra al lugar del siniestro, a fin de no entorpecer la circulación de policías, ambulancias, bomberos y socorristas quienes deben tener acceso prioritario al lugar del accidente.
RESCATE DE VÍCTIMAS
En todos los casos las tareas de rescate siguen un orden inverso a los de la atención médica.
Es decir, durante las tareas de rescate se debe dar prioridad a los supervivientes leves o ilesos que abandonarán con prontitud el aparato y que presentan las máximas expectativas de supervivencia.
Durante el rescate se debe intentar salvar al máximo número de personas, y de estas a las que más posibilidades tienen de supervivencia.
Por lo tanto la evacuación se realizará respetando su orden natural, en el que todos los supervivientes que puedan caminar abandonarán el aparato en primer lugar.
Los supervivientes que no puedan abandonar el aparato por sus propios medios, deberán ser rescatados tras terminar la evacuación espontánea.
Los supervivientes atrapados que requieran para su liberación de la participación de gran número de recursos serán rescatados en último lugar.
Los fallecidos no serán inicialmente rescatados, a no ser que obstruyan la evacuación de otras víctimas vivas o corran el riesgo de ser destruidos completamente por el fuego.
En este último supuesto, es posible proteger parcialmente la conservación de los cadáveres cubriéndolos con una manta de amianto.
Durante las tareas de rescate, el equipo de emergencia necesitará diferenciar entre fallecidos y supervivientes.
Tarea que en la mayor parte de las ocasiones es sumamente sencilla, ya que las víctimas se quejan, piden ayuda o sencillamente respiran ruidosamente.
Sin embargo, hay ocasiones en que la apreciación de alguno de los signos vitales es una tarea más sutil, que va a requerir la realización de una rápida valoración.
Si las condiciones del momento fueran adversas (humo, oscuridad, etc.) o existiera un riesgo inminente para rescatadores y víctimas, el rescate se realizará de manera rápida, respetando en la medida de lo posible la constatación de supervivencia y el mantenimiento del control cervical y vertebral.
Los trabajos de rescate en el interior de un avión siniestrado se deben realizar por equipos de tres bomberos dotados de E.R.A. y lanzas Fogfighter.
Estos equipos se encargarán de ir transportando a las víctimas hasta la salida al exterior del aparato, en que transferirán al herido al equipo de camilleros que se encuentra en exterior de la aeronave, comenzando inmediatamente un nuevo rescate.
Este hecho, evita la innecesaria pérdida de tiempo en el acceso/salida del aparato siniestrado del equipo de rescate, así como que este pueda conocer con exactitud la parte del aparato que ya ha sido revisada.
Dada la pronta fatiga de los componentes de los equipos de rescate, debe contemplarse su relevo periódico.
El rescate de víctimas del interior de la aeronave conlleva las siguientes fases:
1.- Pre-clasificación
Con demasiada frecuencia los equipos de salvamento ocupan largos periodos de tiempo en el rescate de víctimas fallecidas, debido en buena medida a las prisas con se realiza el rescate y a las malas condiciones de supervivencia y visibilidad del interior de los espacios cerrados de donde deben ser rescatadas.
Este tiempo empleado en el rescate de una víctima por la que ya nada podemos hacer, puede ser valiosísimo para otra que se encuentra en situación crítica.
Estos hechos hacen que los equipos de bomberos que se afanan en las tareas de rescate del interior de una aeronave siniestrada deban comprobar la supervivencia de la víctima antes de proceder a su rescate.
Esta comprobación se realiza de la manera más sencilla posible comprobando, en primer lugar, si la víctima nos contesta, y en caso negativo si respira o tiene pulso.
2.- Zonificación de la aeronave
Esta faceta contempla el trabajo coordinado de uno o más equipos de bomberos que trabajan en el interior del avión siniestrado, en condiciones adversas (oscuridad, humo, obstáculos, premura por los riesgos evolutivos mal controlados).
Con este sentido los equipos de rescate formados por dos bomberos dotados de equipo de respiración autónoma y lanza fogfighter actuarán coordinadamente para no tener que pre-clasificar a aquellas víctimas que ya han sido valoradas por ellos o por otro equipo de rescate con anterioridad.
Las posibilidades de zonificación de una aeronave durante las tareas de rescate dependen fundamentalmente del número de equipos que participan en el rescate y en las vías de acceso/evacuación empleadas.
De manera básica distinguimos son las siguientes:
2.1.- Rescate por un solo equipo.
Este es el caso más sencillo de zonificación de la aeronave, debiendo comenzar las tareas de pre-clasificación por la fila más próxima a la puerta de acceso/evacuación.
Tan pronto como se localice una víctima viva se procederá a su rescate, tras el cual se proseguirá desde la fila y butaca donde se encontraba la víctima rescatada.
2.2.- Rescate por dos equipos que utilizan la misma vía de acceso/evacuación o dos accesos enfrentados.
En este caso en las aeronaves con pasillo central lo más sencillo es que cada equipo se encargue de un lado del aparato, sin que de esta forma se interfieran entre ellos y actuando en su lado como si de un solo equipo se tratara.
Para el caso de aeronaves con más de un pasillo central, se zonificará el aparato en tres o más secciones, procediendo al rescate de dos de ellas en tanto solo existan dos equipos.
Cuando se concluya los trabajos de rescate en una de estas secciones, se comenzarán las tareas de rescate de la sección intermedia, si antes no se ha incorporado a estas tareas un tercer equipo.
2.3.- Rescate por dos equipos que utilizan dos vías de acceso/evacuación alejadas entre sí.
En este caso se hace precisa la coordinación entre los equipos, de tal forma que cada equipo trabaje desde su acceso como si tratara de un solo equipo, con la condición de que cuando se llegue a la mitad del aparato (será necesario establecer previamente el número de la fila central) deberá coordinarse en su actuación con el otro equipo.
El trabajo en dos secciones, a ambos lados del pasillo central, tiene el inconveniente en este caso de los equipos precisarán cruzarse en el estrecho pasillo interior.
2.4.- Más de dos equipos involucrados en las tareas de rescate.
En este caso se hace necesario que los diferentes equipos trabajen coordinadamente, de tal forma que cuando se crucen en el interior del avión el equipo saliente comunique al entrante la fila y el lado en el que han efectuado el último rescate.
3.- Técnicas de Rescate y Movilización de Politraumatizados
3.1.- Víctima sentada en su butaca
Esta debe ser la forma más frecuente en que vayamos a encontrar a las víctimas graves en un accidente aéreo.
En este caso existen dos alternativas básicas de rescate.
La primera de ellas, en la que existe una clara amenaza sobre la víctima y el propio rescatador.
En este caso se impone un rescate rápido mediante la maniobra de Rautek, que es la más apropiada para poder ser usada en el estrecho pasillo de una aeronave siniestrada.
En el segundo caso, en que el escenario resulta seguro, los rescatadores tienen tiempo para colocar un collar cervical y poner a la víctima sobre un tablero espinal.
En última instancia puede ser preciso, incluso la utilización de un chaleco espinal, ante la sospecha de lesión de la columna vertebral.
La camilla tipo cuchara es poco práctica en el interior de un avión, pues no existe él suficiente espacio para poderla abrir y no permite el deslizamiento de la víctima sobre la misma.
3.2.- Víctima tumbada
Es difícil que una víctima de un accidente
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