Actividad Metacognicion (Orientación)

El aprendizaje basado en problemas (ABP) tuvo sus primeras experiencias en la

década de 1960 en la Escuela de Medicina de la Universidad de Case Western Reserve en Estados Unidos y en la Universidad de McMaster de Canadá. En la actualidad, numerosas universidades de todo el mundo han adoptado este

enfoque pedagógico, total o parcialmente y en muy diversas áreas del conocimiento mientras diferentes organizaciones respaldan su utilización y lo recomiendan como una herramienta útil en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Las numerosas experiencias publicadas muestran que el ABP se puede usar como enfoque para estructurar el currículo de un programa académico o para el desarrollo de algunas asignaturas o cursos como otra estrategia más de trabajo. Por otro lado las conclusiones del taller N° 6 del V Congreso Argentino de Educación Medica recomiendan intentar la implementación del ABP comenzando por un currículo híbrido.

Al aplicar el ABP, las actividades giran en torno a la investigación y discusión de la situación problemática, pero el objetivo principal no es resolver el problema, sino que éste sea visto como un estímulo para identificar las necesidades de aprendizaje, desarrollar habilidades en la búsqueda de la información y su análisis, y el establecimiento de jerarquías en los temas o contenidos de estudio. De este modo, los conocimientos se incorporan en relación directa con los problemas y no de manera parcelada y sin relaciones aparentes.

A partir de nuestra experiencia podemos concluir que:

Aunque a primera vista los problemas seleccionados pueden parecer muy dificultosos para el nivel de conocimientos de los alumnos, el realismo de cada problema y su contexto clínico poco estructurado fue un desafío, que funcionó como disparador para la búsqueda de soluciones.

La participación individual y espontánea dentro del grupo fue aumentando a lo largo del cuatrimestre, los voceros iban rotando y la integración de cada grupo durante las sesiones fue mejorando (observación del tutor).

Al momento de las presentaciones grupales, la claridad del razonamiento fue más atendida que la apariencia y creatividad de los afiche y por los resultados de la co-evaluación, con las sucesivas presentaciones fue mejorando la confección de los mapas conceptuales.

Uno de cada tres alumnos se siente en condiciones de resolver problemas clínico-bioquímicos sobre los temas tratados lo que indica que lograron un adecuado nivel de aplicación de los conocimientos, la mayoría (45%) reconoce que puede explicar los mecanismos considerados, mientras un 13% admite solo recordar las manifestaciones de las patologías estudiadas.

La mayoría de los alumnos consideró que estaban en condiciones de aprobar adjudicándose un puntaje que promedió 7.1 y solo el 9.4 % se atribuyó una nota de 5 o menos, insuficiente

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