Analisis Sobre "El Banquete" De Platon
sanftm7 de Octubre de 2011
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FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA
1. Los primeros filósofos
1.1 Los orígenes de la filosofía griega
Hoy se reconoce que en la India y en China existió un pensamiento filosófico desde muy antiguo, pero con un contenido muy distinto del pensamiento occidental. Lo que se suele llamar filosofía occidental tuvo su origen en Grecia, en el siglo VI. Durante mucho tiempo se pensó que este hecho tuvo lugar de forma original y casi milagrosa, pero hoy se sabe que fue el producto de una lenta evolución y, ciertamente, de algunas condiciones muy especiales.
Al hablar de evolución hemos de hacer referencia obligada a lo que había antes de la filosofía y puede ser tomado como el punto desde el que se evoluciona; los llamaremos <<antecedentes>> de la filosofía. Veamos a continuación algunos de ellos.
El primero, la religión. La religión griega tal y como aparece en los poemas homéricos tiene los caracteres del mito. Los dioses son representados con forma humana y todo lo relativo a ellos se expresa en narraciones simbólicas, los mitos. Recordemos que se ha dicho que la filosofía vino a sustituir al mito; es decir, la reflexión racional vino a sustituir a una forma imaginaria y simbólica de explicación de lo que son las cosas. Pero en los poemas de Homero y de Hesíodo no sólo hay dioses con forma humana, aparecen realidades no antropomórficas que pueden ser consideradas como antecedentes de las afirmaciones de los primeros filósofos griegos. Homero dice que Océano es el <<generador de dioses>> y la <<génesis de todas las cosas>>, en lo que puede verse un antecedente de la afirmación de Tales: <<el agua es el principio de todas las cosas>>. Por su parte Hesíodo afirma que la génesis de los dioses es precedida de una génesis de elementos abstractos: <<antes que nada nació Caos, después Gea (la Tierra)... asiento firme de todas cosas; ...Tártaro, el tenebroso, y Eros, que es el más hermoso de los dioses inmortales>> (Teogonía, 116) El mundo surge, pues, por una separación entre el cielo (Urano, citado más tarde) y la tierra, apareciendo luego el amor como fuerza unitiva.
Podemos ver aquí los principios con los que van a trabajar los filósofos: un estado original de indistinción (caos), una separación en parejas de opuestos (cielo/tierra), una mezcla y conexión posterior de los contrarios... Parece claro que en las exposiciones de la mitología griega apuntan los inicios de una cosmología (explicación racional y ordenada del universo) no antropomórfica. La filosofía irá más adelante, pero en continuidad con la religión.
En segundo lugar, la sabiduría de los sophoi (sabios) de los siglos VII – VI. Platón se refiere a estos sabios y su saber en su diálogo Protágoras. Cita a Tales, Pittaco, Bías, Solón, Cleóbulo, Misón y Quilón. Su saber, al que Platón llama <<laconizar>>: Condensación en dichos breves de una experiencia de generaciones probadamente útil para la vida, consistía ciertamente en filosofar. Repetidos por doquier son <<Conócete a ti mismo>> y <<Nada en demasía>>, que los siete sabios hicieron grabar en el templo de Apolo, en Delfos, como homenaje al dios. Estas máximas entrañan una reflexión que adquiere validez universal y se asemeja en esto a las afirmaciones de lo filósofos.
Finalmente, como ha señalado Benjamin Farrington, la técnica y la ciencia original de egipcios y babilonios, de las que al parecer tuvieron conocimiento los primeros físicos, como Tales, constituyen un tipo de saber que, junto a connotaciones mítico religiosas, utiliza generalizaciones de la experiencia y de la actividad práctica para dar una explicación coherente y sistemática de la naturaleza. Es cierto que no alcanzaron el grado de formalización y sistematización propia de los filósofos, pero ellos trazan los primeros pasos de un camino en el conocimiento de los fenómenos naturales, terrestres y celestes, que luego será andado y sobrepasado por los filósofos. Papel especial tienen en este sentido la <<astrología>> de babilonios y la geometría empírica de los egipcios.
Condiciones sociales y culturales de la aparición de la filosofía griega
La ciudad y la democracia, en la medida en que hacen ciudadanos libres, que no reconocen más autoridad que la de las leyes que han discutido y consentido, que aceptan el arbitraje de los tribunales. La ley escrita es un referente racional abstracto sobre el que se puede discutir, que no depende del capricho de un gobernante.
Las condiciones socio - económicas. La libertad del ciudadano, que se apoyaba en la existencia de esclavos, hacía posible el ocio - indispensable para el filosofar - y el desprecio por el trabajo manual, con la consiguiente apreciación de la actividad teórica, de la amistad y <<la ciudadanía>>. No es extraño que frente al escaso desarrollo de la técnica o de ciencias como la física o la química, se tuviera la filosofía como el saber por excelencia.
La introducción de la moneda, que además de transformar la economía, crea un sistema abstracto de referencia y un nuevo tipo de valor no basado en preferencias subjetivas. La moneda, como la ley escrita, contribuyó a educar a los griegos en el desarrollo de la capacidad de abstracción.
La religión griega poseía unas características muy especiales. Al carecer de dogmas y un sacerdocio estable, los mitos no eran coherentes entre sí, y no se establecían como la creencia obligatoria. Para los griegos era más importante el rito, la práctica, que el contenido de la creencia, lo cual facilitó la crítica y la predisposición a interpretar racionalmente los mitos, lo que facilitó la aparición de un pensamiento racional, la filosofía.
La apertura de las ciudades, ya tratada, que enriqueció la cultura de las ciudades griegas con influencias de las religiones y la ciencia del Asia menor y de Egipto y contribuyó a la relativización de las propias tradiciones.
1.2 La explicación racional: Coordenadas conceptuales
En la tradición griega los mitos no sólo recogen las creencias religiosas, constituyen, como hemos apuntado más arriba, la fuente fundamental de sus conocimientos. En ellos aprendían no solo los valores morales (característicos de la sociedad tradicional ya descrita) y las creencias religiosas, sino también cuanto creían saber sobre geografía, la historia de los pueblos y las costumbres, la navegación, la guerra, etc.
Las condiciones socioculturales y los antecedentes tratados en el apartado anterior facilitaron la aparición de un pensamiento crítico y libre, que acabará por llamarse filosofía. Ésta vendría a transformar la cultura tradicional, sustituyendo al mito como fuente de los conocimientos fundamentales que toda sociedad necesita. Esta sustitución se conoce como el paso del mito al logos.
No obstante, ‘mito’ (μύθος) y logos (λόγος) son términos griegos originalmente sinónimos. Uno y otro significan ‘palabra’, ‘discurso’ o ‘explicación’. Posteriormente adquirieron matices distintos, llegando a contraponerse como dos tipos de explicación diversa: ‘mito’ vino a significar narración fabulosa, que tiene como protagonistas a dioses y héroes que existieron supuestamente en un pasado remoto e indeterminado. Por su parte, ‘logos’ (del que deriva ‘lógica’) vino a significar explicación racional, basada en pruebas y razones.
Autoridad frente a Razón
Los mitos son narraciones tradicionales sobre dioses y héroes que relatan acontecimientos cuya verdad nadie puede corroborar; ni el poeta que los cuenta ni los oyentes estaban allí cuando supuestamente sucedieron tan extraordinarios acontecimientos. Su aceptación, pues, no depende de pruebas que confirmen su verdad, sino de la autoridad que les presta la tradición y del arraigo que tienen en la comunidad.
La filosofía, por el contrario, pretende ofrecer explicaciones racionales. La verdad de sus explicaciones no reside en la autoridad de quien lo narra o de quien lo acepta, sino en el valor de las razones o pruebas en que se apoya.
Características de la explicación mitológica
Por medio de cada mito se pretende explicar el origen de algún aspecto de la realidad física (el cosmos) o de la cultura humana (origen de la agricultura, del Estado, de los sacrificios a los dioses, etc.).
Esta explicación consiste en la personificación de las fuerzas naturales. El fuego, el mar, los astros, la fértil tierra, etc., son dioses o dependen de los dioses que actúan y determinan el curso de los fenómenos naturales de manera más o menos antojadiza y arbitraria (Zeus envía el rayo con la intención de castigar, Poseidón, la tormenta y la bonanza al mar, con la intención de castigar o favorecer según el caso, etc.). En la mitología homérica, los dioses actúan movidos a menudo por pasiones y caprichos. De ello resulta una visión incierta y a menudo pavorosa de la Naturaleza. Saber que el rayo es enviado por Zeus, permite tomar medidas (el sacrificio y la ofrenda) para evitar su enojo y el consiguiente castigo, pero no nos asegura que su ánimo no cambie arbitraria o caprichosamente.
Ciertamente, en el pensamiento mítico no todo es capricho y arbitrariedad en los acontecimientos naturales y humanos. Se reconoce una cierta ‘necesidad’ en el ‘destino’ (άνάγκη), fuerza cósmica que está por encima del capricho y los deseos de los dioses. dioses —la fuerza del
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